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miércoles, 19 de diciembre de 2012

La producción orgánica en la fruticultura cubana

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Por Dr.Armando Nova
Entre 2002 y 2006 se comercializaron 4.486.003 toneladas de jugos simples de toronja y naranja orgánicos
A mediados de la década del noventa del siglo pasado, dentro del contexto de la crisis económica (período especial), en Cuba se comenzó a desarrollar un notable movimiento orientado hacia una agricultura más sustentable, sobre bases orgánicas. Como parte de ese proceso se iniciaron proyectos para la producción, certificación y comercialización de productos agrícolas orgánicos, entre ellos cítricos, frutales tropicales y azúcar, fundamentalmente con destino al mercado de Europa occidental.
Entre 2002 y 2006 se comercializaron 4.486.003 toneladas de jugos simples de toronja y naranja orgánicos 
No obstante, pese a que una parte importante de productores y, en particular, los de frutas, utilizan prácticas en armonía con el ambiente, sólo en una pequeña porción de esas áreas se logra producir de manera integrada y consciente bajo los principios de la agricultura orgánica. De esas áreas, un reducido porcentaje de la producción se comercializa bajo condiciones de certificación. Este proceso se ha ido incrementando con el paso de los años y se han incorporado otros cultivos, como el coco y el mango.
En la actualidad, la isla comercializa jugos cítricos orgánicos en el mercado suizo, mientras productos terminados y envasados de coco y otras frutas deshidratadas, dentro de los actuales proyectos que lidera el Instituto de Investigaciones de Fruticultura Tropical, confirman el avance de las producciones de frutales orgánicos en la nación caribeña.
En zonas productoras de cítricos y también de frutales como Jagüey Grande, el estudio de las condiciones edafoclimáticas (condiciones agronómicas y climáticas, favorables para el cultivo) propició la producción de las variedades de papaya (fruta bomba), Maradol Roja y Sunrise Solo mediante manejos orgánicos. Bajo las condiciones de áreas protegidas con barreras antiáfidos, cultivos intercalados y otros tratamientos con biofertilizantes, se han obtenido rendimientos importantes, de 38 y 44 kilogramos por planta en las especies Maradol Roja y Sunrise Solo, respectivamente.
Los frutales, como árboles perennes, influyen directa e indirectamente en la producción orgánica. El efecto bosque mejora las condiciones del medio ambiente y la biodiversidad en las áreas de compensación ecológica. Además, son apreciados sus frutos frescos, los jugos y pulpas orgánicos que de ellos se obtienen y, al mismo tiempo, contribuyen a incrementar la fertilidad del suelo por el reciclaje de nutrientes producido en el agroecosistema; lo que resulta beneficioso para la biodiversidad, a la vez que reduce la contaminación ambiental.
Desde 2002, en el país se han estado identificando productores de naranja y toronja en la zona oriental del país, particularmente en la región montañosa, con el objetivo de desarrollar producciones de jugos orgánicos que cumplieran los requisitos de certificación, para su comercialización en el mercado suizo y Europa occidental, en su conjunto.
Los productores seleccionados, agrupados fundamentalmente en Cooperativas de Créditos y Servicios, Cooperativas de Producción Agropecuaria y Unidades Básicas de Producción Cooperativa, se con-centran en las provincias de Guantánamo, Santiago de Cuba y Granma. Para llevar a vías de hecho este proyecto, la agencia certificadora de productos orgánicos BIOINSPECTA, de Suiza, se encargó de la certificación. Por demás, especialistas del Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical implementaron un Sistema de Control Interno.
Como resultado de este proceso, se logró la certificación orgánica de 595 productores, utilizando como base la norma suiza sobre la agricultura orgánica (Normas de Bio Suisse) y el Reglamento de la Unión Europea 2092/91.
En 2004, a los productos orgánicos se sumó el coco y, hasta la fecha, se han exportado unas 240 toneladas. Entre 2002 y 2006 se han comercializado 4.486.003 toneladas de jugos simples de toronja y naranja orgánicos.
De igual forma, se realizó un análisis agroecológico en la zona de Yateras, en la provincia de Guantánamo, en el extremo oriental del país, donde existen plantaciones de Naranja Valencia de más de 30 años de explotación, para determinar las potencialidades de la producción de naranja bajo condiciones orgánicas. El estudio consideró datos históricos productivos, la cultura agroecológica que poseen sus productores, las condiciones climáticas del municipio —tomándose los datos de los últimos 10 años—, así como las características favorables que poseen los suelos del territorio para el establecimiento y desarrollo de los cítricos. Por otra parte, se compararon los resultados productivos de varias fincas sin tecnología de producción orgánica y los de otras donde los propietarios la aplican empíricamente.
En ese territorio también se hizo un levantamiento de las principales especies de leguminosas, un inventario de las plagas y enfermedades más frecuentes, la evaluación de la capacidad de producción de los medios biológicos y las posibilidades de ampliarlos en el futuro, los incrementos productivos y su efecto económico, junto a las perspectivas para la producción y exportación de jugos simples orgánicos. Todos estos análisis tienen como fin obtener rendimientos superiores a los alcanzados hasta el presente por métodos de tecnologías de producción orgánica.
Otro aspecto significativo en este estudio lo constituyó la capacidad de aprovechamiento de los desechos agrícolas, en fincas de la región, que posibiliten la producción de humus de lombriz y de compost (fertilizante orgánico).  

Diferentes espacios  

En los últimos tiempos, diferentes instituciones de investigación, desde universidades hasta institutos especializados, han trabajado en los sistemas agroproductivos de cítricos y frutales, en la búsqueda de alternativas de métodos de cobertura viva sostenible (por medio de leguminosas forrajeras, para cubrir suelos). Con ello se busca sustituir los procedimientos convencionales, sustentados en altos insumos de fertilizantes químicos, plaguicidas y herbicidas, que conllevan riesgos de contaminación.
Estas investigaciones forman parte del programa de desarrollo y extensión de los métodos de la agricultura orgánica.
Varios factores favorecen el desarrollo de la agricultura orgánica, entre ellos se pueden citar:
- La existencia de un campesinado con alta experiencia y tradición productiva, que incorpora los adelantos de la ciencia y la técnica.
- Profesionales y centros de investigación relacionados con la agricultura (un importante capital humano).
La producción orgánica, en la cual se ha venido incursionando desde principios de la década del noventa, tiene como base fundamental un cambio en la estrategia ambiental cubana, perfilada hacia una armonía entre economía, ecología y sociedad.

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