Por JOSEPH B. WHITE
¿Podría un auto que detecte que el conductor está cansado o enfermo salvarlo de un accidente? Los fabricantes de automóviles están incrementando sus esfuerzos para averiguarlo.
Algunas grandes automotrices están acelerando la investigación en el equipamiento de vehículos con los llamados sensores biométricos que identificarían los signos vitales del conductor, incluyendo el pulso, la respiración y la "conductancia de la piel", o sea, si tiene las manos sudorosas. Cuando esa información llega a las computadoras que manejan los sistemas de seguridad de un auto, podría permitir que un vehículo reaccione a cualquier obstáculo en la carretera o se adapte mejor al tráfico.
La iniciativa tiene lugar en medio de grandes avances en la tecnología de monitoreo médico móvil y crecientes preocupaciones acerca de las necesidades de una población de automovilistas cada vez más mayor y distraída.
También refleja un paso más amplio de la industria hacia los vehículos autoconducidos, un nuevo mundo en el que las computadoras podrían eliminar casi por completo la posibilidad de errores humanos, ya sea por distraerse con una llamada telefónica o por una repentina caída de azúcar en la sangre.
Ya hay algunos modelos Lexus que utilizan cámaras en el interior, y algunos vehículos de Mercedes-Benz tienen sensores dirigidos para detectar el comportamiento somnoliento del conductor. Los autos emiten una alarma de aviso o hacen parpadear una taza de café para sugerir que ya es hora de un descanso. Las marcas de lujo están promoviendo estas tecnologías para evitar accidentes y distinguirse frente a modelos convencionales más baratos. El sistema de Mercedes, llamado Attention Assist, viene como equipamiento estándar en una amplia gama de modelos, desde los sedanes más pequeños de la Clase-C hasta los modelos más opulentos y de alta tecnología, de la Clase-S.
Por otra parte, los fabricantes de automóviles y los reguladores de seguridad de Estados Unidos trabajan en sistemas de a bordo que podrían detectar con fiabilidad cuándo alguien está demasiado ebrio como para conducir.
Los nuevos monitores podrían, en caso de peligro inminente, activar los sistemas de seguridad del vehículo para operar los frenos, apagar la radio, bloquear un teléfono y otras acciones. Algunos de estos avances podrían ser incorporados dentro de tres a cinco años. Otros dependen de si los investigadores pueden descifrar el desafío de diseñar sensores relacionados con la salud que puedan funcionar sin fallas en un vehículo durante una década.
Monitor de estrés
El fabricante de autos deportivos Ferrari SpA, por su parte, ha presentado una solicitud de patente que indica que la compañía está evaluando una tecnología que incluiría electrodos inalámbricos en el apoyacabezas de los asientos para monitorear las ondas cerebrales de los conductores para controlar su estrés, ya que conducen máquinas con capacidad de superar los 300 kilómetros por hora. Dependiendo de lo que los sensores detecten, el auto podría tratar de mitigar el riesgo del conductor mediante la reducción de la potencia del motor o estabilizando automáticamente el vehículo. Como señalaron los investigadores de Ferrari en la solicitud de patente: "los conductores tienden a calcular mal —generalmente sobreestimando— su habilidad para conducir y, más importante todavía, su condición psicofísica".
Investigadores de Ford Motor Co. F -0.88%buscan conectar la información de monitores médicos, como sensores de respiración en el cinturón de seguridad y seguidores de frecuencia cardíaca, a los sistemas multimedia de los vehículos. El sistema prototipo de Ford apunta a disminuir la distracción tomando lecturas de los sensores biométricos y combinando los datos con la información del vehículo, como la velocidad, el ángulo del volante y los datos de los sensores de radar o cámaras utilizadas en la detección de obstáculos en puntos ciegos o el control crucero. Toda la información pasa a través de un software que puede medir el nivel general de estrés del conductor. Si es alto, el sistema podría activar automáticamente la función de "no molestar" en el teléfono del conductor.
Jeff Greenberg, técnico involucrado en la investigación de Ford, dice que el objetivo general es reducir al mínimo la distracción y el estrés del conductor. Esto puede implicar mantener a la gente concentrada y alerta en un trayecto aburrido o ayudarla a mantenerse enfocada en los momentos más difíciles de la conducción.
Greenberg dice que la tecnología de desactivación de los teléfonos podría llegar a los concesionarios "relativamente rápido". Sin embargo, la incorporación de sensores biométricos, añade, "está más lejos". Ford describe esas tecnologías como proyectos de investigación que tomarán por lo menos entre tres y cinco años en llegar al mercado.
Con todo, algunos ven estas nuevas tecnologías como otra cosa más en la que fijarse cuando están al volante. "Es otra distracción" para los conductores, opina Gabrielle Lucci, una jubilada de 60 años.
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