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miércoles, 10 de julio de 2013

CUBA. PRODUCTIVIDAD Y SALARIOS

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Produzco luego cobro
O ¿cobro luego produzco? Dilema candente, antes, durante y después del cual está siempre el trabajo. Para unos, primero debe ser la productividad y después el salario; para otros, a la inversa. Nudo gordiano que es necesario romper para llevar a cabo plenamente la actualización del modelo económico y social cubano. Las verdades al respecto -que no la verdad única- son complejas y BOHEMIA intenta contribuir a desentrañarlas, en intercambio con un grupo de expertos
 
Por: CARIDAD CARROBELLO, DELIA REYES Y HERIBERTO ROSABAL (nacional@bohemia.co.cu)
 
Cuba prevé este año un crecimiento de 3,7 por ciento, aceptable según los estrategas de la economía, con incrementos en la agricultura y las industrias manufacturera y del azúcar. En productividad del trabajo calcula aumentar un 2,6 por ciento.
Fajo de billetes de 20 pesos cubanosGrupo de acumuladores marca Dinamix
 

 
Al término de 2012, la correlación a nivel macroeconómico entre ese último indicador y el salario medio volvió a ser positiva, con lo cual continuó la tendencia favorable de los últimos tiempos. Sin embargo en una actividad fundamental como las inversiones, la baja productividad llevó al incumplimiento del programa previsto, en casi 20 por ciento. Ello obligó a posponer la explotación de importantes objetivos productivos, comprometió ingresos y ahorros, e inmovilizó recursos para otros destinos.
        
Obreras laborando en un taller textil
Es posible incrementar la productividad si existe una
correcta organización del trabajo y un máximo
aprovechamiento de la jornada, sin necesidad de invertir
más recursos (Foto: GILBERTO RABASSA)
 
También por baja productividad, entre otras causas, aunque creció en comparación con 2011, la agricultura reportó malos desempeños que obligaron a compras adicionales de alimentos en el exterior por más de 38 millones de dólares. Con casi el 20 por ciento de los trabajadores del país, este sector, junto al de la pesca —mucho más pequeño—, aporta solo un 3,4 por ciento del PIB, según cálculos basados en datos del Anuario Estadístico de Cuba 2011.
“Sin el aumento de la eficiencia y la productividad es imposible elevar salarios, incrementar las exportaciones y sustituir importaciones, crecer en la producción de alimentos y […] sostener los enormes gastos sociales propios de nuestro sistema socialista”, dijo el presidente Raúl Castro ante el Parlamento, en agosto de 2010.

Joven obrero sentado sobre unos bloques, observa el dinero que tiene en sus manos
El ahorro es una de las fuentes de la
productividad, pero persisten los
recursos mal distribuidos, el
despilfarro y robo de los bienes
estatales
(Foto: JOSÉ OSCAR CASTAÑEDA)

 
Teniendo en cuenta esta consideración, BOHEMIA organizó una mesa de expertos para analizar el comportamiento de la peculiar yunta productividad-salario, que aún no hala parejo para cubrir las necesidades del país.
Participaron Carlos Mateu, asesor de la ministra de Trabajo y Seguridad Social; Adalberto Carbonell, director general de Política Fiscal del Ministerio de Finanzas y Precios; Danilo Guzmán Dovao, entonces presidente de la Comisión Organizadora del VII Congreso de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC); Vivian Ferriol y Francisco Alonso, miembros de la Sociedad Científica de Economía del Trabajo, de la ANEC; José Carlos de la Paz, director de Organización del Trabajo y los Salarios del Ministerio de la Construcción; y el doctor en Ciencias Económicas Oscar Fernández, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de La Habana.
        
Obreros soldando en un diqueSin todos los mecanismos ajustados en lo referido a las contrataciones es imposible iniciar cualquier inversión. TA.- Recolectores de tomate
Las ineficiencias en las contrataciones y en los procesos
inversionistas lastran los incrementos de productividad
y salarios (Foto: GILBERTO RABASSA)
 
En representación del movimiento sindical asistieron Abel Rivero, jefe del Departamento de Organización del Trabajo, Salarios y Empleo, de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC); Ernesto García, de la Comisión Organizadora del Sindicato de Industria; Maritza Reyes, del secretariado nacional del Sindicato de la Industria Alimenticia y la Pesca, y Ana Gloria Mendoza, del secretariado nacional del Sindicato de la Industria Química, Minera y Energética.

Fuentes oficiales anunciaron para
este año un aumento de 2,6 en la
productividad del trabajo, cifra que
será superior al aumento del salario
medio (Foto: RANDY RODRÍGUEZ)
 
 
De los ministerios de Economía y Planificación, y Agricultura, no participó ningún representante, pese a que les fue cursada oportunamente la invitación.
El diálogo de casi tres horas entre reporteros y especialistas, con opiniones no siempre coincidentes, tomó dos caminos. Primero: ¿qué estimula o desestimula la productividad del trabajo? Segundo: ¿qué impide incrementar el salario a escala masiva y qué se hace por aumentarlo cuando hay resultados productivos y eficiencia, sobre todo en los sectores de la producción material?
Lo reproducido seguidamente es un aporte más de ideas a la discusión sobre el tema, esencia de las opiniones de los especialistas participantes en la mesa, pues el espacio manda y el periodismo, como dicen, es síntesis.

1 comentario:

  1. posiblemente desde la polemica guevara-carlos rafael-fernandez font se discute el asunto del respaldo productivo del salario, convertido ya en tema predilecto durante el sdpe, pero el asunto siempre anda entre prestigiosos convocados como en esta ocasion que ud refiere, donde la cualidad mas sobrasaliente es la indigencia conceptual concreta.
    ninguna de estas personas sospechan que el "respaldo" productivo es una entelequia en si misma que se determina por simple regla de 3 entre el coef sal/prod planificado y el real. ya sabemos que el real salario/produccion [cual?, pues la bruta] sufre grandes distorsiones por numerosos factores; pero lo simpatico reside en la determinancion del coef "planificado" que es una decision burocratica de elevar la eficiencia en un x% anualmente, sin referencia alguna con la cantidad de fuerza de trabajo tecnicamente requerida que ademas se distorsiona cuando se valoriza en cualquiera de las monedas empleadas.
    luego cualquiera persona sensata comprende que mientras esten deformados los indicadores de valor, hablar de respaldo productivo es asunto de meter presion politica-burocratica como guapo de barrio.
    un analisis de las relaciones en terminos de magnitudes fisicas seria mas beneficioso como sabe cualquier organizador del trabajo y los salarios mediocre si quedara alguno.

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