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miércoles, 21 de agosto de 2013

Crecimiento de México a la baja, ¿cerca de la recesión?

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La Secretaría de Hacienda y Crédito Público recortó su previsión sobre el crecimiento de México de 3.1% a 1.8% para el cierre de 2013, en su segunda revisión en lo que va del año. ¿Por qué? Por el menor dinamismo que registró la actividad productiva en los primeros meses del año.
Las perspectivas de este anuncio son malas y la esperanza de que la situación mejore para lo que resta del año, depende de las expectativas de las reformas estructurales que tampoco se van a ver reflejadas en 2014 si no hasta el 2016 en adelante; y del mercado exportador que depende en buena medida de Estados Unidos.
“El escenario actual es que hay muy bajas expectativas de conseguir un empleo formal, de que su poder adquisitivo mejore, de adquirir un crédito para artículos patrimoniales y la precariedad de los salarios va a seguir presente, por lo menos para lo que resta del año”, dijo en entrevista con AltoNivel.com.mx el Dr. Raymundo Tenorio  Aguilar, Director de las carreras de Economía de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe.
El ajuste de actualización que hizo la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) está en la misma dirección de lo que las distintas áreas de análisis del sector privado habían hecho en los últimos dos meses.
Esto se debió, más que a la dinámica de debilidad en el último mes del trimestre que era el dato que faltaba ´por conocer, al cambio de base en cuanto a cuestiones metodológicas, cambios de ponderadores, revisiones en algunos sectores, lo que lleva a un sesgo negativo en las expectativas, explicó Eduardo González, coordinador de estudios económicos del grupo financiero Banamex.
Agregó que las afectaciones a la población en general son en varios canales:
1.- Menor generación de empleos: En la medida que se decrece también disminuye la posibilidad de generación de empleos lo que podría generar una desaceleración mayor a la que hemos visto en la primera mitad del año.
2.- Menor crecimiento económico: En la medida que se genera menor riqueza para el país, (el crecimiento económico es lo que te permite incrementar la riqueza), implica que el incremento de ingreso en los hogares será menor.
3.- Menores presiones inflacionarias: en contraposición un factor que puede jugar a favor es que menor actividad económica también genera menores presiones inflacionarias lo que puede hacer que el ingreso real de las familias les alcance para más, “aunque obviamente lo deseable es no mantener una economía estancada o incluso en contracción sino tratar de buscar reanimar a la economía”, dijo González.

¿La visión de Hacienda fue demasiado optimista?

La previsión de Hacienda era de 3.1% para el cierre del año, misma que tuvo un cambio drástico al bajarla hasta 1.8%, dijo González. Esto se debió a que había varias señales que indicaban que la economía había iniciado una fase de desaceleración en la segunda mitad del año pasado, pero las que se observaban hasta el inicio de ésta administración, no implicaban una desaceleración tan fuerte como la que hemos observado.
“De hecho, en distintas encuestas de principio de la administración, los consensos rondaban entre 3.2 y 3.5% entonces en ese momento creo que la expectativa del gobierno estaba muy en línea con lo que estábamos anticipado las distintas corredurías. En ese sentido no pecaron de optimistas, en ese caso todo mundo estábamos pecando tal vez de optimistas”, dijo.
Aclaró que hay algunos sectores que ya llevan más de 6 meses de contracción como el de la construcción, donde lo más importante es vivienda, y esto se debió a que cambiaron las reglas del juego desde finales del sexenio del año pasado y a inicios de este volvieron a cambiar y en lo que se dan reacomodos pues está deprimido.
“Pero si vemos de manera más general el dato que se dio de una contracción del PIB en términos trimestrales y lo juntamos con el hecho de que la economía durante el primer trimestre del año prácticamente no creció, al ser de 0.3% trimestral, estaría apuntando prácticamente a unarecesión en términos técnicos, aunque seguimos pensando que la mayor probabilidad hasta ahora es que exista un repunte de la actividad económica en el tercer trimestre del año”, dijo.
Sin embargo, el Dr. Tenorio Aguilar, no solo coincidió con el escenario de la recesión sin que aseguró que este trimestre que corre, de julio a septiembre, “no vamos a crecer, estamos a nada de caer en recesión, lo que significaría más caída de inversión, caída de carácter tributario, etc”

Ya está el problema, ¿y ahora?

Uno de los aspectos que regularmente se manejan para este tipo de situaciones es establecer una política pública anticíclica, esto obviamente supone que habría que incrementar el gasto público, sin embargo hay que tener en cuenta varios factores, como presupuesto que se elaboró con un programa de gasto que implicaba una contracción de entrada, “sí nos apegamos a este calendario de gasto pareciera ser que en el segundo trimestre del año no habría posibilidades de incrementar si no se ajustan al presupuesto programado”, dijo González.
La otra solución sería tratar de incrementar el gasto programable de tal manera que tal vez tendría que recurrir al endeudamiento, que es algo que no se ha querido hacer desde hace mucho tiempo de tratar de mantener las finanzas públicas en equilibrio y evitar que se dispare la deuda.
El analista financiero de Banamex dijo que la política de déficit cero hasta el momento no ha sido inadecuada, aunque sí es una de las opciones que se tendrían para incrementar el gasto vía endeudamiento. “No es que sea incorrecto si no que la política gubernamental en sexenios anteriores, no solamente en los panistas, sino desde los últimos priistas, optaron por buscar finanzas públicas en equilibrio y parece ser que esa es la tendencia a la que estaba apostando el nuevo gobierno”.
En este sentido, Aguilar Tenorio fue tajante al señalar que seguir apostando a la política de déficit cero no es la mejor opción, “podemos tener finanzas públicas sanas con un déficit público hasta del 1.5% del PIB, no pasa nada, porque México tiene capacidad de deuda, tiene credibilidad en los mercados, no tiene problemas de tasas de interés. La solución es tener déficit de ser sí el gobierno mandaría excelentes señales de que hay consumo interno”, afirmó.
Agregó que el gobierno atribuye esto a factores externos como un bajo ritmo de la actividad económica mundial, un tipo de cambio real apreciado de primer semestre, una baja en las exportaciones, “lo que sucede es que ya se nos acabó el modelo macroestabilizador y globalizador”.
Finalmente, ambos coincidieron en que nuestra economía pende de dos hilos:
Mejora en el mercado externo, que como ya decíamos, se trata de la recuperación y mejora en la percepción de consumo de Estados Unidos
Las reformas estructurales; la fiscal, financiera y energética que tienen como propósito generar condiciones para que la economía y los agentes económicos (es decir las empresas y los trabajadores), se vuelvan más competitivos y por tanto generar un mayor crecimiento, pero hay que tener presente que los resultados se verán a mediano y largo plazo hacia 2016

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