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lunes, 2 de septiembre de 2013

Reparación en el aeropuerto José Martí

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Sin interrumpir el despacho y recibimiento de los viajeros, en la Terminal número 3 del Aeropuerto Internacional José Martí se lleva a cabo desde julio último una inversión valorada en 10 millones de pesos convertibles que abarca una reparación capital con el propósito de ofrecer un servicio superior.

 Según la arquitecta Rosa Sánchez, directora de la unidad empresarial de base Inversiones y Mantenimiento de Aeródromos de la Empresa Cubana de Aeropuertos y Servicios Aeronáuticos S.A. (ECASA), las labores consisten en la actualización del equipamiento tecnológico e incluyen la ampliación de los mostradores de chequeo de boletos y equipajes; de 36 existentes se sumarán otros 12 para dar una mayor capacidad al movimiento de viajeros.

"Para economizar energía eléctrica y garantizar un mayor confort en la climatización del edificio se determinó colocar falsos techos en un puntal más bajo, entre cinco y siete  metros, con luminarias de menor consumo y más eficiencia", explicó.

"También habrá un sistema de audio que mejorará la información al pasajero", refirió la arquitecta.

Como parte de la modernización tecnológica está prevista la adición de un nuevo sistema de climatización denominado Chiller. "Hoy contamos con dos equipos y se agregará un tercero como emergente, es decir, para funcionar en caso de que alguno de los anteriores reciba mantenimiento, reparación o por otra razón. De esta forma mantendríamos el tonelaje de refrigeración requerido por proyecto en el edificio", expresó.

La inversión también abarca cambio de esteras de recogida y entrega de equipajes, restauración de los servicios sanitarios, uso de sensores para el ahorro de agua y remodelación de un salón protocolar, entre otros objetos de obra que, de acuerdo con el cronograma de ejecución, concluirán a finales de diciembre.

En la actualidad avanza la ampliación del portal para la estancia del público acompañante, cuyo acceso al interior del edificio está restringido por las labores que allí tienen lugar, y en el ala oeste del área pública de la planta baja funcionan ocho módulos de servicios sanitarios.

Aquí el trabajo es fuerte, constante; hay que hacerlo de manera continua, en cadena, asegura Frandy Utria, trabajador destacado de ECASA Habana.

En fraternal ambiente laboran obreros procedentes de los aeropuertos de Santiago de Cuba, Holguín, Camagüey, Cayo Coco, Santa Clara, Varadero y La Habana, así como de las empresas MICALUM, de Cienfuegos, de Obras de Arquitectura e Industriales número 1, de Villa Clara, junto a especialistas de la entidad cubana Take off.  (Tomado de página digital del periódico Trabajadores)

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