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jueves, 21 de noviembre de 2013

Cuba: El pintor de los tejados coloniales

Por Mayra Pardillo Gómez *

Sancti Spíritus, Cuba (PL) Los techos de barro rojo de la colonial villa del Espíritu Santo, la cuarta de las siete primeras fundadas por los conquistadores españoles en la isla en el siglo XVI, son el tema recurrente del artista cubano de la plástica Antonio Díaz. Pero el Pintor de la Ciudad, título que lo identifica en el mundo del arte, también toma en cuenta a las marinas y los paisajes, aunque los tejados "me identifican más y son muy espirituanos (gentilicio de los habitantes de Sancti Spíritus)", como él refiere.

Sucede que las marinas, por ejemplo, son abordadas por muchos artistas y es un tema muy explotado en diversas partes del mundo, explica el pintor.

Es su opinión y la de algunos expertos, que Díaz logra en su obra abordar los tejados de esta ciudad, próxima a celebrar su medio milenio de existencia, de una forma muy personal.

Rememora a pintores que le precedieron como Oscar Fernández Morera (1881-1946), considerado el primer pintor de Sancti Spíritus, y a Mariano Tobeñas (1882-1952), quienes manejaron el tema de la ciudad desde otra óptica.

No obstante, considera que si no hubiera seguido al dedillo los pasos de tan excelentes artistas de la plástica, encontrar su propio camino hubiera sido imposible.

Los techos rojos, tomados con un ojo aguzado desde distintos ángulos, están en Cuba y fuera de ella, por tanto "la mayor parte de mi producción en los últimos años está en el extranjero", apunta.

Entrevistado hace algún tiempo por Prensa Latina, ahora una de las preguntas recibe igual respuesta: "Sigo con la misma técnica, vivo casado con el óleo y el horario en que trabajo es el mismo, me gusta pintar por la mañana".

Aunque parezca inexplicable, en tanto la ciudad se precia de tener un conjunto arquitectónico caracterizado por los techos de tejas rojas, nunca miro para los tejados a la hora de pintar, porque los dibujo como los concibo "desde adentro" a pesar de que ninguno se parece, apunta.

Sin embargo, cuando empezó a pintar sí observaba los techos, pero en muy raras ocasiones ellos responden a la realidad, y un ejemplo de ello es su obra Entre dos aguas, que realizó desde la saleta de su casa, observando el techo de un vecino, pintura que actualmente ocupa un espacio en la Biblioteca Provincial Rubén Martínez Villena.

CIUDAD: LA CASA GRANDE 

Nacido en 1942 en la central ciudad de Sancti Spíritus, a unos 350 kilómetros al este de La Habana, Díaz comenzó desde 1960 su vínculo con las artes plásticas de forma autodidacta.

Obras suyas ambientan espacios públicos como hoteles, centros hospitalarios, oficinas y colecciones privadas dentro y fuera del país.

Entre otros reconocimientos posee la Distinción por la Cultura Cubana y la Raúl Gómez García, por su destacada trayectoria artística, así como el Premio por la Obra de la Vida Amelia Peláez. Pero sin dudas el que mayor regocijo le ofrece a diario es el de Pintor de la Ciudad.

Destaca su estrecha vinculación con la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en la provincia, donde presidió durante muchos años la Filial de Artes Plásticas.

Fue uno de los 11 nominados al Premio Nacional de Artes Plásticas que otorgó este año la Uneac.

Es un hombre que viaja a menudo, pero "vuelvo, porque necesito a la gente de mi ciudad, porque ella es como si estuviera en mi propia casa donde me muevo de un lado a otro. La ciudad es la casa grande de uno".

Padre de tres hijas, ya tiene seis nietos y dos biznietos, pero para Antonio Díaz la palabra jubilación no existe, porque mientras tenga fuerza continuará pintando.

En los cuadros de la ciudad prevalece el color ocre, aunque asegura tener una marina con esa misma tonalidad.

Ha incursionado desde el pequeño formato hasta el grande; este último es por el que mayor satisfacción siente porque le permite realizarse más, aunque precisa que "el valor de la pintura no está en el tamaño".

Entre los pintores cubanos que admira figuran Ponce (Fidelio Ponce de León) y Tomás Sánchez, mientras entre los extranjeros destacan Rubens (Peter Paul) y Rembrandt, pero también Goya y "otros maestros más", entre ellos algunos rusos.

Reconoce que en una reciente visita al Museo Salvador Dalí, en Tampa, Estados Unidos, estuvo frente a frente ante la grandiosidad de la obra de ese artista español.

Considera que los 500 años que en breve celebrará Sancti Spíritus resulta un elemento simbólico que debe llenar de regocijo a los espirituanos, quienes deben cuidar y querer más a su ciudad, cuya vejez responde al hecho de ser una de las primeras villas fundadas en Cuba.

Destaca que la ciudad son sus construcciones y habitantes, por lo que es necesario sentirla muy suya.

Entre sus proyectos futuros se encuentra el montaje, en junio próximo, de la exposición personal "Felicidades ciudad", en homenaje a los cinco siglos de fundada la villa del Espíritu Santo.

Mientras, su principal motivación creadora tiene como protagonista a la teja española, para abordar a partir de ella el tema colonial cubano desde una visión diferente, de ahí el bien merecido título de Pintor de la Ciudad o Pintor de los Tejados, para ser más exactos.

* Corresponsal de Prensa Latina en la provincia cubana de Sancti Spíritus.












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