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jueves, 28 de noviembre de 2013

Estudiosos reivindican la obra erótica de Servando Cabrera

Redacción IPS Cuba

La serie de torsos desnudos, fragmentos humanos y columnas anatómicas es una de las más famosas de Servando Cabrera.
Desde aristas multidisciplinarias se arrojan nuevas miradas a la obra del trascendental pintor cubano.
La Habana, 28 nov.- La pintura erótica de Servando Cabrera Moreno (1923-1981), que estuvo confinada de las galerías cubanas, regresa ahora a La Habana con la exposición "La fuente de la vida" y suscita nuevas reflexiones alrededor de sus representaciones homosexuales en las artes plásticas.

Precisamente ese fue el tema central del Coloquio erotismo y homoerotismo en la obra de Servando Cabrera, realizado los días 26 y 27 de noviembre en la Biblioteca Nacional "José Martí", con la participación de especialistas de diferentes manifestaciones, desde las artes hasta la medicina.

Durante muchos años, sus creaciones de dimensión homoerótica fueron proscritas e incomprendidas. Cayeron en una zona de silencio al considerarse contraria al modelo heterosexual imperante, explicó la profesora de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana, Hilda María Rodríguez.

En su obra épica dedicada a la Revolución Cubana de 1959 ya había una repetición casi obsesiva de las férreas estructuras anatómicas masculinas y cierta ambigüedad en los trazos, pero fue a inicios de 1970 cuando el hedonismo refinado, la perturbadora presencia del falo y los jóvenes de apariencia andrógina acaparan su trabajo, agregó.

Explicó que, luego de sufrir un infarto en 1967, el pintor volcó en sus piezas las ganas de vivir y los órganos genitales comenzaron a aparecer con mucha satisfacción de estar en la tierra como están los frutos y las flores, según palabras del propio Servando.

Por su parte, el profesor Mario Piedra, también docente en la Facultad de Artes y Letras, observó que esa serie erótica obtuvo calificativos de pornográfica, obscena, amoral o lasciva, las cuales suelen estar más apegadas a las construcciones religiosas sobre el sexo.

Debieron transcurrir muchos años para mostrar la obra erótica de manera desprejuiciada porque en el momento de su creación se le juzgó alejada del arte socialista y distante de la iconografía estereotipada y con exceso de apología tan de moda en esos tiempos, destacó la investigadora María de los Ángeles Pereira.

Cabrera Moreno abordaba temas tabúes como el sexo y la homosexualidad, mientras la norma heterosexual imperante descalificaba la diferencia y asumía posiciones extremas, muy erráticas, consideró la especialista.

En Cuba, existía una noción muy sexuada de la masculinidad vista como valentía y patriotismo, y totalmente opuesto a la orientación homosexual, que incluso se condenada duramente en la sociedad cubana durante los años 60, 70 y 80 del siglo XX, apuntó Pereira.

A juicio del médico Alberto Roque, este fenómeno de discriminación dentro de las artes no es exclusivo de la isla caribeña, pues hasta 1990 la Organización Mundial de la Salud incluyó a la homosexualidad en la lista de enfermedades mentales.

En estos días, a la luz del aniversario 90 del natalicio de Servando Cabrera y con mayor apertura en el país, se exhiben por primera vez, en "La fuente de la vida", 19 óleos de tema erótico, que datan de 1970 y 1980.

Estas obras no pudieron ser expuestas en el Museo Nacional de Bellas Artes en 1971.

Lo sensual y voluptuoso del cuerpo humano puede verse en "A quién le importa" (1981), "Amén" (1971), "Muerte y Vida" (1972), "El gitano tropical" (1979) y "El majo desnudo" (1974), las cuales muestran sin pudor las forma fálicas.

La muestra está abierta desde el 22 de noviembre hasta el 14 de diciembre en la sala El reino de este mundo, de la Biblioteca Nacional de Cuba "José Martí".

Durante su quehacer en la plástica, Cabrera Moreno transitó por la abstracción, el expresionismo y la figuración, esta última bien conocida aquí por su pintura épica, dedicada a los héroes de la Revolución que triunfó en 1959.

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