LA HABANA, 10 Dic 2013 (AFP) - El histórico apretón de manos entre los presidentes Barack Obama y Raúl Castro, el primero que mantienen públicamente mandatarios de Estados Unidos y Cuba en los últimos 54 años, generó esperanzas en una aproximación en las relaciones de ambos países, según medios y analistas consultados.
El sitio oficialista Cubadebate.cu saludó este martes como un gesto esperanzador el estrechón de manos entre los presidentes, ocurrido durante el funeral de Nelson Mandela en Sudáfrica.
"Obama saluda a Raúl: que esta imagen sea el principio del fin de las agresiones de EEUU a Cuba", se señaló en el pie de una foto publicada en el sitio.
"Esto es extraordinariamente simbólico y no se debe desaprovechar esta oportunidad de que se hayan conocido y se hayan estrechado las manos. Ahora el próximo paso es empezar" a negociar, dijo a la AFP el académico Esteban Morales, especialista en las relaciones de los dos países.
Morales agregó que "esto que acaba de ocurrir no es más que consecuencia de que ambos países están dispuestos a negociar".
Esta es la segunda vez que presidentes de los dos países, sin relaciones desde 1960 y con un enconado diferendo político, se saludan con un estrechón de manos, y la primera en que lo hacen públicamente.
En el 2000, en el marco de la Cumbre del Milenio en Nueva York, el líder cubano Fidel Castro y el entonces presidente estadounidense Bill Clinton, intercambiaron saludos de cortesía, pero ese gesto no fue registrado públicamente en fotografías.
El diario oficial Granma incluyó la foto del saludo de Obama con Raúl Castro en su edición digital, pero sin efectuar comentarios, mientras que el académico Arturo López-Levy, de la Univeridad de Denver, Colorado, consideró que "no hay que exagerar un simple apretón de manos", al recordar el encuentro Fidel Castro-Clinton.
"La diferencia es que aquel fue al final del periodo presidencial de Clinton y este es en el primer año del segundo mandato de Obama", dijo a la AFP.
En un comentario enviado a la AFP, el analista Jorge Gómez Barata, consideró que la coincidencia de Castro y Obama en Sudáfrica era el fruto de la "mediación de Mandela", aún después de muerto.
"De un modo u otro, Cuba y Estados Unidos, en la persona de sus líderes, protagonizarán una aproximación histórica de la cual Nelson Mandela ha sido mediador", precisó el analista.
En el mismo sentido se pronunció Orlando Márquez, portavoz de la Arquidiócesis de La Habana, que encabeza el cardenal Jaime Ortega.
"Otra razón para estar agradecidos con Nelson Mandela", dijo y agregó que "es de desear que el ejemplo de Mandela continúe siendo una inspiración para ir más allá de un gesto formal como ese".
Sin embargo, el gesto presidencial fue minimizado por representantes de la disidencia, empeñados en celebrar el Día Internacional de los Derechos Humanos.
"Pienso que dicho saludo fue algo normal dentro de los límites del protocolo y de la buena educación. Esto no cambia el hecho de que el gobierno de Cuba sigue siendo el principal violador de los derechos civiles y políticos en Las Américas", dijo el activista Elizardo Sánchez.
El 9 de noviembre, Obama había adelantado en Miami que Estados Unidos debía revisar su política hacia Cuba.
"Tenemos que seguir revisando nuestras políticas", dijo el mandatario en una actividad para recaudar fondos electorales, pues "cuando Castro llegó al poder yo acababa de nacer. Así que la idea de que las mismas políticas que desarrollamos en 1961 serían todavía tan efectivas hoy en la era de internet y Google y del viaje global no tiene ningún sentido", dijo.
Once días después el secretario de Estado John Kerry dijo que Washington "saluda algunos de los cambios" ocurridos en Cuba, pero alertó: "estos cambios no deben cegarnos con relación a la realidad autoritaria que marca la vida de los cubanos".
Aunque Cuba y Estados Unidos han tenido recientes negociaciones de cooperación en materia meteorológica, migración, y de lucha contra el narcotráfico, las divergencias políticas siguen siendo enormes.
Uno de los actuales problemas políticos es la exigencia de Washington para que se libere al contratista Alan Gross, condenado a 15 años de cárcel en Cuba, en tanto La Habana demanda la liberación de cuatro agentes cubanos presos en Estados Unidos desde 1998.
Cuba ha propuesto el canje de sus agentes por Gross, posibilidad descartada hasta ahora por Estados Unidos.
"El gobierno cubano reitera su disposición a establecer de inmediato un diálogo con el Gobierno de Estados Unidos para encontrar una solución al caso del señor Gross", señaló la directora de Estados Unidos de la cancillería cubana, Josefina Vidal, el 4 de diciembre.
Pero el "diálogo debe realizarse sobre bases recíprocas, que contemplen las preocupaciones humanitarias de Cuba vinculadas al caso de los cuatro cubanos luchadores antiterroristas que están presos en Estados Unidos", agregó.
El sitio oficialista Cubadebate.cu saludó este martes como un gesto esperanzador el estrechón de manos entre los presidentes, ocurrido durante el funeral de Nelson Mandela en Sudáfrica.
"Obama saluda a Raúl: que esta imagen sea el principio del fin de las agresiones de EEUU a Cuba", se señaló en el pie de una foto publicada en el sitio.
"Esto es extraordinariamente simbólico y no se debe desaprovechar esta oportunidad de que se hayan conocido y se hayan estrechado las manos. Ahora el próximo paso es empezar" a negociar, dijo a la AFP el académico Esteban Morales, especialista en las relaciones de los dos países.
Morales agregó que "esto que acaba de ocurrir no es más que consecuencia de que ambos países están dispuestos a negociar".
Esta es la segunda vez que presidentes de los dos países, sin relaciones desde 1960 y con un enconado diferendo político, se saludan con un estrechón de manos, y la primera en que lo hacen públicamente.
En el 2000, en el marco de la Cumbre del Milenio en Nueva York, el líder cubano Fidel Castro y el entonces presidente estadounidense Bill Clinton, intercambiaron saludos de cortesía, pero ese gesto no fue registrado públicamente en fotografías.
El diario oficial Granma incluyó la foto del saludo de Obama con Raúl Castro en su edición digital, pero sin efectuar comentarios, mientras que el académico Arturo López-Levy, de la Univeridad de Denver, Colorado, consideró que "no hay que exagerar un simple apretón de manos", al recordar el encuentro Fidel Castro-Clinton.
"La diferencia es que aquel fue al final del periodo presidencial de Clinton y este es en el primer año del segundo mandato de Obama", dijo a la AFP.
En un comentario enviado a la AFP, el analista Jorge Gómez Barata, consideró que la coincidencia de Castro y Obama en Sudáfrica era el fruto de la "mediación de Mandela", aún después de muerto.
"De un modo u otro, Cuba y Estados Unidos, en la persona de sus líderes, protagonizarán una aproximación histórica de la cual Nelson Mandela ha sido mediador", precisó el analista.
En el mismo sentido se pronunció Orlando Márquez, portavoz de la Arquidiócesis de La Habana, que encabeza el cardenal Jaime Ortega.
"Otra razón para estar agradecidos con Nelson Mandela", dijo y agregó que "es de desear que el ejemplo de Mandela continúe siendo una inspiración para ir más allá de un gesto formal como ese".
Sin embargo, el gesto presidencial fue minimizado por representantes de la disidencia, empeñados en celebrar el Día Internacional de los Derechos Humanos.
"Pienso que dicho saludo fue algo normal dentro de los límites del protocolo y de la buena educación. Esto no cambia el hecho de que el gobierno de Cuba sigue siendo el principal violador de los derechos civiles y políticos en Las Américas", dijo el activista Elizardo Sánchez.
El 9 de noviembre, Obama había adelantado en Miami que Estados Unidos debía revisar su política hacia Cuba.
"Tenemos que seguir revisando nuestras políticas", dijo el mandatario en una actividad para recaudar fondos electorales, pues "cuando Castro llegó al poder yo acababa de nacer. Así que la idea de que las mismas políticas que desarrollamos en 1961 serían todavía tan efectivas hoy en la era de internet y Google y del viaje global no tiene ningún sentido", dijo.
Once días después el secretario de Estado John Kerry dijo que Washington "saluda algunos de los cambios" ocurridos en Cuba, pero alertó: "estos cambios no deben cegarnos con relación a la realidad autoritaria que marca la vida de los cubanos".
Aunque Cuba y Estados Unidos han tenido recientes negociaciones de cooperación en materia meteorológica, migración, y de lucha contra el narcotráfico, las divergencias políticas siguen siendo enormes.
Uno de los actuales problemas políticos es la exigencia de Washington para que se libere al contratista Alan Gross, condenado a 15 años de cárcel en Cuba, en tanto La Habana demanda la liberación de cuatro agentes cubanos presos en Estados Unidos desde 1998.
Cuba ha propuesto el canje de sus agentes por Gross, posibilidad descartada hasta ahora por Estados Unidos.
"El gobierno cubano reitera su disposición a establecer de inmediato un diálogo con el Gobierno de Estados Unidos para encontrar una solución al caso del señor Gross", señaló la directora de Estados Unidos de la cancillería cubana, Josefina Vidal, el 4 de diciembre.
Pero el "diálogo debe realizarse sobre bases recíprocas, que contemplen las preocupaciones humanitarias de Cuba vinculadas al caso de los cuatro cubanos luchadores antiterroristas que están presos en Estados Unidos", agregó.
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