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sábado, 11 de mayo de 2013

Hugo Pons: "A la economía cubana no la ha salvado Venezuela"

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"El trabajo por cuenta propia descarga de gasto público al Estado y le permite reinvertir" dice el vicepresidente de la Asociación de Economistas y Contadores de Cuba | "El capital tiene que recurrir a procesos más participativos en las decisiones políticas"
 
Hugo Pons:
Hugo Pons, fotografiado esta semana en Barcelona Kim Manresa
Félix Flores
 
Hablar con un economista cubano, en este caso el doctor Hugo Pons, ya no es hablar del bloqueo de Estados Unidos, que también (“un bloqueo que se manifiesta en términos de guerra económica, que trasciende las relaciones bilaterales y se convierte en un instrumento multilateral”, como bien saben algunas grandes empresas españolas), sino hablar de “cambios y transformaciones”, de “elevar el nivel de eficiencia del sistema empresarial”. Pons, vicepresidente de la Asociación de Economistas y asesor del Consejo de Estado, entre otros organismos, explicó en Barcelona los “lineamientos” económicos surgidos de Congreso del Partido Comunista en el 2010, que se resumen en 55 objetivos. Bajo el primero, que es preservar el socialismo, hay novedades.
¿Cuáles son los nuevos lineamientos de la economía cubana?Pasaron de 291 a 313. Su lanzamiento y discusión tuvo la participación de más de tres millones de opiniones, en todo el país, desde los barrios hasta el Congreso.
¿El Congreso del Partido Comunista del 2010?
Sí. Lo que pasa es que los lineamientos se discutieron antes. Y eso le da una connotación diferente: ya no es que el partido hizo los lineamientos y los discutió con la población sino que recogió una serie de estudios que se hicieron con anterioridad y se elaboraron como indicaciones de política económica esencialmente, de política institucional, de políticas públicas. El 60% de los lineamientos se modificaron recogiendo el sentir popular y los criterios de la gente. Y a partir de ahí se produce un proceso de aplicación, y ese proceso avanza, partiendo de ejercicios y experimentos concretos.
El gran experimento consiste en el trasvase de una importantísima fuerza de trabajo del sector público a un nuevo sector privado…
Esos pequeños negocios, sobre la base del trabajo por cuenta propia, verdaderamente descargan el gasto público. Y la gente lo está asumiendo. En estos momentos son alrededor de 400.000 personas. Puede que, como tendencia, en un par de años pudiera llegarse a un millón de personas.

Lo que se corresponde con la liquidación de medio millón de empleos públicos…
En parte, porque se ha abierto la posibilidad de que los profesionales, que estaban un poco limitados en términos de hacer un trabajo particular lo puedan hacer. Hay quien realiza una actividad y realiza la otra… Eso incluso está vinculado con la situación en términos demográficos de Cuba, y de esperanza de vida, y de un 18,4% ya en condiciones de adulto mayor. Eso tiene un impacto en el contexto laboral, y hace que en un par, tres o cuatro años se convierta en una necesidad preservar esa fuerza de trabajo. El trabajo por cuenta propia tampoco es algo completamente nuevo. Nunca desapareció totalmente en el país. Creció a inicios de los noventa como consecuencia de la desaparición del campo socialista y el surgimiento del periodo especial en Cuba, estuvo a la altura de 50.000 trabajadores por cuenta propia. Se aplicaron medidas de este tipo como un, digamos, financiamiento para que las personas que tenían que salir de sus puestos de trabajo por un reordenamiento recibieran un 60% del salario durante un periodo de tiempo y encontraran otra actividad. Unas 70 actividades económicas fueron autorizadas a través de licencias. ¿Dónde está el cambio con las condiciones actuales? Han crecido a 181 las actividades en que se puede trabajar por cuenta propia. Por otra parte, ese tipo de actividad se estimula incluso desde la política tributaria; no hay una política tributaria que busca frenar ese proceso. Todo lo contrario: tanto es así que durante varios años no es necesario pagar impuestos.
¿Cuántos años?
Los primeros cinco no se paga por los primeros cinco trabajadores que se contratan. Ahí estamos hablando de una proyección de pequeña empresa. Pero es importante tener claro que el peso fundamental de la actividad económica no pasa a ese sector. Sigue siendo de carácter estatal. Hay una idea que se plantea, de que el 45% del PIB en el 2015 o el 2016 se genere a partir de las nuevas formas de gestión, pero no es sólo a través del trabajo por cuenta propia, sino a través de nuevas formas como la cooperativa, por ejemplo. El trabajo por cuenta propia tiene también un efecto importante desde el punto de vista del beneficio social, que avanza en función de descargar al Estado de un gasto público que permitirá fortalecer acciones desde el punto de vista social a través de la inversión. Y que contribuye a elevar los niveles de calidad de vida de la población, porque determinados servicios que están en manos de ese trabajador privado no los presta el Estado o no los puede prestar en las mismas condiciones. Y se combina con la posibilidad, por ejemplo, de alquiler y compra venta de viviendas.
¿Cómo hace ese pequeño emprendedor para financiarse?
Los bancos. Una nueva política de créditos y de préstamos… Todo esto responde también a un proceso de experimentación. Se irá avanzando en la medida en que se creen las condiciones para que la banca pueda cumplir también su papel. Y en ese sentido, una reorganización del sector bancario, porque necesita también sus garantías., Y una de las líneas en que se trabaja con mayor fuerza es precisamente desde la banca, en función de asegurar los riesgos… La banca redimensiona sus tasas de interés y tiene ofertas de tasa de interés que ha ido trayendo como consecuencia el aumento de los depósitos en cuenta corriente. Por tanto, hay fenómeno en cuenta de ahorro.
¿Cuánto supone el interés?
De memoria no lo manejo, pero anda alrededor del 2,5%. Todavía no es una tasa de interés con alto nivel de estímulo. Se tendrá que perfeccionar esa relación entre la oferta y la demanda. Se seguirá ajustando el proceso bancario en la misma medida que se van aplicando una serie de acciones sobre la política monetaria, sobre la política financiera, sobre el sistema de precios…
Me imagino que para un cubano medio lo complicado va a ser tener que plantearse un día pagar impuestos.
Bueno, para el cubano medio lo fue. Ya no lo es. Entre 1992 y 1994, una de las acciones que se llevó a cabo en Cuba fue la ampliación de los parlamentos obreros, en el arranque del periodo especial. Entre otras cosas que hubo que hacer en aquel momento fue lograr el concurso de todo el mundo ante lo que se nos venía encima. Y se crean parlamentos en que se discutieron una buena cantidad de decisiones, leyes… Como parte de ello se discutió la recuperación, después de muchos años, del impuesto como un proceso de incremento al presupuesto nacional. Y recuerdo que todos estuvimos de acuerdo en que eso se aplicara. Como una de las modalidades del impuesto estaba el impuesto personal. Se discutió y se aprobó. Para el cubano medio en términos prácticos no es noticia que se aplique en determinados momentos; sin embargo, para el Gobierno, y teniendo en cuenta el criterio popular, no es el momento todavía que requiera ser aplicado de manera inmediata. Pero sí llegará a aplicarse. ¿Qué sucede? Que no es el elemento más importante en este momento. Sin embargo, se conoce su funcionamiento. Todos los viernes en TV hay un espacio de consulta sobre el sistema tributario, y es posible acceder a una cuenta de correo de la oficina tributaria a la que uno puede dirigirse. Por tanto, la gente tiene más información sobre este tema, que está entre los 55 objetivos que caracterizan los lineamientos. Tres de ellos están dedicados a elevar los niveles de comunicación y de información. Todavía se puede ser más eficaz.
Tienen ustedes 55 objetivos, nada menos…
Los lineamientos, que son 313, se integran en 55 objetivos proyectados hasta el 2016.
¿Cuáles son los más importantes?
El modelo de gestión, por ejemplo. Y en el modelo de gestión, elevar los niveles de eficiencia del sistema empresarial. El éxito de todo este proceso se centra también en la capacidad de las empresas de ser más eficientes.
Uno tiene la noción de que uno de las grandes problemas de la economía cubana es que las decisiones pueden haber sido correctas pero luego, en el proceso de aplicación se ha ido perdiendo eficiencia…Sí, estamos de acuerdo.
…Lo cual lleva a pensar que en el fondo se trata de problemas de comunicación, de organización.
Mire, es la primera vez que me preguntan eso. Es la primera vez que converso con alguien que me analiza la causa o el proceso desde esa óptica. ¡Yo pienso que sí! O también influyen otros aspectos. Por ejemplo, toda la estructura institucional cubana hasta inicios del periodo especial estuvo estructurada en correspondencia con haberse insertado en una comunidad internacional que se avenía a los objetivos y características del sistema económico cubano. En el sistema de dirección y planificación de la economía, en los años 1975-1976, se introduce un diseño. En su aplicación hubo dificultades y deficiencias que fueron condicionantes, y hacia 1986-1989 se analiza que estuvieron determinadas por el impacto de copiar determinados instrumentos y formas de gestión y no adecuarlos a las particularidades de Cuba. A aquello el compañero Fidel lo denominó el “copismo”. Copiar mecánicamente y aplicar. Y ahí hay una disrupción entre lo que se pensó hacer y los instrumentos y las formas. Surge el periodo especial, y el piso sobre el que estructuraron esas instituciones y se diseñó ese quehacer que se estaba reanalizando para aplicarlo en función a las características nuestras, se quiebra… Por tanto, no hubo más remedio que ir a una estrategia de supervivencia. Ahora yo creo que se está en condiciones de recuperar aquellas modificaciones que se empezaron a pensar, incorporando la experiencia de veinte años sin financiamiento multilateral, con un incremento del bloqueo consolidándose como una acción de guerra económica, con una cantidad de limitaciones extraordinarias… En 1996 empezó un proceso de crecimiento de la economía que todavía permanece, con independencia de ritmos más altos o más bajos, pero el PIB ha seguido creciendo, y ahora se está en condiciones de tomar toda esa experiencia, a través de los lineamientos y de aplicarlos. Por eso hablo de experimentación, a diferencia de antes.
A propósito del “copismo”, predomina la idea de que están ustedes básicamente interesados es en adaptar el modelo chino.
No. Los chinos son chinos. Esa es una vieja historia. Nosotros hemos estudiado esas experiencias, y están en función de elevar la calidad de vida de la gente. Pero en términos reales la diferencia está en los resultados. Nosotros aplicamos una política tributaria pero lo que hacemos después con los impuestos en función del bienestar de la sociedad es diferente de lo que hacen otros. No se benefician capas específicas sino la sociedad en su conjunto. Los chinos van ya por la tercera modificación de las estructuras y el funcionamiento de su sistema empresarial; en el caso nuestro, después de tantos años posiblemente esta sea verdaderamente la primera vez, la más profunda. Y lo estamos haciendo sobre la base de la experiencia propia.
Le planteo otro tópico. La economía cubana la salvó Venezuela, gracias a Petrocaribe…
¡Ah, Petrocaribe, el ALBA…! Yo creo que no es así. La pregunta que habría que hacerse es la siguiente, y quizás soy un poco crudo: ¿desde cuándo existe ese marco de relaciones comerciales entre Venezuela y Cuba? Desde hace catorce años. La economía cubana cayó el 34,7% entre 1993 y 1994. El producto industrial cubano había caído en 1993, entre otras cosas por una reducción de más del 50% del abastecimiento petrolero soviético. La economía empieza a crecer a partir del 96, un 0,7%, y desde entonces siguió creciendo hasta 2000-2001. El primer socio comercial de Cuba en aquel periodo era Canadá. Y la economía creció gracias a las relaciones económicas, comerciales, con Canadá. Y nadie dijo que la economía de Cuba dependía de Canadá. ¿Por qué dicen que la economía de Cuba depende de Venezuela y nadie dijo que dependía de Canadá?

Bueno, pero ustedes reciben petróleo venezolano a precio preferencial.
Sí es verdad que existen relaciones comerciales entre Cuba y Venezuela. Pero son mutuamente beneficiosas. No hay relaciones de subordinación. En la generación de electricidad en Cuba, que era extraordinariamente dependiente hace años, se ha alcanzado un alto grado de independencia generando electricidad sobre la base del ciclo combinado de petróleo con gas. Pero el desarrollo del gas en Cuba lo estamos haciendo con los canadienses, no con los venezolanos. Aparentemente hay una corriente de propaganda que trata de condicionar Cuba al desarrollo de Venezuela para desconocer la capacidad real cubana de desarrollarse.
Pero, ¿qué pasaría con esta relación si Nicolás Maduro hubiera perdido las elecciones?
Lo mejor que podría haber pasado es que no pasó, para serle totalmente franco. Pero yo no creo que eso hubiera llevado a Cuba a un nuevo periodo especial como decían. Porque el nivel de dependencia que teníamos con la economía del campo socialista era de más del 80%, y el 75% sólo con la URSS.
Y ahora con Venezuela es de un 40%.
Con Venezuela es más bajo del 40% en términos reales, pero además sustentado en otros beneficios mutuos. Porque no se puede medir sólo las relaciones con Venezuela sino con América Latina, porque es que también el mundo ha cambiado; es con Venezuela, con Ecuador, con Argentina, Uruguay, México, Guatemala, Honduras, incluso con El Salvador, Nicaragua, Panamá. Porque las relaciones son diferentes. Porque en el mundo, como bien dice Correa, lo que hay es un cambio de época. El contexto es diferente. Yo no se si alguien se habrá entretenido en mirar el efecto hacia la sociedad venezolana del servicio que Cuba presta solamente a través de la atención médica.
Creo que es bien conocido.
Y en términos de futuro, eso es algo que se queda. Por lo tanto, estamos hablando de relaciones mutuamente beneficiosas. Claro, pudiera darse un gobierno en Venezuela que rompiera esas relaciones… Bueno, eso puede ser, pero cuando uno escucha al pueblo de Venezuela ellos saben de qué están hablando.
¿Cómo valora la experiencia económica venezolana, que en catorce años no parece alentadora?
Bueno, depende, depende…
Los resultados electorales expresan mucho en ese sentido.
Sí, está bien… Ahí hay que analizar. Valdría la pena ver la estructura productiva de Venezuela en 1990, 1995. Y la estructura en las condiciones actuales, en un país que sólo dependía del petróleo crudo, que abastecía el 4% de la demanda petrolera de EE.UU. y que pasaba por Trinidad-Tobago para ser refinado en un función de los intereses de EE.UU., mientras que el resto de la actividad económica estaba condicionado por las importaciones, con una altísima dependencia de importación de alimentos. Y hoy día no es así; ha ido cambiando en base a un desarrollo hacia adentro. Y ahí tiene el pacto social también.
Pero existe un desabastecimiento de productos básicos.
Bueno, es relativo. Si estoy acostumbrado a una marca y no la encuentro…
No, no. Estamos hablando de leche, por ejemplo.
Sí, bueno, también hay limitaciones por parte del sector privado, si importa o no, si produce o no. Venezuela no es un país cuya economía funcione sobre una base de bondad, ni financiera ni gestora por parte del sector privado. Por tanto, el desabastecimiento también se crea y se gestiona… Es así como funciona. Y Venezuela es objeto de una campaña de propaganda política, mediática. Esas figuras se crean. En determinados momentos hay falta de leche; en otros momentos, de otros productos. Hay demoras en los procesos de importación desde el propio sector privado. Hay asuntos que indudablemente responden a acciones dirigidas a crear dificultades, eso lo creo también. Hay intereses detrás. Pero lo que es indudable es que desde el chavismo, desde Chávez hasta ahora, como dicen los mismos venezolanos honestos, ningún gobierno ha hecho tanto por este pueblo. ¿Cuántos años necesitó el capitalismo para desarrollarse? Entonces, ¿por qué los regímenes progresistas los devaluamos porque llevan veinte, treinta años, cuarenta, cincuenta, tratando de lograr el progreso? No puede ser. Se tarda años.
Pero, ¿se acaba el capitalismo o no se acaba?
Alguien con un altísimo reconocimiento académico dijo que el problema del capitalismo es que el socialismo indudablemente va a surgir: la misión es demorarlo todo lo que se pueda. Cuando usted analiza lo que está pasando en el mundo cada vez más hay que recurrir, desde el capital, a procesos más participativos. La recurrencia a esos procesos cada vez más participativos, de más cantidad de personas en la toma de decisiones de la política pública, es una necesidad del sistema… Pero si no se logran los resultados, si sigue siendo un proceso cíclico, al final del camino lo que la gente piensa es que hay que cambiar el sistema. ¿No es cierto? Es un sistema que, porque no encuentra solución entre esa minoría que gobierna y distribuye, y los que requieren y necesitan, motiva en sí mismo la búsqueda de otra solución. Por eso el fracaso del neoliberalismo como proceso, con independencia de los avances, que tuvo algunos, no se puede negar.
¿Cuáles?
Bueno, yo diría, por ejemplo, la proyección diferente entre el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, el poner en evidencia los procesos de ajuste del FMI, esos que al final del camino todo el mundo los conoce… Mire, los lineamientos de Cuba se asientan en el número uno, que es preservar el socialismo. Y preservarlo sobre la base y planteado de esta manera: un socialismo sustentable, propio y, como es lógico, autónomo y en beneficio de la sociedad cubana. Porque no vemos otra solución. En ningún momento las medidas que se están aplicando llevan implícita una involución. Todo lo contrario, la confirmación de que la solución para Cuba es el socialismo, y el socialismo sobre la base de recursos propios y condiciones propias, características propias, tomando las experiencias del resto del mundo en la medida en que nos sean útiles para desarrollar nuestra propia sociedad. Y eso es lo que tiene el consenso popular. En el 2000 más del 90% de las personas votaron en un referéndum a favor de construir el socialismo y en función y con los criterios de los lineamientos que se propusieron y aprobaron en el Congreso del partido y luego en la Asamblea del poder popular. Hay una expresión del compañero Fidel de hace muchos años: si el socialismo es un sueño nuestro, ¿por qué no nos dejan realizarlo?


En Cuba por Carambola

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Tres años después de “jugar” con el ingenio y las fortalezas del desarrollo local, Amor y Naturaleza, un proyecto medioambiental de bases democráticas, no ha dado con rastro de ciruelas chinas, sino que por esas raras tacadas del billar, apuntó a las voluntades y movió la esperanza
Por Daymaris Martínez Rubio
En Carambola los caminos son estrechos y cualquier cosa semejante a la tierra será también polvo y piedra filosa. No hay parques ni alcantarillas ni mercado. Y su gran paradoja, bromea la gente, es que sus ojos se los tragará esta vida sin haber visto una sola de esas frutas de carambolo, amarillas, con sabor agrete y del tamaño de un huevo de gallina.
La voluntad y capacidad profesional de la ex parlamentaria María de los Ángeles Alonso (izquierda), han sido decisivas en los progresos de una comunidad rural antes silenciada. (Foto: Daymaris Martínez Rubio).
Carambola no tiene carambolas y su gentilicio no está en los diccionarios de la Real Academia Española. ¡Por poco no hay ni desgracias!, dice un pesimista que perdió la única guagua, y sobre la comarca situada a unos seis kilómetros de Candelaria (Artemisa), cae una cascada de risa libre y llana.

Por su disposición, a vista de alcatraz, el caserío es lo más parecido a un esqueleto de pescado, pero desigual y bastante quebradizo, como si en lugar de anzuelos y red habláramos de un pez molido a palos.

Es también una Atenas atípica: “Si se convence, la gente participa”, asegura Mayra Rojas Amaya, devenida líder natural desde que los grandes sueños se hacen realidad por voluntad propia, todos puestos a pensar.

Plantado sobre los recuerdos de un antiguo ingenio del siglo XIX, el villorrio aún semeja uno de esos bateyes de central donde los gallos son el único reloj despertador y los catarros se curan con un trago de ajenjo. Solo que hace mucho el aire no huele a melaza y el grueso de los brazos se ha ganado el pan sobre el indigesto vaho de la boñiga, entre paladas de pienso, cubos de agua escasa y la anarquía de una insoportable orquesta porcina que condena al oído a desafinar.

Pero, no ha sido ese su drama real, aclara la ex parlamentaria María de los Ángeles Alonso, mientras se adentra con las piernas doloridas en la rocosa campiña de la circunscripción 7 del Consejo Popular Pre montaña.

Con la crisis económica, relata, el país se vio precisado a cerrar una de las dos granjas integrales porcinas “que aquí eran como el epicentro de la vida social; muchos de los hombres fueron a otros trabajos, pero, la mayoría de las mujeres regresó a la casa”.

¿Una estocada a la reivindicación femenina?, “sin dudas”, asiente la también especialista de la dirección provincial de Ciencia, Tecnología y Medioambiente en la recién estrenada provincia de Artemisa. Mary para los “carambolenses”, es aquí como esos “famas” de los que hablaba Cortázar, “un ser importante” para el orden social, aunque su primer discurso les sonara a longaniza.
Amor y Naturaleza
La primera vez que escuchó hablar de ECOVIDA, Mayra Rojas Amaya pensó en un hormiguero. Ya no lo recuerda, pero ese fue su truco.

Porque para una mujer de mangas al codo, que cocinaba con leña y no tenía uñas largas, el tiempo difícilmente podía gastarse en palabras. Y ese solo argumento la convenció.
En Carambola, el reconocimiento del talento propio y el desarrollo de la autogestión como pilares del desarrollo: dos de los mayores logros de un proyecto medioambiental de esencia redentora, iniciado hace tres años. (Foto: Daymaris Martínez Rubio).
En Carambola aprendió que los lamentos no eran parte de sus ocupaciones diarias; que la felicidad era un duro hueso; que incluso la luz eléctrica era tanta ironía que llegó a ver las tinieblas como un mal necesario, porque entre “tendederas” y pájaros suicidas lo que iba quedando en su propia casa eran puros “defectos” electrodomésticos.

Cuando en 2009 la entonces parlamentaria María de los Ángeles Alonso se sumó al proyecto del Centro de Investigaciones y Servicios Ambientales ECOVIDA, comprendió que una serie de estorbos infinitos le impedían hacer algún pronóstico de éxito. Para empezar, se dijo, pondría sus ojos en el lugar de los otros. Y ese humano ejercicio le dolió.

“Llegamos –recuerda– a una localidad con una sola escuelita, llena de tendederas eléctricas, sin áreas de recreación ni agua corriente ni alcantarillas. Muchas de sus mujeres eran amas de casa y usaban la leña para cocinar”.

Algo inquietante, subraya, era su peligrosa proximidad a la Reserva de la Biosfera Sierra del Rosario, cuya Estación Ecológica coordinaba precisamente el proyecto: “Sabíamos que nuestra contribución sería decisiva y la encaminamos al Desarrollo Local endógeno sostenible. Buscábamos reivindicar formas de vida, desde dentro.

“Una buena parte de nuestra estrategia contempló el ejercicio participativo, la realización de talleres, de juegos de roles…; así descubríamos las potencialidades humanas de la localidad y sentábamos las bases de la autogestión y el diálogo colectivo”.

Participar –recuerda Mayra– comenzó a tomar sentido: “porque veíamos que las propuestas cogían el rumbo de cosas concretas. Para empezar, se acabaron las tendederas, y luego nos distribuimos en equipos para armar mapas de riesgo (ecológico), identificar plantas invasoras; incluso para conocer de dónde viene el nombre de Carambola. El caso es que no encontramos ¡ni una sola mata de ciruelas chinas!”(risas).

El paisaje se tornaba más humano y el grupo que nombraron “Amor y Naturaleza” no solo hacía sus pininos, sino que, después de dos o tres tazas de su propia porfía, Mayra se convirtió en coordinadora principal y hoy es una auténtica líder comunitaria, relata María.

“Comenzaban a encontrarse a sí mismos”, agrega con las pupilas lustradas hasta el brillo; mientras Claudia, una pequeña rubia de unos diez años que disfruta descalza del suelo pelado, se esmera en mirarle a los ojos con un gesto tiernamente inequívoco. Y, bueno, de grande le gustaría ser doctora, pero lo que es hoy “quisiera un parquecito, porque, todavía, en Carambola algunos niños la pasamos aburridos”.