Mi blog sobre Economía

domingo, 8 de septiembre de 2013

Cuba protege la legitimidad de sus habanos

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El reciente decomiso de falsos Habanos por agentes del Ministerio Público de Costa Rica en varios locales comerciales de la capital de ese país, reafirma la necesidad de que los fumadores de los famosos tabacos cubanos en el mundo conozcan las cualidades que distinguen los puros hechos en la Mayor de las Antillas, para evitar estafas.
Según expertos del comercio internacional todo producto de calidad, con fama universal como los habanos, continuamente corre el riesgo de ser falsificado por personas inescrupulosas. Por tal razón, alegan, para evitar tales estafas, los compradores deben conocer una serie de signos de distinción que caracterizan cada presentación de estos.
Los auténticos tabacos cubanos tienen Denominación de Origen Protegida (D.O.P.), término legal que se reserva para calificar los  mayores de tres gramos, fabricados en la Isla, conforme a las normas de calidad establecidas por su industria tabacalera, con variedades de hojas del tipo negro cubano, cultivado en regiones específicas,  amparadas también con denominaciones de origen.
Por ello,  en las presentaciones actuales de los habanos destaca el sello de garantía de la República de Cuba, timbre que aparece en todos los productos tabacaleros fabricados en la Isla. La primera vez que se utilizó fue en el año 1889, por Decreto Real del  Rey de España.
Posteriormente, en 1912, el gobierno independiente de Cuba aprobó una ley que autorizaba el uso de un nuevo diseño -similar al que se utiliza hoy-, al cual se le realizó una ligera modificación en 1931 y añadió en 1999, un número de serie en rojo y un emblema solo visible bajo la luz ultravioleta.
En el año 2009, se introdujo otro que se diferencia del anterior al incorporar una banda holográfica en el extremo derecho y un código de barras en la parte izquierda, junto al Escudo de la República de Cuba, que personaliza cada envase y permite hacer un seguimiento de todas las fases de su comercialización desde su salida de Cuba.
Gracias a ello el producto puede ser identificado en cualquier parte del mundo y proporcionar información adicional sobre su distribuidor, el número de factura y otros detalles. Además, el consumidor puede verificar la autenticidad de los habanos que compre, mediante el sitio web de Habanos s.a.
Hoy todas las cajas y petacas llevan además en el extremo superior derecho, el sello Habanos, añadido en 1994, para indicar la Denominación de Origen Protegida (D.O.P.).
Otro elemento que certifica la adquisición correcta es el bloque institucional. Los fondos de todas las cajas,  desde 1960, tienen una marca estampada en caliente con las palabras Habanos s.a., Hecho en Cuba, Totalmente a Mano.
Hay otros códigos secretos que indican la fábrica y la fecha donde fueron elaborados, que aparecen en dos sellos colocados al fondo de los envases.
La comercializadora en exclusiva de todas las marcas tabacaleras cubanas y de otros vinculados a estos, tanto en Cuba como en el resto del mundo, es la empresa mixta Habanos S.A., fundada en 1994, líder mundial en la comercialización de puros Premium (hechos totalmente a mano).
Esta corporación, propiedad a partes iguales de Cubatabaco, entidad del Estado Cubano, y la española Altadis, perteneciente al grupo inglés IMPERIAL TOBACCO GROUP PLC, se encuentra presente en los cinco continentes e implantados en más de 150 países mediante sus distribuidores.  En la actualidad, más de 90 % de su facturación global proviene de la actividad internacional.
En el lugar adecuado
Se recomienda, además, adquirir siempre los Habanos en la red de establecimientos comerciales especializados, de distribuidores exclusivos del genuino producto cubano. 
Una red internacional de tiendas bajo franquicia de la Corporación Habanos s.a., denominada Casa del Habano, están abiertas en más de 150 países, las cuales se distinguen, sobre todo, por su oferta de estos puros.
Tales establecimientos son atendidos por profesionales con amplio conocimiento sobre el producto que venden, su cultura e historia, y brindan una atención exquisita y personalizada a cada cliente.
Hoy, Habanos S.A. distribuye 27 marcas cubanas entre las que destacan Cohiba, Montecristo, Romeo y Julieta, Partagás, Hoyo de Mon-terrey y H. Upmann.
También sobresalen Trinidad, Cuaba, Vegas Robaina y San Cristóbal de La Habana, entre otras. Existen más de 220 vitolas de salida, y más de 350 referencias de Habanos y alrededor de 80 vitolas de galera o formatos de fábrica.
La mencionada empresa mixta. solo comercializa estos productos mediante su red de distribución oficial, actividad que excluye cualquier distribuidor especializado en ventas on-line.
De esta forma y en aras de dar a conocer sus productos,  la red de distribución internacional, franquicia denominada La Casa del Habano, y los productos licenciados, solo utilizan las páginas web www.habanos.com y www.lacasadelhabano.com.

Crearán nuevas cooperativas en Cuba

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(PL) Otras trece cooperativas se crearán en el ámbito del Ministerio de Industrias de Cuba, como parte de la continuación del proceso de actualización del modelo económico de la isla, se anunció hoy aquí.
El ministro de Industrias, Salvador Pardo Cruz, dijo que las nuevas cooperativas, del sector no estatal de la economía, operarán en las actividades de confecciones, muebles y calzado, para sumarse a otras dos ya existentes dedicadas al reciclaje.

Dijo que esas estructuras productivas acompañarán la gestión de la empresa estatal socialista, que sigue siendo la columna vertebral del modelo económico cubano.

Pardo Cruz hizo el anuncio durante la conferencia constitutiva del sindicato nacional de los trabajadores del sector industrial.

El Ministerio de Industrias se creó hace menos de un año como parte del reordenamiento institucional y empresarial que tiene lugar en el país.

Promover la intensificación del reciclaje y el aumento del valor agregado de los productos recuperados están entre sus objetivos, según declaró el Ministro.

También desarrollar las industrias productoras de envases y embalajes. El empleo adecuado de máquinas, herramientas y equipos se suma a las líneas principales de esa dependencia, indicó.

Cuba supera un sueño inconcluso aún para la ONU

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(PL) Cuba llega hoy al Día Mundial de la Alfabetización, declarado por la ONU, con esa aspiración satisfecha desde 1961, señala el diario Juventud Rebelde.
El periódico recuerda que esta nación se liberó de ese flagelo desde antes que la ONU decretara en 1967 la jornada especial para motivar al mundo erradicarlo.

Sin embargo, todavía en el orbe unos 67 millones de niños no asisten a la escuela primaria y otros 72 millones de adolescentes tampoco disfrutan de ese derecho a la educación.

Mientras tanto, hace apenas siete días inició el curso escolar 2013-2014 y las aulas de este archipiélago antillano acogieron a cerca de dos millones de estudiantes de la enseñanza general y a 200 mil de la educación universitaria.

El rotativo señala que este país, no satisfecho solo con la hazaña doméstica, ayuda al mundo a enfrentar esa situación y a partir de 2001 se empezó a trabajar con un novedoso método para alfabetizar.

Expone que la iniciativa correspondió al líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, y al empeño de la doctora cubana Leonela Relys, creadora junto a un equipo del programa educativo Yo, sí puedo.

El ofrecimiento cubano permitió que más de siete millones de personas de 30 países hayan visto la luz a través de las letras.

Con es método novedoso Venezuela pudo ser declarada Territorio Libre de Analfabetismo en 2003 y luego también Bolivia y Nicaragua.

La contribución permitió a Cuba merecer en 2001 y 2002 una mención honorífica del Premio de Alfabetización Rey Seijong, otorgado por el Fondo de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

En 2006 también el país se alzó con esa distinción por el desarrollo de programas para el aprendizaje básico en diferentes partes del mundo, a donde llega el Yo, sí puedo en varios idiomas.

Unos 216 mil 876 ciudadanos angolanos fueron alfabetizados con el método cubano, mientras en Argentina aprendieron a leer y a escribir otras 24 mil personas.

La ayuda solidaria favorece también la continuidad de estudios en otros proyectos como Ya puedo leer y escribir y Yo, sí puedo seguir.