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jueves, 23 de enero de 2014

Los cítricos vuelven a levantarse en Cienfuegos


El programa de desarrollo permite la progresiva recuperación de las áreas de Citrisur, gracias a un intencionado trabajo de fomento de plantaciones y producción de posturas
EL VIVERO GARANTIZA CERCA DE 100 MIL POSTURAS ANUALES. FOTO DEL AUTOR 
JULIO MARTÍNEZ MOLINA

CUMANAYAGUA, Cienfuegos.— En la Empresa de Cítricos Arimao (Citrisur), la devastación de las plantaciones provocada por la enfermedad delHuanglongbing ocasionó considerables descensos productivos.

De las 30 mil toneladas anuales cosechadas antes del 2005, no solo queda el buen recuerdo, sino además, el objetivo de reeditarlas en plazos futuros, gracias al programa de desarrollo en marcha.

El enclave cerró el 2013 con solo 2 500 toneladas (e igual cifra está prevista recolectar en el 2014), indica a Granma su director general, el ingeniero agrónomo Arnaldo Remberto Pérez Morales, quien afirma que los mencionados anteriormente son los dos años cuando se "tocó fondo" en la recolección, para ir aumentándola de forma paulatina a partir del 2016.

Será solo después del 2017-18 que podrá contarse con una respuesta por encima de los niveles productivos del momento, para lograr desde ahí la estabilidad, mediante un promedio de cosecha estimado en 24 mil toneladas al iniciar la otra década.

El programa de desarrollo, el cual iniciaron en el 2009 y cubre hasta el 2020, contempla la demolición de áreas afectadas (unas 200 hectáreas fueron buldoceadas en el 2013, otro volumen significativo se prevé para este año) y siembra de nuevas plantaciones.

En virtud de la implementación del programa —bien en la cuerda de lo planteado en el Lineamiento 195—, hoy cuentan con 260 hectáreas fomento, con muy buena salud y resultados, asevera Arnaldo.

PRIMEROS FRUTOS

En la actualidad se advierten las primeras evidencias de la recuperación ante los estragos del vector propagador del Huanglongbing (la Diaphorina), pues en la UBPC Los Cedros están en parición desde finales del año pasado, extensiones de mandarina sembradas el 14 de abril del 2012, con 60 frutos por planta. La naranja dulce, de igual tiempo, muestra 15 o 20 por árbol.

José Armando Pérez Toledo, al frente de Los Cedros —abanderada de las cinco de su tipo en Citrisur—, indica que, en virtud de esta respuesta más rápida de lo previsto, durante la próxima maduración el rendimiento debe situarse a más de 3 toneladas por hectáreas.

La agricultora Mairelis González Burú considera que el éxito guarda relación con el celo y cuidado permanente puestos en estas nuevas áreas.

Amén de naranja y mandarina, en Citrisur crecen la toronja (entregaron a la industria 1 400 toneladas en el 2013) y la lima persa, en una superficie general que en la próxima década alcanzará las 1 600 hectáreas.

Como la inversión citrícola es bien costosa —atacan al vector con fumigaciones semanales de productos caros e importados—, hay un plan alternativo para la exportación de carbón, en pos de contribuir a sufragarla con los ingresos que reporte ese renglón. "En el 2013 vendimos al exterior 2 000 toneladas del producto, lo cual nos pone en muy buena situación financiera", resalta Arnaldo.

Además, desarrollan la siembra intercalada de boniato, frijol, maíz, frutabomba y guayaba, al tiempo que fomentan el mango (son los mayores productores del territorio) en un área especial y dedican los terrenos de dos UBPC a los cultivos varios.

Hasta hace un tiempo, el nivel de plantas de cítrico no rebasaba las 320 unidades por hectáreas. Ahora, de acuerdo con los estándares de siembra de la citricultura actual que observan otro marco, tenemos 553 plantas por hectáreas; eso nos da la cobertura para que, en caso de un árbol manifestar síntomas de la enfermedad, poder cortarlo sin perjudicar la buena densidad de las poblaciones, las cuales llegarán a las 10 toneladas por hectáreas en el plazo de un lustro, dice el ingeniero agrónomo.

VIVERO CERTIFICADO PARA GARANTIZAR POSTURAS

El vivero multiplicador certificado de Citrisur, uno de los más eficaces del país, dispone de cinco casas de cultivo protegido capaces de concebir posturas de muy buena calidad para 120 hectáreas anuales, sostiene su jefa de brigada, Magda Méndez Máximo.

Tenemos la misión de brindar las germinaciones necesarias para la siembra hasta el 2018, en función de reponer las áreas demolidas, expresa la ingeniera agrónoma Magda, quien destaca el vigor, lozanía y buen desarrollo fisiológico general de las posturas.

Cada una de las cinco casas aporta 22 mil posturas al año, refiere María Caridad Martínez Lemus, especialista del vivero. Magda apunta que los niveles de pérdida, un 7 % de las plantitas germinadas, se comporta bien por debajo de los estándares, situados en un 15 %.

Las plantas proporcionadas por el vivero (donde cumplen un ciclo de crecimiento de doce meses) cumplen nuestras expectativas por su fortaleza, algo esencial, comentan los productores Pedro Ojeda Arce y Rubén Ojeda Pérez.

Ellos, como todos los agricultores de Citrisur, aplican tratamiento fitosanitario a las nuevas plantaciones en crecimiento, las podan, riegan, fertilizan, a tiempo y en la medida correcta. De esta manera, los otrora bellísimos campos de Cumanayagua comienzan a reverdecer nuevamente, en el camino de la recuperación citrícola.

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