El uso de biodigestores contribuye a la generación de electricidad con menores costos de producción y sin daños ambientales.
La Habana, 10 feb .- El biogás se perfila como el principal portador energético renovable para cubrir la demanda de electricidad en los centros productores agropecuarios, según especialistas de ese sector.
Si bien desde 1990 las autoridades agrícolas apoyan esos proyectos, con las nuevas políticas económicas se incrementan las acciones para un mejor aprovechamiento de las fuentes limpias de energía y en ese sentido, se proyecta instalar plantas biogeneradoras de pequeño y mediano tamaño.
Raúl Damas, especialista del ministerio cubano de agricultura, informó que las entidades dedicadas a la actividad porcina tendrán prioridad y algunas de ellas ya se reestructuran con el fin de crear centros para más de 3 000 animales, dotados de la tecnología necesaria en el tratamiento de residuales orgánicos.
En toda la isla existen unos 7000 convenios porcinos que pautan la construcción de biodigestores en su entorno, los cuales contribuyen a la generación de electricidad e iluminación y a la cocción de alimentos, precisó.
Además, el empleo de esos dispositivos permite obtener un fertilizante orgánico muy beneficioso para los suelos, por su alto contenido de potasio, nitrógeno y fósforo, agregó Damas.
Paralelo a la instalación de los dispositivos, el Ministerio de Agricultura ofrecerá cursos de capacitación a los trabajadores vinculados a la ganadería (sobre todo, la porcina), los cultivos varios y otras actividades generadoras de desechos orgánicos.
En la actualidad, los digestores de biogás en toda la nación sobrepasan los 220 y durante los últimos años, se mantiene una tendencia al aumento, de acuerdo a los más recientes informes de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información.
Desde 2009, en Cuba se realizan de forma sistemática encuentros nacionales de usuarios del biogás dirigidos a promover una cultura energética ambiental a favor del uso de las denominadas tecnologías limpias.
Las acciones impulsadas en esos talleres han permitido la rehabilitación y puesta en marcha de más de 70 dispositivos en los últimos tres años, además de potenciar la colaboración en la rama.
La producción de biogás y biofertilizantes a partir de residuos como excretas porcinas, vacunas o deshechos vegetales resulta ya una práctica extendida en las entidades estatales y cada vez más productores privados se suman a la iniciativa.
En este empeño participan ministerios como el de la Agricultura y el de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, junto a los gobiernos locales.
Asimismo, cuenta con el apoyo de organizaciones no gubernamentales como la Sociedad Cubana para la Promoción de las Fuentes Renovables de Energía y el Respeto Ambiental (Cubasolar) y el Movimiento de Usuarios del Biogás, este último dedicado a diseñar acciones y estrategias de implementación.
Esas entidades no solo brindan apoyo y asesoría a los pequeños productores, sino que realizan estudios de factibilidad para determinar si es posible la generación a gran escala de electricidad mediante el procesamiento de residuos de origen orgánico, con el objetivo de reducir la explotación de fuentes contaminantes.
El auge de esas iniciativas se relaciona también con el proceso de actualización del modelo económico cubano cuyo documento rector resalta la necesidad de potenciar el aprovechamiento de fuentes renovables de energía, sin efectos nocivos para el medio ambiente.
La Habana, 10 feb .- El biogás se perfila como el principal portador energético renovable para cubrir la demanda de electricidad en los centros productores agropecuarios, según especialistas de ese sector.
Si bien desde 1990 las autoridades agrícolas apoyan esos proyectos, con las nuevas políticas económicas se incrementan las acciones para un mejor aprovechamiento de las fuentes limpias de energía y en ese sentido, se proyecta instalar plantas biogeneradoras de pequeño y mediano tamaño.
Raúl Damas, especialista del ministerio cubano de agricultura, informó que las entidades dedicadas a la actividad porcina tendrán prioridad y algunas de ellas ya se reestructuran con el fin de crear centros para más de 3 000 animales, dotados de la tecnología necesaria en el tratamiento de residuales orgánicos.
En toda la isla existen unos 7000 convenios porcinos que pautan la construcción de biodigestores en su entorno, los cuales contribuyen a la generación de electricidad e iluminación y a la cocción de alimentos, precisó.
Además, el empleo de esos dispositivos permite obtener un fertilizante orgánico muy beneficioso para los suelos, por su alto contenido de potasio, nitrógeno y fósforo, agregó Damas.
Paralelo a la instalación de los dispositivos, el Ministerio de Agricultura ofrecerá cursos de capacitación a los trabajadores vinculados a la ganadería (sobre todo, la porcina), los cultivos varios y otras actividades generadoras de desechos orgánicos.
En la actualidad, los digestores de biogás en toda la nación sobrepasan los 220 y durante los últimos años, se mantiene una tendencia al aumento, de acuerdo a los más recientes informes de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información.
Desde 2009, en Cuba se realizan de forma sistemática encuentros nacionales de usuarios del biogás dirigidos a promover una cultura energética ambiental a favor del uso de las denominadas tecnologías limpias.
Las acciones impulsadas en esos talleres han permitido la rehabilitación y puesta en marcha de más de 70 dispositivos en los últimos tres años, además de potenciar la colaboración en la rama.
La producción de biogás y biofertilizantes a partir de residuos como excretas porcinas, vacunas o deshechos vegetales resulta ya una práctica extendida en las entidades estatales y cada vez más productores privados se suman a la iniciativa.
En este empeño participan ministerios como el de la Agricultura y el de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, junto a los gobiernos locales.
Asimismo, cuenta con el apoyo de organizaciones no gubernamentales como la Sociedad Cubana para la Promoción de las Fuentes Renovables de Energía y el Respeto Ambiental (Cubasolar) y el Movimiento de Usuarios del Biogás, este último dedicado a diseñar acciones y estrategias de implementación.
Esas entidades no solo brindan apoyo y asesoría a los pequeños productores, sino que realizan estudios de factibilidad para determinar si es posible la generación a gran escala de electricidad mediante el procesamiento de residuos de origen orgánico, con el objetivo de reducir la explotación de fuentes contaminantes.
El auge de esas iniciativas se relaciona también con el proceso de actualización del modelo económico cubano cuyo documento rector resalta la necesidad de potenciar el aprovechamiento de fuentes renovables de energía, sin efectos nocivos para el medio ambiente.
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