Por WAYNE ARNOLD, IRA IOSEBASHVILI y CHUIN-WEI YAP
Los mercados mundiales de las materias primas se están volviendo más optimistas sobre las perspectivas de China, un país que pese al enfriamiento de su economía sigue importando cantidades gigantescas de recursos naturales como mineral de hierro, cobre y soya.
Los temores de un aterrizaje forzoso de la segunda mayor economía del mundo, que registró en el primer trimestre su menor crecimiento del último año y medio, han provocado una brusca caída en los precios de los commodities este año. Eso ha acentuado los amplios declives de los precios que han tenido lugar desde 2011, el resultado de la desaceleración de China y el exceso de la oferta.
Ahora, numerosos analistas y estrategas de inversión apuestan a que los precios tocaron fondo. Creen que el gobierno probablemente evitará un descalabro económico y que el crecimiento se estabilizará en torno a 7%, su nivel actual. Si bien se trata de una cifra inferior a las expansiones superiores a 10% de la última década, la economía ha llegado a ser tan grande que durante años absorberá crecientes cantidades de materias primas, enfatizan.
"La gente está siendo demasiado severa" con respecto a China, dice Sameer Samana, alto estratega internacional de Wells Fargo Advisors, que gestiona unos US$1,4 billones (millones de millones) en activos. Wells Fargo Advisors comenzó en febrero a comprar cobre, zinc y aluminio a través de un fondo que cotiza en bolsa y reforzó esas posiciones el mes pasado, dijo Samana.
Algunos commodities como el mineral de hierro, el níquel y el aluminio empezaron en el último mes a recuperar las pérdidas registradas a principios del año. La cotización del cobre ha subido 5% después de alcanzar en marzo su menor nivel en tres años y medio; el jueves, los contratos para entrega en abril cerraron a US$3,1365 la libra. Los contratos de soya para entrega en mayo se ubicaron en US$14,720 la libra el jueves y acumulan un alza de 12% en lo que va del año. Los precios de la soya han aumentado en forma constante a medida que la demanda de China ha disminuido las reservas de Estados Unidos que, según previsiones, caerán a su menor nivel en una década en agosto.
Los precios de los commodities probablemente no volverán a batir marcas como ocurrió en 2011. Un aumento de la producción planificado hace años, durante el auge de la economía china, se hará efectivo en los próximos meses y años, lo cual limitará las alzas de precios.
De todas maneras, los precios son mucho más altos que hace cinco años y muchos analistas prevén que suban en forma constante a medida que China continúe su proceso de urbanización.
El curso de los acontecimientos tendrá grandes repercusiones para la economía global. China ha pasado a dominar los mercados mundiales de las materias primas en los últimos 15 años y consume más de dos tercios de la oferta mundial de mineral de hierro, más de 40% de la producción de cobre e inmensas cantidades de carbón, productos lácteos y azúcar.
Los exportadores de commodities como Sudáfrica, Indonesia y Brasil, cuyas economías se vieron perjudicadas el año pasado ante los temores de un repliegue chino, podrían salir ganando. No obstante, grandes importadores de materias primas, como EE.UU., Europa y Japón, corren el riesgo de perder los beneficios que la caída en los precios ha brindado a sus frágiles economías.
En el caso de China, su dependencia de industrias como la siderurgia, que se han visto afectadas por excesos de deuda y capacidad, podría reducir su productividad y generar problemas económicos en el futuro.
La demanda de China por materias primas ha demostrado ser robusta. Las importaciones de mineral de hierro por volumen crecieron 19% en el primer trimestre, frente al mismo lapso del año previo, su nivel más acelerado desde 2010.
Los envíos de cobre, en tanto, crecieron 24%, mientras que las importaciones de soya lo hicieron en más de un tercio. La producción interna de acero alcanzó un máximo en marzo, pese a las reiteradas promesas del gobierno de clausurar las fundiciones que generan pérdidas y de reducir el exceso de capacidad.
La economía ahora es tan grande que incluso una expansión más moderada puede generar aumentos importantes de la demanda. La consultora londinense Capital Economics estima que China agregó cerca de US$800.000 millones a su Producto Interno Bruto en 2013, casi lo mismo que en 2007, cuando la economía creció más de 13%.
Un envío de soya llega al puerto de Nantong,en China. ChinaFotoPress/Getty Images
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