Por Ariel Terrero
El dato apareció el lunes pasado y conmocionó a buena parte de la población cubana. El producto interno bruto (PIB) creció un mustio 0,6 por ciento en el primer semestre del año. En buena ley, es una señal de estancamiento de la economía. Por más que intente leerse crecimiento, la generación de bienes y servicios, la creación de valores, se mantuvo prácticamente en niveles similares a los de similar etapa del 2013.
Al informar en reunión del Consejo de Ministros, el fin de semana pasado, el titular de Economía, Adel Yzquierdo, reconoció “una desaceleración superior a la esperada”.
Los truenos persistirán durante la segunda mitad del 2014. El gobierno ajustó a la baja el plan anual: 1,4 por ciento de incremento del PIB, en lugar del 2,2 propuesto en la sesión de la Asamblea Nacional de diciembre pasado, meta que ya implicaba un franco debilitamiento en comparación con el 2,7 por ciento de un año atrás.
Una evidencia del cariz alarmante de tales indicadores la aportó el vicepresidente del Consejo de Ministros, Marino Murillo, ante los diputados en diciembre. El Jefe de la Comisión gubernamental de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos comentó que para aspirar en Cuba a un desarrollo, la economía, o sea, el famoso PIB, tendría que crecer anualmente un 6 por ciento o más. Ese cálculo, en torno al cual coinciden numerosos economistas, tendría que mantenerse de manera sostenida durante muchos años, para comenzar a ver nuevos aires en la nación.
¿Qué está pasando en la economía cubana? ¿Por qué no despega después de tres años de adoptar no pocas medidas bajo la bandera de la Actualización del modelo económico? El informe reciente achacó la desaceleración fundamentalmente a decrecimientos de la industria manufacturera, una tecla sensible. Pero las causas y enredos son más profundos.
Para acercarnos a una respuesta concienzuda, Cubaprofunda inició una encuesta entre más de una decena de reconocidos científicos, doctores todos en ciencias económicas. Los resultados intentaremos colgarlos en nuestro sitio el próximo martes, primero de julio.
El dato apareció el lunes pasado y conmocionó a buena parte de la población cubana. El producto interno bruto (PIB) creció un mustio 0,6 por ciento en el primer semestre del año. En buena ley, es una señal de estancamiento de la economía. Por más que intente leerse crecimiento, la generación de bienes y servicios, la creación de valores, se mantuvo prácticamente en niveles similares a los de similar etapa del 2013.
Al informar en reunión del Consejo de Ministros, el fin de semana pasado, el titular de Economía, Adel Yzquierdo, reconoció “una desaceleración superior a la esperada”.
Los truenos persistirán durante la segunda mitad del 2014. El gobierno ajustó a la baja el plan anual: 1,4 por ciento de incremento del PIB, en lugar del 2,2 propuesto en la sesión de la Asamblea Nacional de diciembre pasado, meta que ya implicaba un franco debilitamiento en comparación con el 2,7 por ciento de un año atrás.
Una evidencia del cariz alarmante de tales indicadores la aportó el vicepresidente del Consejo de Ministros, Marino Murillo, ante los diputados en diciembre. El Jefe de la Comisión gubernamental de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos comentó que para aspirar en Cuba a un desarrollo, la economía, o sea, el famoso PIB, tendría que crecer anualmente un 6 por ciento o más. Ese cálculo, en torno al cual coinciden numerosos economistas, tendría que mantenerse de manera sostenida durante muchos años, para comenzar a ver nuevos aires en la nación.
¿Qué está pasando en la economía cubana? ¿Por qué no despega después de tres años de adoptar no pocas medidas bajo la bandera de la Actualización del modelo económico? El informe reciente achacó la desaceleración fundamentalmente a decrecimientos de la industria manufacturera, una tecla sensible. Pero las causas y enredos son más profundos.
Para acercarnos a una respuesta concienzuda, Cubaprofunda inició una encuesta entre más de una decena de reconocidos científicos, doctores todos en ciencias económicas. Los resultados intentaremos colgarlos en nuestro sitio el próximo martes, primero de julio.
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