Mi blog sobre Economía

martes, 8 de julio de 2014

Cuba y su economía en el primer semestre: algunas valoraciones (II)

Por Jose Luis Rodriguez*

Un aspecto esencial para medir los impactos internos en la economía cubana es el comportamiento de las importaciones. En este sentido, la dinámica de las compras en otros países durante el primer semestre de 2014 mostró una evolución más compleja que en el año anterior.

En relación con los alimentos, ya durante 2013 se registró un incremento estimado de alrededor del 19% en los precios, lo que debe haber acercado la factura de compras en el exterior a una cifra de entre 1 900 y 2 000 millones de dólares.

Los pronósticos de precios para 2014 apuntaban el pasado año a un descenso en un grupo de alimentos y al aumento en otros, lo cual debía producir un determinado nivel de compensación en la factura total.

Sin embargo, los datos brindados por el Banco Central de Cuba muestran que si se comparan los precios entre inicios de julio de 2014 con igual fecha de 2013 solo se reflejan disminuciones significativas en la familia de la soya y el trigo panificable.

Mientras tanto, en los alimentos fundamentales que el país importa los incrementos son notables. Así –por ejemplo– el precio por tonelada de leche en polvo entera alcanza 5 569 USD, lo que refleja un crecimiento de 16%. Para que se tenga una idea de lo que esto significa, y suponiendo que se compre una cantidad similar a la del año 2012, a ese precio la factura del lácteo importado llegaría a 234,8 millones, lo que representa un aumento de 43% en relación a lo pagado hace dos años.

Otros alimentos fundamentales en la dieta del cubano también muestran sensibles incrementos. De este modo, en el arroz el precio aumentó 21,7%; en los frijoles 24,3%; en los chícharos 49,9%; en el pollo en cuartos 9,4%; en la pierna de cerdo 33,1%; en el café arábiga 37,8% y en el cacao 42,4%.

Según datos del Informe Mensual del Precio de los Alimentos elaborado por la FAO, la tendencia alcista de los precios en América Latina y el Caribe llevó a un aumento de 8,9% en 2012 y 10,3% en 2013, y hasta mayo del presente año ya alcanza 11,4%, impulsada por múltiples factores, incluyendo los efectos del cambio climático, el empleo de los alimentos como combustible, así como la financiarización de la economía y la especulación que la acompaña.

En el caso de Cuba hay que añadir las afectaciones que impone el bloqueo en términos de costo, seguro y flete, las que elevan aun más el nivel de la factura de alimentos.

Adicionalmente, las políticas dirigidas a la sustitución en la importación de alimentos por producciones nacionales –que potencialmente pueden cubrir el 60% del valor de lo comprado en el exterior actualmente– no han dado los resultados esperados.

En ello inciden factores organizativos de alta significación –tales como precios de acopio poco estimulantes–, pero tiene un peso decisivo el alto nivel de descapitalización de la producción agropecuaria, cuya superación demanda fuertes inversiones. En tal sentido, algunos programas específicos como la producción de arroz y frijoles parecen contar con expectativas favorables para sustituir importaciones en los próximos cinco años, mientras que otros como la producción de carne y leche requerirán de períodos más largos.

En cuanto a la importación de combustible el valor de la cesta petrolera venezolana pasó de 97,31 USD por barril en diciembre del pasado año a 99,11 al cierre de junio, para un ligero incremento de 1,8%. Adicionalmente, y según fuentes venezolanas, el nivel de entrega de petróleo a Cuba por parte de PDVSA se ha fijado en 70 mil barriles diarios, cifra que pudiera estar reflejando una reducción, de acuerdo a informaciones publicadas en febrero del presente año.

La disminución de la alta dependencia del combustible importado para la generación eléctrica tiene una alta prioridad en estos momentos. Según el ministro cubano de Energía y Minas, la política de sustitución de importaciones en el campo energético supone reducir en 13% el costo de generación de un KWH, que actualmente alcanza 0,211 dólares, a 0,183 en 2030. Para ello se proyecta que para este último año el 24% de la electricidad que se consuma provenga de fuentes de energía renovable, frente a 4,3% en el presente.

No obstante, ello requerirá fuertes inversiones, incluyendo el aporte del capital extranjero, tomando en cuenta que solo para desarrollar este programa se requieren 3 700 millones de dólares, y en total habrá que invertir 6 200 millones para elevar la eficiencia del sistema electroenergético nacional.

El programa para el desarrollo de fuentes de energía renovables incluye 633 MW a partir de energía eólica. Adicionalmente está previsto generar con 19 plantas bioeléctricas asociadas a la industria azucarera y al uso del marabú como combustible, con un potencial de 755 MW. El esquema se completa con unos 700 MW que podrán generarse con energía solar y 56 MW mediante hidroeléctricas.

Desde el punto de vista financiero internacional, durante el primer semestre del año se continuó avanzando en los procesos de renegociación de deudas. En tal sentido, fue aprobada recientemente por el parlamento ruso la fase final para la condonación del 90% de la deuda registrada con la antigua URSS, que –según fuentes rusas– alcanzó 35 200 millones de dólares. El pago de los 3 520 millones restantes se debe producir en un plazo de diez años y para ello se otorgarán créditos por la Federación Rusa.

Igualmente se continuó avanzando en el proceso de revisión de la llamada Posición Común por parte de Cuba y la Unión Europea. Este proceso incluye retomar el tema del pago de la deuda cubana con el Club de París, que no se ejecuta desde 1986 a partir de la posición inviable asumida por los acreedores durante largos años de conversaciones fallidas.

Por otra parte, durante el presente año se ha incrementado la presión del bloqueo norteamericano, especialmente en lo referido a la penalización de instituciones financieras que hagan negocios con Cuba. La multa de 8 970 millones de dólares recientemente impuesta al banco francés BNP-PARIBAS establece un nuevo récord en este sentido, y supone de inmediato para Cuba un empeoramiento en las condiciones de obtención de financiamiento internacional.

En síntesis, la economía cubana atraviesa fuertes tensiones durante 2014, lo cual impone nuevos desafíos para aplicar con éxito los lineamientos de la Política Económica y Social aprobados en 2011.

A pesar de la gravedad de los impactos registrados, los mismos pueden ser evaluados como coyunturales, en medio de una política económica dirigida racionalmente a establecer una gestión más eficiente. No obstante, a corto plazo será preciso tomar en cuenta nuevos elementos que permitan disminuir el efecto de esta negativa coyuntura con vistas a incrementar la productividad del trabajo y evitar un mayor deterioro en el consumo de la población.

*El autor es asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM).- See more at: http://www.cubacontemporanea.com/noticias/cuba-y-su-economia-en-el-primer-semestre-algunas-valoraciones-ii#sthash.FTxbgnoj.dpuf

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