Las dudas e interrogantes se agolpan en la sociedad cubana a medida que la reforma económica promete o inicia transformaciones más radicales. Esta encuesta exclusiva concluye hoy con criterios que se suman a la búsqueda de respuestas |
Por Ariel Terrero
La incertidumbre cede el trono por estos días solo al calor. Por más que digan los meteorólogos que la temperatura es igual a la del verano pasado, entre los cubanos asoma con intensidad la obsesión por una limonada o una cerveza helada, un aire acondicionado, la playa, la brisa marina, una piscina… Refrescar, refrescar. Es inevitable, como el ansia de explicaciones, información, respuestas, por más que el gobierno reporte un par de veces al año acerca de la marcha de los cambios en la economía.
Nunca antes, Cuba había emprendido transformaciones económicas con un programa tan bien definido, articulado desde el consenso social. Pero en cualquier proyecto humano la profundidad de las metas genera proporcionalmente dudas, inquietud, el anhelo por distinguir el horizonte.
Décadas atrás, la confianza popular nacía apenas de la fe, alimentada por logros reales aunque incompletos: algún día la Revolución los completaría y llegaría la soñada prosperidad. Contradictoriamente, la incertidumbre era menor que hoy, cuando están mejor definidos la ruta y las pautas del nuevo modelo económico en construcción. ¿Por qué?
Quizás la causa la expuso el propio Presidente Raúl Castro en la sesión parlamentaria de julio de este año. “El socialismo es un viaje hacia lo ignoto”, confesó a los diputados.
La marcha hacia un destino desconocido, pese a los Lineamientos que guían la Actualización del modelo económico cubano, desata preguntas y más preguntas. Faltan señales. Las insuficiencias de la comunicación pública multiplican las incógnitas. ¿Cómo es exactamente ese modelo? ¿Cuáles beneficios traerá? ¿Y cuáles problemas? ¿Cuándo llegará? ¿Qué pasará con mi cuenta del banco? ¿Qué hago con los pesos que tengo bajo la cama? ¿Bajarán los precios? ¿Subirán los salarios?
La entrevista realizada por Cubaprofunda a doce doctores en Ciencias Económicas no pretendía hilvanar respuestas para tantas interrogantes. Solo buscaba criterios sobre una desaceleración de la economía que ha desembocado casi en estancamiento en 2014. Pero la mirada de estos estudiosos se remontó, inevitablemente, sobre el oleaje inmediato para otear el horizonte.
Además del acontecer macroeconómico informado por el gobierno al cierre del semestre, los economistas valoraron las transformaciones emprendidas en el modelo económico y juzgaron la profundidad de las medidas, como muestran las tres partes anteriores de esta encuesta.
Por lógica elemental, la evaluación del proceso fluyó también hacia el análisis de su alcance y de los resultados previsibles. Unos de manera más directa, otros implícitamente, expusieron expectativas y hasta arriesgaron previsiones, no siempre coincidentes. Las visiones que ofrecemos en esta parte final solo suman elementos a la reflexión colectiva sobre los cambios.
En el empeño por entender la marcha de esta reforma y el modelo de economía y socialismo hacia el cual andamos, Cubaprofunda continuará tocando a la puerta de fuentes bien informadas. Buscará incluso respuestas del propio Presidente de Cuba. Sería interesante indagar qué piensa Raúl.
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Miradas al futuro de la economía cubana | |
Los entrevistados observan lentitud en los cambios, pero reconocen el inicio reciente de medidas que pueden tener mayor impacto sobre la economía | |
José Luis Rodríguez, CIEM: Es necesario avanzar más rápidamente en la solución de una serie de problemas de descapitalización que tiene la economía y, particularmente, la agricultura.
Jorge Mario Sánchez, CEEC: Avanzamos desde una sociedad muy homogénea y vertical, con una visión cultural -tanto institucional como a nivel de toda la sociedad- de que el Estado es el único actor que debe y puede acaparar funciones, hacia una sociedad donde tienen cada vez más importancia los elementos complementarios, que apoyan y en algunos casos sustituyen al Estado.
El sector cooperativo y el privado asumen un rol creciente y es muy importante romper con estereotipos de que privado es antagonista del Estado o una negación del carácter socialista. El sector privado cubano se inserta en un contexto socialista para satisfacer objetivos de la sociedad. No niega los beneficios, la propiedad privada, pero los pone en función de la sociedad. Lo mismo es aplicable a la cooperativa como forma intermedia de propiedad.
Con el sector cooperativo y privado marchamos hacia un cambio de concepción acerca de la estructura de la sociedad. Por tanto, deben cambiar las visiones e instrumentos para normar la actividad de estos sectores. Menos reglas, más autonomía y más centrado en los principios, con un entorno flexible.
Juan Triana, CEEC: Este proceso, que ha sido paso a paso, y ha permitido ampliar los horizontes de la economía nacional en términos de actores, está necesitado de políticas más contundentes que promuevan el crecimiento económico.
Una parte importante de esas políticas, al menos tres, acaban de comenzar. Una es la aprobación de una política para la inversión extranjera directa, que incluye la Zona Especial de Desarrollo Mariel. La otra, el inicio de un proceso de reestructuración de la empresa estatal cubana, que en definitiva es el grueso, quizás el 85 por ciento, de la economía nacional. Y la tercera, anunciada desde finales del año pasado, es el programa de unificación monetaria. Esas tres medidas tienen un carácter estructural profundo, y deben tener impactos importantes en los resultados futuros de la economía nacional.
Pero si el país quiere, si nosotros queremos, si el gobierno quiere, caminar hacia un desarrollo y una sociedad socialista, sustentable y próspera, tendremos que pensar profundamente en implementar nuevas medidas que permitan crear nuevas oportunidades y expandir las capacidades productivas del país.
Ricardo Torres, CEEC: Cuba ha dado pasos importantes para desatar las fuerzas productivas desde el punto de vista de las formas de propiedad. Se le han abierto espacios al sector privado, al sector cooperativo, pero todavía con muchas limitaciones para crecer, desarrollarse, ganar en eficiencia y en productividad. Están confinados a actividades muy básicas, de bajo valor agregado. Y es una contradicción porque no aprovecha el activo más importante que tiene Cuba para su desarrollo, y que tendrá durante muchos años: la calificación de su fuerza de trabajo.
Hiram Marquetti, CEAP: Yo creo que el proceso va a dar resultados. Estamos en un momento complejo. En el próximo congreso del Partido se hará un balance del despliegue de los Lineamientos, y la etapa crítica del proceso comenzará entonces porque ya habrá madurado un grupo de medidas y se habrán ejecutado transformaciones funcionales y algunas de tipo estructural de peso, pero en el orden social lo más complicado es construir consensos hoy con factores que la gente no ve todavía.
Aleida González Cueto, CEEC: A mí lo que me da un poco de optimismo es que se han encontrado los hilos de la madeja, es decir, por dónde empezar. El proceso va bien, pero la realidad pone trabas que lo han ido atrasando más de lo planificado y, por supuesto, mucho más de lo que uno desea.
Francisco Borrás, UH: En los últimos tiempos se han dado pasos que tendrán impacto en el corto y mediano plazos. En vías de implementación están medidas principales, desde la unificación monetaria hasta el cambio en la concepción del precio. Una de las que más puede dinamizar la economía es el cambio en el paradigma de los precios. Hoy están anclados a los costos. Mientras mayor el costo, más alto el precio. Con la unificación monetaria y las nuevas estrategias de precios, el costo va a ser una variable del precio y las empresas empezarán a preocuparse más por ser eficientes, competitivas, que hoy no lo tienen como prioridad.
Es como un avión que está calentando los motores ahora, cogiendo pista. No le vas a medir que no coge altura; no, por supuesto, está calentando los motores. Pero cuando la Actualización del modelo despegue, pienso que lo hará como los aviones, con fuerza, hacia arriba. Soy optimista.
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