Mi blog sobre Economía

domingo, 17 de agosto de 2014

Calificar a Obama

Esteban Morales
UNEAC

No recuerdo un presidente norteamericano, por demás negro, que haya accedido a la presidencia con el mandato político con que Obama lo hizo.

Esas elecciones presidenciales del 2008 levantaron muchas esperanzas y el nuevo presidente se encargó de alimentarlas. El abstencionismo disminuyo considerablemente, como para confirmar que se trataban de una elecciones presidenciales que a mucha gente les restauraba la confianza en el sistema electoral norteamericano.

Los primeros discursos de Obama, además de contener el slogan del cambio, esgrimido durante la campaña, abordaban los problemas con una lógica impecable, ofrecían soluciones al parecer viables y ello le granjeaba la confianza de una gran mayoría. La política exterior parecía poder superar la debacle dejada por su sucesor. La crisis económica que había estallado en el propio año 2008 y que le había ayudado a gana la presidencia, también emergía como un reto a superar. Además, la superación de la crisis, era la promesa más importante hecha al pueblo norteamericano. Este último muy afectado por la crisis de las hipotecas., que agravaba seriamente la situación social de muchas familias, entre ellas, la de muchas familias negras, especialmente afectadas.

Pero Obama comenzó mal con la economía. Trató de rescatar a la banca para que esta moviera el crédito y los banqueros se comieron los préstamos y se los repartieron y no aumentaron los créditos. Economistas como Krugman y Ztiglistz le habían advertido de que era mejor inyectar directo para mover la economía, pero Obama confió en la banca y esta lo traiciono, cuando todo aconsejaba hacer lo contrario. La crisis de las hipotecas continuo, la economía continuó sin crear empleos suficiente, sin crecer como se necesitaba y gran parte del pueblo siguió sufriendo las altas tasas de interés, la perdida de sus viviendas, el nivel de pobreza continuo aumentando y la economía en general continuo desmejorando. Aun hoy, el crecimiento de PIB es bajo e inseguro para el próximo año. Solo en el llamado Obamacare, su tan llevado y traído plan de salud fue que Obama pudo anotarse algún punto. Pues en la emigración, ahora agravada por la llegada de decenas de miles de niños de Centroamérica, Obama solo ha logrado exhibir ser el presidente que más inmigrantes ha votado de estados unidos.

No obstante sus fracasos internos, que han llevado su popularidad a los niveles más bajos, los verdaderos descalabros de Obama están en su política exterior.

No solo por los errores que ha cometido, por lo ineficaz de las alianzas que ha formado, las desatenciones que ha generado, así como por el paulatino cambio en la correlación de fuerzas políticas internacionales que ello ha significado . De modo que ya hoy, habiendo emergido del derrumbe socialista con la hegemonía absoluta a nivel internacional, estados unidos no es la potencia de otrora, ha perdido el control de muchos procesos, incluso hemisférico, y ya tiene que repartir el mundo con países que antes controlaba con relativa facilidad.

Se podría decir que la tumba de su liderazgo comenzó a abrirse, cuando se involucró en el medio oriente, especialmente en Irak y Afganistán y cuando como resultado de ello, desatendió su política hacia América Latina y el Caribe. Lo cual, junto a los procesos de cambios que comenzaron a tener lugar en el hemisferio en la emergencia de gobiernos progresistas y de izquierda, cuando Estados Unidos mira hacia el hemisferio, el esfuerzo de reconstrucción de su antiguo poder se hace prácticamente imposible.

El mundo ha cambiado demasiado para lo que era el anterior poderío de Estados Unidos. No ha ganado una sola guerra de las que libro, desde que G. Bush trato de convertir en plataforma de política exterior la lucha contra el terrorismo. Irak, Afganistán, principalmente, que no logran organizarse. Con luchas intestinas, en las que ya estados unidos quisiera sacar el cuerpo.

Libia, de donde saco a Khadafy, asesinándolo, pero donde ha dejado una conmoción interna que no se soluciona. Siria a la que agrede pero sin derrotarla; Irán, que se defiende de manera inteligente. Pakistán, que ha dejado de ser un aliado confiable y Egipto donde no logran controlar la situación.

La expresión más palpable del fracaso de Estados Unidos en su política exterior es Irak, donde después de años de guerra y perder miles de soldados, ahora para detener el avance de los islámicos hacia Bagdad, regresa a bombardear, prometiendo que no enviará tropas. Situación que estimo no va a lograr controlar.

Otras cosas les han salido muy mal a estados unidos. Trató de involucrar a Rusia en los acontecimientos de ucrania, no lo ha logrado y ha tenido que aceptar la reincorporación de Crimea a Rusia. La hegemonía del FMI y el banco mundial parece estar llegando a su fin, porque los BRICS han creado un banco propio y un fondo financiero para contribuir con necesitados de apoyo financiero.

Se manifiesta de manera clara que una forma de agrupación como los BRICS, representa una alternativa que antes no tenían los países más pobres. La economía no cree en lágrimas, pero los BRICS no son peores que Estados Unidos acompañado del FMI y el banco mundial. Y aunque no lo crean, esa multipolaridad del mundo. Con China y Rusia al frente como potencias mundiales, es positiva incluso para no pocos países europeos.

Ante la fiereza que adquiere el “cuarto poder de la seguridad nacional” en los Estados Unidos, el mundo necesita de factores de equilibrio que impidan a toda costa que la antes potencia hegemónica, con tal de recuperar el terreno perdido vaya a impulsar al mundo hacia una catástrofe creyendo que van a salir ilesos. Porque a donde ha llegado la política exterior norteamericana con Barack Obama a la cabeza, muestra claramente que estados unidos está dispuesto a cualquier cosa con tal de recuperar las posiciones perdidas. Y la única forma en que el mundo se puede salvar, es mostrándole todos los días a Estados Unidos, el costo que para ellos tendría, embarcarse en una aventura que ponga al mundo al borde de la guerra. Pues ya existen fuerzas que no quieren la guerra, pero que de tener que librarla Estado Unidos tampoco saldría bien de la contienda. Sobre todo, si tomamos en cuenta todos los enemigos que ha logrado acumular en los últimos 20 años.

Luego la alternativa para estados unidos, a mi parecer, está clara, o aprende a vivir en un mundo en que ya no puede a ultranza imponer su voluntad, o aprende a negociar y a comportarse de acuerdo a las reglas internacionales, o ya no será el país que salió victorioso e indemne de la segunda guerra mundial.

Veamos si de verdad Obama es tan inteligente como dice, porque le ha tocado vivir a las puertas de esa encrucijada. Por supuesto, no nos hagamos ilusiones, Obama es solo el presidente, que además parece no estar gobernando, parece estar más defendiendo su vida que cumpliendo con una tarea política. Existen fuerzas tenebrosas en el país que pueden cuestionarlo, ponerle obstáculos como han hecho hasta ahora, e incluso matarlo. La lógica nos dice que no es posible que un hombre como Obama, que desplegó tantas idea buenas al principio de su mandato, haya girado tanto, sobre todo en la política exterior, que tomó el camino que no parecía estar en sus discursos. Eso solo puede ser resultado de haber ganado conciencia de los poderes a los que tendría que enfrentarse para seguir la política que hubiera querido.

Pero demás, mientras Obama avanza con su política exterior, en medio de las múltiples contradicciones que le van arrastrando cada vez más al fracaso, el mundo sigue su agitado curso y otros también hacen su política y no precisamente para darles frutos a Obama, sino restarle más espacio.

China y Rusia, como nunca antes, se vuelcan sobre América Latina y el Caribe disputándoles, con agendas políticas limpias y fuertes planes de colaboración el terreno a Estados Unidos, sin que este último tenga una alternativa competitiva para responder las nuevas organizaciones integracionistas, fundadas sin la presencia de Estados Unidos: Unasur, Banco del Sur, Celac, Mercosur, Petrocaribe, van emergiendo como formas de integración, que rompen la lógica neocolonial del ya viejo y obsoleto sistema económico latinoamericano.

Sobre todo porque la vieja integración, hablaba de comercio, inversiones, tecnología, pero no se identificaba con los problemas sociales, de la pobreza y la marginalidad. Por lo cual, la integración era solo una cuestión de elites económicas, empresarios, bancos, comerciantes, el hombre y la mujer de abajo ni siguiera la veían pasar.

Con el impulso de las ideas de Fidel y Chávez, la integración comenzó por debajo. La alfabetización, médicos en lugares remotos, la operación milagro, lo cual identifica a los pueblos con la idea de la integración, pues sienten sus beneficios de inmediato, saben que se trata de algo que hay que impulsar pues les beneficia. Una conciencia social de lo que es la integración nunca había existido, su significado para el conjunto de la sociedad latinoamericana y caribeña. Es el modo en que la integración deviene en una tarea política y las masas la esgrimen como bandera de lucha.

Por su parte, la OEA, va perdiendo crecientemente prestigio, el TIAR (tratado interamericano de asistencia recíproca) pierde sentido paulatinamente como instrumento de cooperación militar. La cumbre de las Américas, proclama la presencia de Cuba. Junto a esto las agrupaciones caribeñas avanzan también.

En realidad estas nuevas agrupaciones integracionistas actúan sobre la base de ir eliminando paulatinamente las viejas instituciones económicas y políticas, controladas por estados unidos, símbolos del sistema neocolonial inaugurado con posterioridad a la segunda guerra mundial.

Todo este reordenamiento hemisférico, si bien no persigue eliminar las relaciones económicas con estados unidos y Europa. Si produce una mayor independencia, autonomía, soberanía y grados de libertad para decidir sobre el bienestar de la región y los países que la integran, sin tener que someterse a ninguna hegemonía prestablecida.

América Latina y el Caribe van siendo paulatinamente más independientes, mas dueños de su futuro y estados unidos no está en condiciones de detener ese proceso. No solo `porque ya no cuenta con la fuerza para hacerlo, sino porque otros mecanismos comienzan a contar con creciente fuerza para hacerle la contrapartida, ofreciéndole una alternativa real y viable a los países del hemisferio que se quieran sumar al proceso.

Dentro de todo ese proceso, Cuba se ve extraordinariamente beneficiada, pues puede escapar de la soledad que sufrió durante tantos años y tener aliados hemisféricos para resistir mejor la carga que representa el bloqueo de Estados Unidos. Pero Obama, la decisión definitiva sobre cuba, la tiene en el mismo saco de todas sus indecisiones de política. Por eso su política de subversión no es más que para dejarle la solución al que viene detrás y continuar haciendo cosas contra Cuba que le hagan quedar bien con la derecha. Pienso que si negocia algo, será solo el caso de Allan Gros.

Luego si fuéramos a calificar al presidente Obama, diríamos, que teniendo casi todas las cartas, no aprobó el examen. ¿cómo puede un hombre tan inteligente perder una oportunidad como esa? Obama no dirige el país y parece tener serios problemas para hacer valer su autoridad dentro del aparato militar y de inteligencia. Ese aparato ha devenido en un cuarto poder. La caracterización que dio D. Eisenhower al definir el complejo militar industrial, en 1954, ya ha sobrepasado con mucho los límites del poder que el entonces presidente le presuponía. Hoy el Pentágono, la CIA, el FBI y las 17 agencias de inteligencia junto a la Corte Suprema, tienen un poder que rebasa el del presidente y cualquiera otro que se le oponga.

Contra lo que Obama ganaba con haber gobernado de manera inteligente, como el primer presidente negro del país, siguiendo su propia política, que para nada parecía descabellada, con el prestigio de que disfrutaba, solo una cosa puede oponerse: poco después de asumir la presidencia, haber ganado conciencia de lo extraordinariamente poderosas y tenebrosas que son las fuerzas que se hubieran opuesto a una política, que para ellos afectaba al imperio. Y en la alternativa entre nación e imperio, Obama no tiene capacidad de selección. Son otros los que deciden. Los mismos que lo seleccionaron a él y no a Hillary Clinton.


La Habana, Agosto 17 del 2014

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