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domingo, 3 de agosto de 2014

Cuba: el Índice de Desarrollo Humano 2014 y las dudas razonables.

Por Manuel David Orrio
Hermes Internacional

La Habana,14/08/01.-Cuba aparece  en el Informe de Desarrollo  Humano del 2014 como el 44to. país con mejor desempeño en el ejercicio de los derechos humanos (1). Pero llama la atención que  el Archipiélago caribeño habría ascendido desde un puesto  59 en el 2013, para una “trepada” de ¡15 puntos!  en sólo un año ¿Cómo es posible?

El Índice de Desarrollo Humano (IDH) ofrece un “retrato social” de cada país, capaz de vencer   muchas manipulaciones mediáticas, a favor o en contra de cualquier nación. Se obtiene tras complejas operaciones matemáticas, que involucran 4 indicadores: Esperanza de Vida al Nacer, Años Promedio de Escolaridad, Años Esperados de Escolaridad e Ingreso Nacional Bruto Per Cápita, también conocido como Producto Nacional Bruto Per Cápita.

En los tres primeros indicadores, Cuba apenas ha experimentado cambios entre el 2013 y el 2014, y se mantiene más o menos a la altura de países tan avanzados como Suecia, Noruega y Dinamarca. Pero en el Ingreso o Producto Nacional Bruto Per Cápita, de un año para otro y según los respectivos informes, ascendió de 5539 dólares estadounidenses  a 19844.

Los números   no proceden de fuentes oficiales criollas, sino de estimados de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) (2), empleados en los informes. Difícil se hace entender el salto adelante, habida cuenta del daño que las políticas norteamericanas  de embargo-bloqueo provocan a Cuba,  sumadas  a aquel las carencias de una “actualización” de su modelo económico, que por ahora no logra una de las más  importantes  metas del Desarrollo Humano: crecimiento suficiente para sustentar plena equidad y justicia. Sin embargo, el Banco Mundial, poco amistoso hacia Cuba, estimaba  para el 2011 que el Ingreso o Producto Nacional Bruto Per Cápita cubano era de 18520 USD, cifra cercana a los 19844 calculados por la CEPAL (3).

Según el economista criollo Humberto Herrera Carlés, “El anuncio reciente de las autoridades cubanas sobre el crecimiento de 0.6 % del Producto Interno Bruto (PIB) en el I Semestre del 2014, después que en el 2011 se comportó +2,7 % y en el 2012 +3.1 %, era en mi criterio, un resultado posible y que podía ser hasta peor (4)”.

El PIB no es el Ingreso o Producto Nacional Bruto (PNB)... “mientras que el PIB cuantifica la producción total llevada a cabo en un país, independiente de la residencia del factor productivo que la genera; en el PNB, por el contrario, solo se incluyen los productos o servicios obtenidos por factores productivos residentes en el país de medición. A título de ejemplo si una cantante, residente en Afganistán, se desplaza hasta España y da un concierto en este país, este servicio se incluirá en el PIB de España y no en el de Afganistán. Por el contrario se incluirá en el PNB de Afganistán, su país de residencia, pero no en el de España (5)”

Dicho en “cubano”, y para mencionar lo más cercano: los muy apreciables ingresos que Cuba obtiene como resultado de la labor de miles de sus médicos, ubicados en cualquier lugar del mundo, se suman al Ingreso o  Producto Nacional Bruto, pero no a su Producto Interno Bruto. ¿Han crecido tanto de un año para otro, como para provocar que la mayor de las Antillas ascienda 15 puntos en el Índice de Desarrollo Humano, a tenor de los estimados de la CEPAL?

Ingreso o Producto Nacional Bruto y  Producto Interno Bruto, aunque distintos, se relacionan entre sí. Por ejemplo, mediante  el efecto multiplicador que debe de tener el primero sobre el segundo. Si el Ingreso o Producto Nacional Bruto habría crecido tan espectacularmente, según la CEPAL ¿por qué el Producto Interno Bruto malamente se incrementa, de seguir a los informes gubernamentales?

Cuba ya ocupaba un lugar 44 en el  Informe de Desarrollo Humano del  2013. Pero no por su  Índice de Desarrollo Humano, sino por lo que puede  llamarse un empleo más eficaz de sus recursos en mejorar equidad y justicia. Apunta el reporte que “Como se ha resaltado en la mayoría de los Informes sobre Desarrollo Humano, lo importante no es solo el nivel de ingresos sino además el uso que se dé a dichos ingresos. Una sociedad puede gastar sus ingresos en educación o en armas de guerra. Las personas pueden gastar sus ingresos en alimentos básicos o en narcóticos. Tanto para las sociedades como para las personas, la clave no radica en el proceso de maximización de la riqueza, sino en la elección que realicen para transformar los ingresos en desarrollo humano” (6).

Ese  lugar 44, alcanzado por Cuba en el 2013, indica, muy específicamente, “…la máxima diferencia positiva entre el Ingreso Nacional Bruto per cápita y la clasificación del Índice de Desarrollo Humano… Nueva Zelandia encabeza la lista de países con muy alto desarrollo humano, y Cuba, la de países con alto desarrollo humano (7)”. O sea: pese a las  carencias  internas y externas, las políticas sociales cubanas califican entre las mejores del orbe. No como producción de riqueza; pero sí como distribución de ésta, al menos en principio.

¿Por qué, “al menos en principio”? En sucesivos informes de Desarrollo Humano no aparecen datos de Cuba, referidos a la medición efectiva de esa distribución. Alcanzar equidad es disminuir desigualdad. La eficacia del proceso se mide por la evolución de indicadores como el Coeficiente de Gini, que “Normalmente se utiliza para medir la desigualdad en los ingresos, dentro de un país, pero puede utilizarse para medir cualquier forma de distribución desigual. El Coeficiente de Gini es un número entre 0 y 1, en donde 0 se corresponde con la perfecta igualdad (todos tienen los mismos ingresos) y donde el valor 1 se corresponde con la perfecta desigualdad (una persona tiene todos los ingresos y los demás ninguno)” (8).

No abrumaré con disertar sobre los cálculos necesarios para obtener el Coeficiente de Gini. Baste decir que es mundialmente aceptado como una medida científica de la desigualdad. Para Cuba, ahora, una incógnita: en ésta  se contraponen la  igualdad en múltiples aspectos sociales  vs. una apreciable desigualdad de ingresos personales. No es lo mismo vivir de un salario medio mensual  de unos  470 pesos – cifra oficial - que recibir 100 dólares al mes de remesas familiares, equivalentes a unas cinco veces el primer ingreso. Al cambio vigente, no es igual gastar el 12 % de ese salario en un litro de aceite de soja, que egresar alrededor del 3 % para adquirir la misma mercancía, si se poseen divisas en la cantidad mencionada. Sin dudas, ejemplo socorrido. Pero en la sociedad criolla de hoy se observan diferencias más agudas ¿En cuál medida? Creo que  nadie lo sabe…

Cuba, uno de los países más agredidos en lo mediático, a escala planetaria, tiene en los Informes de Desarrollo Humano un poderoso medio para desmentir la ciberpropaganda en su contra. Pero no cuando aparecen dudas razonables…

Notas
1.- Informe de Desarrollo Humano 2014 (Inglés)
2.- Informes de Desarrollo Humano 2013-2014. Para el 2013, la CEPAL basó su estimado sobre una “cifra de Paridad de Poder Adquisitivo basada en una regresión de corte transversal de países;  tasa de crecimiento esperada  en CEPAL (2012) y tasas de crecimiento esperadas de ONU-DAES (2012c)”, nota marginal (n) .Para el 2014, el Informe de Desarrollo Humano  empleó “proyected growth rated based on ECLAC”, nota marginal (m).
4.- Humberto Herrera Carlés. “El nudo gordiano del crecimiento del PIB en Cuba”. http://www.kaosenlared.net/component/k2/92476-el-nudo-gordiano-del-crecimiento-del-pib-en-cuba
6-7.- Informe sobre Desarrollo Humano 2013.El ascenso del Sur: Progreso humano en un mundo diverso.

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