Escrito por Nicanor León Cotayo
Recientes declaraciones del notable músico cubano Descemer Bueno provocaron una agresiva urticaria entre fieles sobrinos del Tío Sam.
El artista de fama internacional, en armonía con diversas resoluciones de la ONU, hizo una honda y objetiva crítica al bloqueo contra la isla.
De inmediato se movilizaron los alcahuetes de Miami y comenzaron a lanzar ofensas contra el ilustre cantante.
Acudieron a un periódico subordinado a la ultraderecha de origen cubano y venezolano, Diario Las Américas.
¿A quién asignaron el intento de rasguñar el sólido crédito profesional y humano de Descemer Bueno?
A una periodista de rústico lenguaje y aún más pobre y dogmática argumentación, que firma como Tania Quintero.
Ella presenta credenciales repitiendo viejas tesis de la propaganda estadounidense sobre el «embargo».
Este viernes afirmó en Diario Las Américas que un creador tan reconocidamente brillante «tiene mala memoria».
Con un mal disimulado tono despectivo, escribe, «siempre pensé que Descemer había nacido en una provincia oriental».
Agrega, si lo hubiera sido, «en su niñez hubiera podido tomar jugos naturales de frutas».
A la señora Quintero, como es natural, le faltó puntualizar, después de 1959, porque antes la colosal miseria por allá imperante lo habría impedido.
¿Desea comprobarlo? Lea el estudio hecho en 1953 por la Asociación Católica Universitaria Cubana sobre la espantosa pobreza en las zonas rurales de la nación.
Pero si desea conocer algo más al respecto, le sugiero pase su vista sobre otra encuesta de la misma institución religiosa, que tuvo lugar en 1957.
Esta vez dedicaron su tiempo a los obreros agrícolas, y al final no ocultaron su espanto.
Del informe que hicieron a su alta jerarquía cito un extracto:
Al terminar una de nuestras reuniones de los últimos meses, el doctor José Ignacio Lasaga dijo una frase que difícilmente se nos olvidará alguna vez:
«En todos mis recorridos por Europa, América y Africa, pocas veces encontré campesinos que vivieran más miserablemente que el trabajador agrícola cubano».
Pero como Quintero repite la historia de Cuba, made in USA, hace ver que en su territorio oriental Descember Bueno habría vivido en la abundancia, jugos de frutas incluidos.
Alguien que así se expresa no es un adversario ni medianamente serio, pero cabe destruirle algunas otras necedades.
Cuando habla del "período especial» desnuda toda su exquisitez al escribir que aquello fue «de anjá», «no había ni dónde amarrar la chiva».
Después, culpó a Fidel Castro por todas las dificultades que han impuesto a Cuba el bloqueo y otras circunstancias internacionales.
Sin justificar errores internos, una sola pregunta a la señora Quintero:
¿Está enterada usted de cuántas resoluciones ha emitido desde 1992 la Asamblea General de la ONU exigiendo el fin del bloqueo a Cuba?
¿Sabe que a tal resultado han contribuido –incluso- los votos de quienes integran la OTAN?
¿Tuvo noticias doña Quintero de que La Habana presidió hasta enero la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe?
A manera de post data podrían añadirse curiosos detalles relacionados con Tania Quintero.
El mismo año que triunfó la Revolución cubana, en 1959, ella comenzó a trabajar en las oficinas del Partido Socialista Popular (marxista-leninista)
Cuando se inició en el periodismo lo hizo en el órgano oficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Verde Olivo.
De 1982-84 trabajó en la televisión cubana «estatal» como dicen ellos, en las redacciones de países amigos y programas especiales.
Hasta 1995 formó parte del Noticiero Nacional de Televisión, uno de los órganos más connotados de lo que Tania y sus amigos llaman hoy el «periodismo oficial».
Amén.
El artista de fama internacional, en armonía con diversas resoluciones de la ONU, hizo una honda y objetiva crítica al bloqueo contra la isla.
De inmediato se movilizaron los alcahuetes de Miami y comenzaron a lanzar ofensas contra el ilustre cantante.
Acudieron a un periódico subordinado a la ultraderecha de origen cubano y venezolano, Diario Las Américas.
¿A quién asignaron el intento de rasguñar el sólido crédito profesional y humano de Descemer Bueno?
A una periodista de rústico lenguaje y aún más pobre y dogmática argumentación, que firma como Tania Quintero.
Ella presenta credenciales repitiendo viejas tesis de la propaganda estadounidense sobre el «embargo».
Este viernes afirmó en Diario Las Américas que un creador tan reconocidamente brillante «tiene mala memoria».
Con un mal disimulado tono despectivo, escribe, «siempre pensé que Descemer había nacido en una provincia oriental».
Agrega, si lo hubiera sido, «en su niñez hubiera podido tomar jugos naturales de frutas».
A la señora Quintero, como es natural, le faltó puntualizar, después de 1959, porque antes la colosal miseria por allá imperante lo habría impedido.
¿Desea comprobarlo? Lea el estudio hecho en 1953 por la Asociación Católica Universitaria Cubana sobre la espantosa pobreza en las zonas rurales de la nación.
Pero si desea conocer algo más al respecto, le sugiero pase su vista sobre otra encuesta de la misma institución religiosa, que tuvo lugar en 1957.
Esta vez dedicaron su tiempo a los obreros agrícolas, y al final no ocultaron su espanto.
Del informe que hicieron a su alta jerarquía cito un extracto:
Al terminar una de nuestras reuniones de los últimos meses, el doctor José Ignacio Lasaga dijo una frase que difícilmente se nos olvidará alguna vez:
«En todos mis recorridos por Europa, América y Africa, pocas veces encontré campesinos que vivieran más miserablemente que el trabajador agrícola cubano».
Pero como Quintero repite la historia de Cuba, made in USA, hace ver que en su territorio oriental Descember Bueno habría vivido en la abundancia, jugos de frutas incluidos.
Alguien que así se expresa no es un adversario ni medianamente serio, pero cabe destruirle algunas otras necedades.
Cuando habla del "período especial» desnuda toda su exquisitez al escribir que aquello fue «de anjá», «no había ni dónde amarrar la chiva».
Después, culpó a Fidel Castro por todas las dificultades que han impuesto a Cuba el bloqueo y otras circunstancias internacionales.
Sin justificar errores internos, una sola pregunta a la señora Quintero:
¿Está enterada usted de cuántas resoluciones ha emitido desde 1992 la Asamblea General de la ONU exigiendo el fin del bloqueo a Cuba?
¿Sabe que a tal resultado han contribuido –incluso- los votos de quienes integran la OTAN?
¿Tuvo noticias doña Quintero de que La Habana presidió hasta enero la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe?
A manera de post data podrían añadirse curiosos detalles relacionados con Tania Quintero.
El mismo año que triunfó la Revolución cubana, en 1959, ella comenzó a trabajar en las oficinas del Partido Socialista Popular (marxista-leninista)
Cuando se inició en el periodismo lo hizo en el órgano oficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Verde Olivo.
De 1982-84 trabajó en la televisión cubana «estatal» como dicen ellos, en las redacciones de países amigos y programas especiales.
Hasta 1995 formó parte del Noticiero Nacional de Televisión, uno de los órganos más connotados de lo que Tania y sus amigos llaman hoy el «periodismo oficial».
Amén.
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