Mi blog sobre Economía

miércoles, 13 de agosto de 2014

"Nobel de Matemáticas" por primera vez para un latinoamericano

Granma

La Medalla Internacional para Descubrimientos Sobresalientes en Matemáticas -conocida por el nombre de Medalla Fields- ha sido ganada por primera vez en su 78 años de historia por un latinoamericano. Entre los galardonados también se encuentra por primera vez una mujer.

La medalla, considerada el "Nobel de matemáticas", se otorga cada cuatro años a los mejores matemáticos menores de 40 años.

Artur Ávila, investigador de 35 años graduado del Instituto de Matemática Pura y Aplicada (IMPA) en Río de Janeiro, trabaja tanto en Brasil como en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia. El joven fue elegido por su trabajo en el área de sistemas dinámicos, que busca prever la evolución en el tiempo de fenómenos naturales y humanos en diferentes áreas.

El galardón es el mayor premio logrado por un científico brasileño. "El reconocimiento mundial del trabajo de Ávila llena de orgullo a la ciencia brasileña y a todo Brasil", dijo la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en su cuenta de Twitter.

El matemático brasileño es además el primer ganador de la Medalla Fields que obtuvo su doctorado fuera de Estados Unidos o Europa, reporta BBC-Mundo.

OMC aplaude mayor inserción de Cuba en economía y comercio mundial


La Habana, 13 ago (PL) El director general de la OMC, Roberto Azevédo, aplaudió hoy el proceso que lleva a cabo Cuba en busca de alternativas y fórmulas propias para insertarse cada vez más en la economía y comercio mundiales.

En declaraciones exclusivas a Prensa Latina, el máximo representante de la Organización Mundial del Comercio (OMC) comentó que la nación caribeña es un miembro fundador muy importante de ese organismo multilateral, por lo que fue un candidato natural dentro de su actual gira que incluyó antes a México y después a El Salvador.

Afirmó que Cuba es parte de una realidad en la que la mayoría de las naciones han comprendido y tienen muy en cuenta el componente externo para su propio desarrollo, por lo que elogió las alternativas que se aprueban aquí para participar de los flujos de inversión extranjera.

"Cuba está en la búsqueda de su receta, porque no existe una única, cada país tiene sus peculiaridades y desafíos y cada uno tiene que encontrar su fórmula en bien del desarrollo económico y social", apuntó.

Azevédo también destacó la contribución de los bloques integracionistas vigentes hoy en América Latina y el Caribe, al considerarlos entes facilitadores para una inserción gradual y progresiva al comercio mundial.

Al requerirle su opinión sobre la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y el Mercado Común del Sur (Mercosur), afirmó que son mecanismos que protegen a los mercados y economías de choques externos y ayudan al aumento de la competitividad de los países que los integran.

En particular sobre Latinoamérica consideró ser una región que cada vez más se ubica en el escenario mundial, por lo que encuentra espacios naturales dentro de la OMC a través de representantes muy profesionales y preparados, de primera línea, muy experimentados, conocedores de los temas y asuntos de la región.

En particular, significó, que con Cuba la OMC quiere explorar cómo trabajar juntos para mantener un sistema multilateral de comercio operativo y fuerte para darle fuerza a las pequeñas economías de la región.

"La integración de Latinoamérica con la OMC va a seguir fuerte y crecerá", sentenció.

Durante su estancia de dos días en La Habana, el director general de la OMC se entrevistó con el titular de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, el vicepresidente del Consejo de Ministros, Ricardo Cabrisas, y el viceministro de Relaciones Exteriores, Abelardo Moreno.

Esta tarde partirá hacia El Salvador, donde concluirá su primera gira al Caribe en su puesto de secretario general de la OMC desde septiembre de 2013.


Punto de vista: Posibles nuevas restricciones de viaje a Cuba

Por Laura Simmons, Sun Sentinel

La creciente presión de algunos congresistas de la Florida está haciendo cada vez más difícil que los estadounidenses viajen a Cuba debido a las posibles nuevas restricciones. La afluencia de pasajeros provenientes desde el sur de la Florida y que se dirigían a Cuba ha ido disminuyendo desde 2011 debido a los altos precios de viajes educativos con licencia. También hay una prohibición de viajes informales y de recreación.

Ahora, algunos miembros del Congreso están tratando de establecer más restricciones a las regulaciones en un intento de disuadir a los potenciales turistas, excepto para los cubanoamericanos que están visitando a sus familias. Al mismo tiempo, los defensores del turismo cubano están instando al presidente Barack Obama a que flexibilice las regulaciones mediante el uso de sus poderes ejecutivos para que todos los estadounidenses puedan recorrer la isla libremente.

El debate sobre la cuestión de las posibles restricciones para los viajeros que desean visitar Cuba ha atraído la atención del público, ahora que Hilary Clinton y Charlie Crist se han involucrado. Ambos políticos han pedido que se ponga fin a la prohibición para que los norteamericanos viajen a la isla por los estadounidenses. Los resultados de una encuesta han demostrado que las restricciones de viaje que se están implementando en la actualidad y el aumento de esas restricciones no son populares entre los estadounidenses.

Aquellos que son capaces de visitar Cuba después de pasar por los costos y las limitaciones, no se les permite viajar por la isla y deben permanecer con el grupo de turistas. Algunos turistas han dicho que esto puede crear gran temor entre los estadounidenses que están de visita en la isla, ya que tienen la impresión de que podría ser peligroso. A los cubanoamericanos que están visitando a sus familiares, sin embargo, se les permite hacer recorridos y visitar los mercados, así como los pueblos.

En 2009 el presidente Obama flexibilizó las restricciones en un esfuerzo por alentar un mayor contacto entre los estadounidenses y los cubanos. Comenzó permitiéndole a los cubanoamericanos visitar la isla todo lo que quisieran, sin un límite en la cantidad de veces al año. Dos años más tarde, Obama flexibilizó aún más la prohibición de viajes al permitir que diferentes grupos solicitaran una licencia para dirigir giras educativas.

Sin embargo, algunos congresistas cubanoamericanos han objetado la idea, afirmando que el turismo en Cuba sólo le proporciona más dinero al gobierno. Los miembros del Congreso bloquearon la aprobación por el Senado de uno de los candidatos del presidente Obama para el Departamento de Estado hasta que la administración hubiera acordado restringir el cumplimiento de las regulaciones.

Se les exigirá a los grupos de turistas presentar una agenda muy detallada de su visita, haciendo hincapié en las actividades culturales y recorridos históricos, evitando la recreación y los viajes de descanso a la playa. Los recorridos están diseñados con un programa oficial que permite a los estadounidenses ver sólo lo que el gobierno cubano les permite ver. Aunque existen importantes limitaciones para los estadounidenses que viajan a la isla, los cubanoamericanos siguen siendo los visitantes asiduos.

Debido a las crecientes restricciones, los aeropuertos han estado reduciendo los vuelos a Cuba. Las autoridades aeroportuarias esperan que si las restricciones contra el turismo a Cuba se flexibilizan, verán un aumento en la demanda de vuelos a la isla. A pesar de las posibles nuevas restricciones para los viajeros que planean visitar Cuba, el gobierno de Obama ha disminuido las sanciones en un esfuerzo por permitir actividades turísticas como bailar salsa, visitas a fábrica de tabaco, y el buceo.

Propuestas concretas de reformas a los sistemas económico, político y civil de la sociedad cubana

Antes de cesar en sus funciones como editores de Espacio Laical, Roberto Veiga y Lenier González preparaban un libro sobre sociedad y política en Cuba, bajo el auspicio de dicha revista. Se trataba de una compilación en la que participaban analistas de la realidad nacional (Carlos Alzugaray, Julio César Guanche, Rafael Rojas, Haroldo Dilla y Armando Chaguaceda) y los dos ex-editores.  Ante la malograda edición del libro, La cosa publica, en exclusiva, el texto que, como prólogo, debía presentar dicho volumen. Ha sido escrito por el Dr. Juan Valdés Paz, uno de los intelectuales más importantes del país, con una vasta obra escrita y publicada sobre temas de sistema político, el socialismo, el nacionalismo y la democracia. Parafraseando a Valdés Paz, sirva también el presente texto “como un homenaje a la revista Espacio Laical y sus (ex) editores por su apreciable esfuerzo.”

 Por Juan Valdés Paz

La presente compilación de textos, realizada por Roberto Veiga, incluye 17 artículos publicados en la revista Espacio Laical desde el año 2008 hasta 2013. De entre ellos se destacan los siete firmados por el propio Veiga y los cuatro firmados por Lenier González, ambos destacados intelectuales católicos, editor y sub editor respectivamente de la revista y promotores del Centro Cultural Padre Félix Varela dela Arquidiócesis de La Habana, así como del proyecto político Casa Cuba acunado en éste.[1]

Los artículos de Veiga y González constituyen el núcleo duro de la compilación y los que levantan los principales temas, en gran medida compartidos, sobre los que inciden los restantes trabajos. Algunos de estos temas son:

  • El diagnóstico socioeconómico y sociopolítico de la sociedad cubana actual. Cambios estructurales y tendencias.
  • El alcance, ritmo y estilo, de la reforma económica en curso
  • Su complementación con una reforma política y civil
  • La reforma del Estado
  • El papel del Gobierno en esos procesos de cambio
  • La ampliación de las libertades y las responsabilidades sociales
  • La instauración de un Estado de derecho
  • La reforma de la Constitución de la República y su implementación irrestricta
  • La reforma del sistema de representación y participación social y política
  • La creación de una esfera pública autónoma, comunicacional y deliberativa.
  • La refundación del PCC
  • La creación y desarrollo de una clase política. El relevo generacional.
  • El papel de las Instituciones Armadas en el proceso de reforma y en el futuro de la sociedad cubana.
  • La promoción de una cultura de la inclusión, del diálogo y del debate
  • El papel de la Iglesia Católica y de su laicado.
  • El papel de la intelectualidad
  • El proyecto de nación. Los consensos mínimos.

Sobre todos estos temas, y otros más, los autores adelantan numerosas propuestas concretas de reformas a los sistemas económico, político y civil de la sociedad cubana.

Los textos de Veiga y de González en particular, se caracterizan por su ubicación al centro del espectro político, el cual advierten cada vez más diverso y menos representado en las actuales instituciones políticas y civiles del país.

Desde este centro, no tan distante de propuestas del gobierno cubano, enuncian políticas reformistas graduales; así como numerosas reformas puntuales que, opinan, están ausentes en el actual proceso y que son tan necesarias como posibles. En esta perspectiva entienden que las reformas, necesarias o deseables, admiten la conciliación y permanencia de algunas de las instituciones que han caracterizado al régimen revolucionario cubano en estas décadas, tales como: la primacía de la defensa y ejercicio de la soberanía nacional; la política social de la Revolución; el papel de Raúl Castro y la dirección histórica en la legitimización del gobierno y las políticas de reforma; el papel dirigente del PCC;  el papel de las Fuerzas Armadas; la opción socialista de desarrollo; el papel regulador del Estado en la economía y la preservación de un sector estatal de la economía a cargo de los “sectores nacionales estratégicos”, etc.

Obviamente y a la par, estas reformas deberían acompañarse de importantes reformas constitucionales, institucionales e ideológico-culturales, signadas por el regreso a la tradición martiana y a su paradigma de una República “con todos y para el bien de todos”. También en esta perspectiva, los autores reclaman una reforma política y civil que acompañe desde ahora la reforma económica en curso y de cuenta de la diversidad social y la pluralidad política de la sociedad cubana actual.

Los textos de Rafael Rojas y Armando Chaguaceda tributan a estos temas y a las propuestas de Veiga y Lenier, desde una perspectiva más liberal, con críticas más puntuales al Gobierno cubano y enfatizando aspectos más relacionados con un cambio de régimen. Rojas reitera sus anteriores críticas a las limitaciones de los derechos políticos y civiles en Cuba, los cuales se derivan de su excepcional ordenamiento constitucional e institucional; igualmente, Chaguaceda reclama un mayor desarrollo, politización y empoderamiento de la sociedad civil; así como el reconocimiento del pluralismo político. Los dos advierten el desempeño del PCC como un obstáculo a una reforma generalizada de la sociedad cubana.

Por otra parte, los autores Julio César Guanche y Carlos Alzugaray complementan con sendos artículos los temas centrales de la compilación: el primero, refiriéndose a los antecedentes históricos y martianos de un proyecto de nación basado en una irrestricta democracia popular; el segundo, señalando el peso del entorno internacional en la viabilidad del proyecto nacional y la necesidad de un marco regional de integración económica y de concertación política, caso de la CELAC, para compensar los obstáculos geopolíticos que enfrenta Cuba.

Este conjunto de textos y de temas han sido elaborados con la seriedad y nivel de argumentación necesaria a un debate interno de las estrategias de reformas actuales o por venir, en la sociedad cubana. No obstante, considero que su lectura demanda tanto un cierto rigor en el examen de los temas levantados, como una recepción desprejuiciada de los argumentos presentados, juzgándolos por sus propios méritos. Al respecto me parecería útil enumerar algunas “categorías” con las que debería abordarse su lectura y estimación, a saber:

La primera cuestión que subyace a toda reforma en curso, es la cuestión del poder político y social instaurado por la Revolución de 1959. Las reformas en curso, deseables y posibles, deberán asegurar la preservación de un poder al servicio de la independencia nacional y de los intereses de las grandes mayorías. Ese poder deberá mostrar la voluntad de una reforma permanente de la sociedad cubana y ejercerse “con todos y para el bien de todos”.

Como toda sociedad, la cubana es una totalidad y un sistema social. Las reformas en las estructuras o en los mecanismos de alguno de sus subsistemas -político, económico, civil, ideo cultural, etc.- tienen efectos sobre el sistema social y sobre otros subsistemas. Estos efectos pueden estar previstos pero nunca lo estarán del todo, lo que implica complementar o corregir las políticas en curso o las propuestas desde fuera del Gobierno, de cara al comportamiento real del sistema y de su entorno.

El sistema social es mucho más complejo que los modelos de que nos valemos para evaluarlo. Estos modelos pueden ser representaciones del sistema real establecido o de un sistema ideal de cual son portadores los políticos e intelectuales críticos. La crítica del sistema social o de sus subsistemas desde estos modelos puede implicar la subversión de los mismos o su reforma. Otras experiencias suelen utilizarse para argumentar una posición u otra, pero nunca darán cuenta suficiente de la sociedad real que se examina, para el caso, la cubana.

Si la propuesta no es subvertir el sistema o alguno de sus subsistemas, el problema de toda política reformista es definir cuánto tendrá de continuidad y cuánto de cambios. En un escenario nacional dado, caso de Cuba, la cuestión es cuánto se propone cambiar el gobierno con sus reformas y cuánta continuidad aceptarán los reformistas críticos y opositores.

Los sistemas sociales y sus subsistemas son históricos y sujetos a procesos de cambio espontáneos o inducidos. La temporalidad del sistema nos permite compararlo con su pasado o con su futuro. Su pasado es la sociedad real que ha sido transformada en mayor o menor medida; el futuro es la sociedad que resultaría de las políticas en curso y de los objetivos programados. Esta doble perspectiva permite comparar la realidad social conformada por la Revolución con la sociedad cubana precedente a la cual se propuso y alcanzó superar; y a la vez, comparar las tendencias observadas, con la propuesta de sociedad futura de los gobernantes o eventualmente, de sus críticos.

Otra manera de examinar el sistema social conformado es atender al orden institucional establecido o a las instituciones comprendidas en cada subsistema. Este orden institucional aparece por un lado como una normativa y por el otro como el orden realmente existente; entre normativa institucional y orden real hay una diferencia o desvío al cual podemos llamar su “régimen”. Cerrar esa brecha o desviación es una fuente de reformas posibles, aunque no sea la única.

La República del nacionalismo radical cubano, en la tradición del republicanismo revolucionario, no es tan solo una forma de gobierno sino un cierto ordenamiento de la sociedad cuyo fundamento es la soberanía nacional y ciudadana. Es este ordenamiento el que incluye y conforma al Estado de la República y a su gobierno, pero donde, como se señala más arriba, el poder está al servicio de la emancipación humana y de los intereses de las grandes mayorías.

La sociedad histórica cubana, como todo sistema social, ha estado sujeta a restricciones internas y constricciones externas de todo tipo. De entre ellas, la proyección imperialista de Estados Unidos ha sido la de mayor peso y persistencia. No vale salir del paso admitiendo que existe un “diferendo” entre el Estado cubano y el norteamericano si de lo que se trata es de una secular y multidimensional proyección de la dominación de Estados Unidos sobre Cuba, que abarca desde la geopolítica hasta la identidad cultural. Ante este desafío histórico, garantizar la independencia, soberanía, desarrollo, democracia popular e identidad cultural de los cubanos ha sido y será la primera de las tareas impuestas a la República, a sus ciudadanos y a sus gobernantes.

Por otra parte, las políticas y prácticas de Estados Unidos frente a la Revolución cubana han sido hasta hoy de continuada y múltiple hostilidad. En este sentido, cabe retener en cualquier análisis de las políticas de reformas, el peso que esta restricción imperialista tendrá sobre sus objetivos.

  • Cualquier debate sobre los escenarios presentes y futuros supone que las partes sustentan propuestas de cambios que superen las disfuncionalidades identificadas y orienten la evolución de la sociedad cubana en uno u otro sentido, acorde a ciertas metas y valores privilegiados. Aquí aparece, explícita o implícitamente, el inseparable tema del proyecto nacional o de nación que se sustenta por los distintos actores políticos y sociales.
  • Por otra parte ha de tenerse en cuenta que la implementación de cualquier política de reforma modificará en el mediano o largo plazo, la estructura social y con ello, la correlación de fuerzas sociales e intereses, así como que tales modificaciones tendrán su correspondiente expresión política e ideológica.
  • Las diferentes doctrinas democráticas son irreductibles entre sí; en ese arco doctrinario tenemos en un extremo a los que la conciben como una forma de organizar el poder político, y en el otro, a los que la interpretan como una forma de organizar la sociedad. Como es obvio, caben muchas gradaciones entre esos extremos. Una alternativa a este debate entre perspectivas teóricas ha sido equiparar la democracia con la realización del conjunto de los derechos humanos de las personas, definición menos doctrinaria, más concreta y mensurable. Cuestión aparte es que en ninguna sociedad el orden realmente existente realiza la democracia en que ha declarado fundarse ni ha garantizado todos los derechos humanos reconocidos en sus leyes o pactados internacionalmente. Este déficit supone un desarrollo democrático en el tiempo y una permanente lucha social y política para impulsarlo. La “democracia plena” es un ideal pero una “sociedad plenamente democrática” es un ideologema.
  • La preservación de un poder revolucionario supone la reproducción de su hegemonía, una dimensión del poder siempre amenazada por: los cambios en la estructura social; el agotamiento de las fuentes de su legitimidad (historia, juridicidad, obra y desarrollo democrático); las deficiencias de gobierno;y por la proliferación de discursos anti hegemónicos; etc. Las reformas y propuestas tendrán, se estimen o no, consecuencias hegemónicas; por ende, las reformas en curso deberán contribuir a la reproducción de esa hegemonía en condiciones de una mayor diversidad de actores e intereses, así como de una esfera pública cada vez más autónoma.


Esta compilación, como otras de Espacio Laical, es una contribución al debate público de los temas que sus autores levantan y, a la vez, una contribución a una cultura del debate político y plural entre los cubanos al cual el Centro Cultural Padre Félix Varela ha brindado un espacio de convivencia y diálogo. Sirva el presente libro como un homenaje a la revista Espacio Laical y sus editores por su apreciable esfuerzo.

Cada uno de los temas examinados en estos textos sugiere una reforma posible, cosa que no debe velarnos las diferencias ideológicas y políticas que muchos lectores tendrán con los autores y sus propuestas. También que muchos querrían ver incluido en la compilación otros trabajos y otras ideas.

Los textos aquí reunidos son ante todo una oportunidad para nutrirnos de una lectura diversa y reflexiva, y a la vez, una convocatoria a participar en un debate público que sea cada vez más abierto, más crítico y mejor fundamentado.

Juan Valdés Paz, La Habana, 29 de julio del 2014

[1] Después de escrito este texto, ambos intelectuales cesaron en sus funciones en Espacio laical, y anunciaron que editarán una nueva plataforma de debate, intercambio y activismo políticos, llamada “Cuba posible”.

Turismo de lo más natural

Ramadán Arcos/Granma Internacional

Desde el 13 de agosto de 1996, la Agencia de Viajes Ecotur S.A. comercializa y promueve los sitios naturales, aprovechando la belleza paisajística, el valor endémico de innumerables especies de la flora y la fauna y la diversidad de ecosistemas de las áreas protegidas de Cuba.

Surgió como entidad adjunta al Ministerio de la Agricultura y la Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna (ENPFF), pero a partir del reordenamiento del Ministerio de Turismo (Mintur) en el 2011, se integró a su grupo de agencias receptivas, lo que permite vender en Cuba y el exterior, con la pretensión de consolidarse como puntera en paquetes turísticos dirigidos a la naturaleza, la aventura y la protección al medio ambiente.

LA NUEVA ERA

“Tuvimos un año para organizarnos internamente, pues el paso de un ministerio a otro trajo como consecuencia varios cambios de estructuras, de organización, de funciones”, apunta Emma Rosa Fonseca Grille, directora del Departamento Comercial de Ecotur.

“Se nos otorgó algo que no teníamos, la representación de agencia, la contratación de cara al exterior, porque anteriormente solo vendíamos excursiones, y tenemos la categoría de agencia de viajes receptiva y podemos también comercializar paquetes turísticos hacia el exterior”.

Según Emma, la agencia tiene contratos de servicios con los proveedores del país en materia de turismo como son todas las cadenas hoteleras, los restaurantes y museos, entre otras instituciones.

Ecotur continúa siendo el comercializador exclusivo de la Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna, por tanto “todo cliente que quiera acceder a un área natural que esté bajo la tutela de la administración de esta empresa, tiene que hacerlo a través de nosotros”.

Ecotur tiene un cuerpo de guías encargados de recibir al cliente desde la puerta del aeropuerto, brindarle todos los servicios durante su estancia y luego devolverlo.

Según refiere a Granma la directora del De­partamento Comercial, muchos de estos guías son biólogos, botánicos o espeleólogos. Además, todas las áreas protegidas cuentan con guías locales, generalmente trabajadores o personas que viven y conservan el medio, “lo que hace que los recorridos y las explicaciones sean más amplios y profundos”.

La empresa oferta modalidades de turismo relacionadas con la observación de aves en Parques Nacionales, Reservas de la Biosfera, Reservas Ecológicas y Áreas Protegidas, que incluye recorridos desde el Occidente hasta Cayo Coco y en algunos programas hasta el oriente del país.


Otras opciones son el senderismo en terrenos de poca o mucha dificultad por circuitos diseñados para todo el país.
También se llevan a cabo programas de ciclismo, pesca en mar abierto (captura y suelta), cinegética (caza controladora de especies) cabalgatas y alojamiento rural.

CONOZCA A CUBA PRIMERO

“Todavía no le hemos llegado al mercado nacional  de la forma en que quisiéramos, y es una de las prioridades que tenemos en lo que queda de año y para el 2015”.

Según Emma, la promoción al turismo de naturaleza, aún es insuficiente y resulta prioritario en lo que queda de 2014 resolverlo para tener una oferta atractiva el próximo año.

En septiembre de 2015 se desarrollará el Evento Internacional de Turismo de Na­tu­raleza (TURNAT), que tendrá como misión pro­mocionar los encantos del occidente cubano, con marcado énfasis en las comunidades de Viñales, Las Terrazas y Soroa.

En la apuesta por proteger el ecosistema, preservar el medio ambiente y formar una sensibilidad hacia el entorno natural en el visitante extranjero, la Agencia de Viajes Ecotur continúa su labor con la premisa de brindar un viaje fascinante por Cuba desde el turismo responsable.