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miércoles, 21 de enero de 2015

Conversaciones Cuba-EE.UU.: Están hablando de nosotros (+Video)

Rachel D. Rojas • 21 de enero, 2015


LA HABANA. La joven programadora, con poco acceso a internet y numerosos servicios online bloqueados por ser cubana, ha visto a su padre cinco o seis veces en 11 años. Cuba es un país atravesado de punta a cabo por la emigración, qué duda cabe. Luego, la académica norteamericana afirma que, aunque desea ser optimista, conoce bien su país, y teme que hayan cambiado los métodos pero el objetivo siga siendo el mismo. “Siempre hay un trasfondo cuando se trata de algún cubano en universidades estadounidenses”, dice. Pero lo único seguro ahora es que mientras la joven programadora y la académica sacan sus cuentas, los gobiernos de Cuba y Estados Unidos se han sentado a la mesa por primera vez en medio siglo para negociar, por lo pronto, los acuerdos que mejorarían la relación migratoria entre ambos países y la materialización del restablecimiento de las relaciones diplomáticas.

Las conversaciones se iniciaron hoy, lideradas en la parte cubana por la directora general de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal Ferreiro, y en la parte norteamericana por el subsecretario asistente del Buró para los Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Edward Alex Lee, y la secretaria asistente de Estado para los Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta S. Jacobson.

“Ahora es cuando empieza la batalla ideológica de verdad, cuando en la mesa redonda está la otra parte sentada”, afirma Juan Pin Vilar, director de televisión, al respecto. El también productor, uno de los cómplices del concierto de Pancho Céspedes en el Teatro Karl Marx el pasado septiembre, se siente también satisfecho porque los presidentes Raúl Castro y Barack Obama lograron burlar a todo un funcionariado que ahora tiene que reajustarse a la nueva política. “La burocracia —agrega—, no es solo el papeleo, sino que es un estado mental y es lo que nos va a resultar más difícil de cambiar”.

Aunque se aprecia un estado de complacencia con el nuevo escenario, muchos cubanos prefieren reservarse la alegría para cuando las medidas se pongan en práctica: “Cuando lo vea lo creo”, sentencia un técnico de audio, hace unos años trabajador por cuenta propia.

“Lo que se puede esperar de los americanos es una cajita de sorpresas. Ellos no dan nada sin obtener nada a cambio. Eso es seguro. Ahora están sacando cuentas de cuántos pesos se van a buscar en este movimiento. Eso ha sido así de toda la vida. Hay que esperar a ver qué podemos hacer para sacarle algún provecho a eso, porque ellos van a tratar de imponer su política, que está basada en la economía de los millonarios”. Es Félix Izquierdo, un anciano vendedor de periódicos.

En ese sentido, representantes del poder político y económico norteamericano ya se han posicionado de forma favorable al respecto en una carta abiertadirigida al presidente Obama. En el documento, el grupo de 77 firmantes expresa por un lado su deseo de que “los futuros esfuerzos de la Administración sean acompañados por la rápida adopción de los reglamentos simplificados que colman su intención”, y por otro su intención de monitorear esos desarrollos.

También el gobierno de Estados Unidos puso en práctica un paquete deEnmiendas a las Sanciones sobre Cuba. Esto sucedió el pasado 16 de enero, y entre las novedades se incluyen la autorización de los viajes a Cuba, la eliminación de las categorías y permisos hasta ahora obligatorios para esos trámites, y la autorización a la venta de dispositivos, software, aplicaciones y servicios para el mejoramiento de las telecomunicaciones. Un primer paso que ha dejado el turno de juego de este lado del estrecho.

Sin pensarlo, un merolico en el paradero del municipio Playa responde: “para todos”. Se le preguntó para quién podría mejorar la vida. Hay esperanzas.

“Es cierto”, dice Félix Ariel, un vendedor ambulante de productos agropecuarios: “Nos podemos beneficiar muchísimo, pero eso está por verse todavía. El bloqueo es una cosa absurda, obsoleta, y las cosas mejorarían mucho en todos los sentidos, pero ahora todo depende de lo que suceda en esas conversaciones y a dónde se quiera llegar”. No hay desbordamiento de emociones.

“Eso piensa todo el mundo, que todo mejore —comenta Raúl García, taxista—, ojalá. Nos hacen falta las piezas, las gomas, etc. Desde que comenzó esta revolución por cuenta propia se habló de un almacén de insumos, pero eso no existe. Si esta es la vía para que entren esas piezas, bendita sea”.

En el nuevo contexto se multiplica la presencia de altos mandatarios estadounidenses en la Isla. Ya fue noticia la visita del senador demócrata Patrick Leahy encabezando una delegación de congresistas el pasado fin de semana. El funcionario, que visitó Cuba en febrero de 2013 y fue recibido en aquella ocasión por el presidente Raúl Castro, dijo que esta vez tendría la oportunidad de hablar con muchas personas y que luego transmitiría sus impresiones sobre los cambios al presidente Barak Obama.

Durante esa visita se anunció además el viaje a La Habana que planea el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, al frente de la que se convertirá en la primera misión comercial de la estrategia ‘Global NY’ en Cuba, y quizás en la primera visita con fines meramente económicos luego del 17D.

Anoche durante el discurso sobre el Estado de la Unión, Obama ratificó frente a un Congreso de mayoría republicana que continuaría el camino trazado con Cuba. “Estamos terminando una política que ya estaba vencida desde hace tiempo. Cuando lo que estás haciendo no funciona durante 50 años, es hora de probar con algo nuevo.”

Sobre el acercamiento de las últimas semanas algunos opinan en Cuba que el escueto tratamiento informativo que ha predominado en los medios nacionales de comunicación, a los que la mayoría de los cubanos tiene acceso, no tiene ya sentido. “Raúl y Obama hablaron al mismo tiempo al mundo, y desde ese instante hasta una semana después los medios del mundo hablaron de eso, y dieron sus perspectivas y visiones”, explica Vilar, apreciando la reacción que debió tener también la prensa nacional.

“Después de tantos años de discrepancias entre las dos naciones ya es hora de un vínculo amistoso”, según un estudiante de medicina. Y al parecer la sociedad norteamericana está de acuerdo. Según una encuesta de Pew Research publicada el 17 de enero, el 63 por ciento de los ciudadanos de ese país apoya la decisión de su presidente, después de medio siglo de confrontación política con los vecinos. No obstante, aunque son numerosas las señales positivas, todavía muchos cruzan los dedos.

Fotos y Video: Carlos Ernesto Escalona Martí (Kako)

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