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viernes, 13 de febrero de 2015

Goldman Sachs va contra la corriente y se aferra al negocio de commodities

Por Justin Baer

La sede de Goldman Sachs en Manhattan. Getty Images

La mañana de un reciente viernes de diciembre fue como cualquier otra en la división de corretaje de materias primas de Goldman Sachs Group Inc. GS +1.14% Con el sonido constante de los teclados como música de fondo, decenas de hombres y mujeres en hileras de computadoras compraban y vendían inversiones ligadas al crudo, gas natural, electricidad y metales en el quinto piso de la sede central de la firma de valores en Manhattan.

“Los clientes todavía quieren el mejor precio y hay que competir”, dijo el jefe del grupo, Gregory Agran, quien se incorporó a Goldman en 1991, escaló posiciones y hoy es codirector de la filial de commodities.

Las materias primas han sido un engranaje en la máquina de transacciones de Goldman durante 30 años. Otros bancos y firmas de valores de todo el mundo ingresaron en busca de una tajada de las grandes ganancias que a menudo provenían del corretaje de materias primas y derivados relacionados tanto para los clientes como para la propia entidad.

Sin embargo, luego de la crisis financiera muchos de esos rivales han estado emprendiendo la retirada. J.P. Morgan Chase JPM +2.06% & Co., Deutsche Bank AGDBK.XE +1.85% , Credit Suisse Group AG CSGN.VX +1.81% y BarclaysBARC.LN +1.98% PLC están desmantelando parte o la totalidad de sus operaciones de commodities. Goldman, en cambio, apenas ha vendido porciones pequeñas de su negocio, incluyendo una polémica unidad de almacenamiento de metales.

“Somos diferentes al resto”, reconoce Lloyd Blankfein, presidente de Goldman. “Pero ahora todo el mundo es diferente a los demás”. Durante una presentación a inversionistas esta semana, describió la compañía como “un banco de inversión y orgulloso de serlo”.

Seguir un camino independiente no ha conquistado muchos adeptos fuera de la firma. Aunque el precio de la acción de Goldman ha subido 16% en los últimos 12 meses, la acción de Morgan Stanley MS +1.46% se ha apreciado 23%, en un momento en que la firma está reduciendo sus operaciones de commodities y haciendo un mayor énfasis en negocios más seguros y estables como la gestión de patrimonio. Los inversionistas asignan prácticamente la misma valoración a las dos firmas, pese a que las ganancias de Goldman son mayores.

Puesto que Goldman obtiene una mayor parte de sus ingresos del corretaje de activos que el resto de los grandes bancos, algunos inversionistas se pusieron nerviosos cuando la firma fue golpeada por las bruscas oscilaciones de precios y la inestabilidad de los mercados en el cuarto trimestre. Los ingresos provenientes de la renta fija, divisas y materias primas cayeron 29% frente a igual lapso del año previo a US$1.220 millones.

La ganancia neta de la firma apenas creció 5% en 2014 para sumar US$8.100 millones, mientras que la facturación subió 1% a US$34.530 millones. El rendimiento de la compañía sobre el capital sigue siendo dos tercios más bajo que el máximo registrado antes de la crisis, víctima de una profunda caída en la demanda de clientes de corretaje y nuevas normas diseñadas para volver más seguro el sistema financiero.

“No está mal que tenga una postura independiente, pero los beneficios en realidad no han sido visibles”, dice Michael Levine, gestor de activos en OppenheimerFunds Inc. La división de Massachusetts Mutual Life Insurance Co. es uno de los mayores accionistas de Goldman.

Blankfein defendió la estrategia de Goldman en su intervención del martes diciendo que la firma se está adaptando al período de poscrisis mejor que cualquiera de sus rivales. Conforme esas firmas siguen emprendiendo la retirada bajo la presión de las nuevas normas, Goldman se fortalecerá, añadió. La firma ha reducido su balance en torno a 25% desde 2007, pero el ejecutivo señaló que no se necesitan cambios drásticos.




La división de materias primas encabezada por Agran y el codirector Guy Saidenberg en Londres sobresale como un ejemplo de la renuencia de Goldman a capitular ante los cambios recientes en la forma en la que los bancos y las firmas de valores ganan dinero.

Las nuevas regulaciones disminuyen los retornos conforme los bancos provisionan más capital para protección contra los activos más riesgosos en sus balances. La Reserva Federal de Estados Unidos evalúa restringir las actividades de compañías como Goldman, argumentando que la posesión de operaciones de transporte y almacenamiento de materias primas podría amenazar a los bancos y todo el sistema financiero si ocurre una catástrofe.

En un informe de noviembre del año pasado, un comité del Congreso estadounidense acusó a Goldman, J.P. Morgan y Morgan Stanley de ejercer un poder injusto y potencialmente peligroso en el mercado a través de sus negocios de commodities.

En una audiencia ante legisladores estadounidenses, Agran defendió la filial de almacenamiento de aluminio de Goldman, Metro International Trade Services LLC, contra acusaciones de que causó un alza en los precios de latas de cerveza y autos al dificultar intencionalmente que los clientes sacaran el metal de sus bodegas.

Goldman, J.P. Morgan y Morgan Stanley dijeron que manejan adecuadamente los riesgos de sus operaciones de materias primas. Goldman vendió Metro en diciembre por una cifra no revelada. Ejecutivos dijeron que el escrutinio llevó a la venta.

Si los reguladores retiran a los bancos de su papel de creadores de mercados, firmas financieras con menos supervisión ocuparán ese lugar, vaticinó Blankfein.

Goldman tiene más de 145 años de historia, pero no entró con fuerza al mercado de materias primas sino hasta 1981, con la compra de J. Aron & Co., que había surgido como un importador de café en Nueva Orleans.

Blankfein, de 60 años, empezó a trabajar en J. Aron poco después de la transacción y muchos de sus principales subalternos también empezaron sus carreras en esa división, incluyendo el director general Gary Cohn y el director de finanzas, Harvey Schwartz.

Las operaciones de commodities prosperaron después de que la explosión de la burbuja de Internet, el auge de China y el paso de más transacciones a las bolsas alimentaron el interés de los inversionistas. Según una presentación confidencial ante la junta directiva de Goldman, las materias primas fueron responsables de US$1.300 millones en ingresos, 8,2% del total en 2006, el primer año de Blankfein como presidente ejecutivo.

Al igual que cualquier otro banco y firma de valores de envergadura, Goldman fue duramente golpeada por la crisis financiera de 2008. La compañía, sin embargo, arrojó resultados que con facilidad superaron los de muchos rivales, lo que llevó a que ejecutivos y directivos se aferraran a la fórmula que hizo de Goldman la firma más exitosa de Wall Street.

Los operadores de materias primas de Goldman compran y vende desde aluminio hasta azúcar, pasando por gas natural y crudo, así como varios derivados. Tras el fin de la crisis, la firma siguió haciendo adquisiciones, incluyendo activos duros de commodoties. El año pasado, la división arrojó US$1.500 millones en ingresos, según analistas.

Blankfein no niega su afinidad por el negocio de materias primas, comparando sus recuerdos en J. Aron con su trabajo vendiendo hot dogs y gaseosas en el estadio de los Yankees cuando tenía 13 años.

“Hay muchas cosas por las que soy sentimental, pero creo que esto es importante para nuestros clientes y un elemento importante para nuestro negocio. Debido a que lo conozco bien, entiendo el valor”.

Las regulaciones impuestas después de la crisis han obligado a Goldman a provisionar más capital y la firma ha reducido sus activos para cumplir con las normas que incluyen las pruebas de resistencia anuales de la Fed.

Morgan Stanley se ha deshecho de activos en un porcentaje similar y su presidente, James Gorman, declaró hace poco que 2014 fue un año de “ejecución focalizada”.

En otra señal de cómo las firmas de valores se están alejando del riesgo, el inventario de los valores mantenidos por Morgan Stanley para ayudar a facilitar la compra y venta por parte de clientes se ha reducido 21% desde principios de 2010, según Steven Chubak, analista de Nomura Holdings Inc. 8604.TO +0.99% Citigroup Inc. C +2.44% ha reducido su arsenal de negociación en 16%, mientras que Goldman lo ha hecho en apenas 4%.

La postura de Blankfein de sólo hacer cambios en Goldman si son inevitables y a su propio ritmo ha frustrado a inversionistas que esperan que la firma supere implacablemente el desempeño de sus rivales.

Goldman facturó US$34.530 millones el año pasado, 24% menos que en 2009. La empresa ha reducido su cúpula para abrir paso a empleados menos costosos y ha trasladado más cargos a ciudades más baratas como Bangalore, en India, y Salt Lake City.

De todos modos, sus directivos siguen renuentes a hacer cambios más profundos porque los operadores generan más ingreso por empleado que en otros grandes bancos. Y cuando aumente la actividad en los mercados, Goldman quiere estar preparada.

Al menos por el momento, Goldman también ha rechazado la adopción de medidas más radicales como una adquisición importante o la escisión de su brazo de gestión de activos.

El ejecutivo dice que el mundo es demasiado impredecible. “No quería ser un presidente ejecutivo en tiempos de crisis, pero uno tiene que aceptar el período que le toca”, dice Blankfein.
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