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sábado, 14 de febrero de 2015

Normalización, ejercicio vital por la calidad


El Centro de Desarrollo de Normas y Costos de la Construcción comenzó sus funciones en el Ministerio del ramo (MICONS), con el propósito de hacer que realmente se cumplan las políticas de calidad, metrología y de normalización cubanas en las actividades de ese organismo.

"Surge a partir del reordenamiento que está teniendo el Ministerio en función de separar las funciones estatales de las empresariales", declaró al semanario Opciones, Juan Humberto Valle Valle, director de la novel institución.

"Tiene sus antecedentes en las antiguas direcciones de Normalización y Calidad, de Precios y se une también el Grupo de Información Científico-Técnica, creándose así una organización más fortalecida", explicó.

El Ministerio de la Construcción realiza modificaciones encaminadas a reorganizar y optimizar el desempeño de las tareas que le corresponden: la política de desarrollo de los servicios de Diseño, Ingeniería y Construcción, la producción de materiales específicos para el sector y del sistema de viviendas en Cuba, la ejecución y el control de regulaciones estipuladas para las edificaciones, fruto de investigaciones, estudios de materiales y sistemas de construcción importados, así como de las particulares condiciones de la Isla.

Funciones del Centro

De acuerdo con Valle Valle, el Centro tendrá entre sus cometidos principales atender la elaboración e implementación de las normas propias de ese sector. Para ello abarcará 17 comités técnicos de normalización relacionados con ramas especializadas de impermeabilización, hormigón, estructuras, geotecnia y otros.

Asimismo, ha de rectorar los costos de la construcción, para lo cual también se pretende actualizar los precios de referencia aplicables en todo el país.

Más específicamente, la programática del Ministerio establece que a este corresponde emitir actualizaciones periódicas sobre costos referenciales de la construcción para la confección de presupuestos de los proyectos de inversión, las reparaciones y mantenimientos constructivos, aspectos que ahora serán asumidos junto con los precios por la nueva dirección.

Por otro lado, la reorganización adiciona al Grupo de Información un área dedicada a la organización de los eventos, a la vez que continúa atendiendo toda la biblioteca y la exposición permanente en ExpoCuba propia del sector. En este sentido se prevé una modernización escalonada de los servicios de modo tal que todas las reglamentaciones puedan consultarse tanto por internet como en el fondo bibliotecario con que cuenta el Micons.

Conocer y cumplir las normas

Uno de los aspectos que mayor impacto tiene en la reciente agrupación de especialistas es el trabajo con las normas. La experiencia demuestra que este es uno de los renglones más sensibles si de construcción se trata. Por ello destaca el Titular que "en estos momentos estamos en fase de formación y tenemos muchas expectativas pues debemos lograr nuestro propósito".

Tanto para personas jurídicas como naturales, el conocimiento de estas regulaciones técnicas es imprescindible a la hora de asumir obras de urbanización y construcción y considerar los materiales y sistemas a utilizar en las edificaciones. El hecho de que se cumpla con los estándares vigentes significa de por sí un alto por ciento de garantía avalada científicamente por los documentos de idoneidad técnica.

Entre los principales problemas que presenta actualmente la edificación en Cuba destaca la calidad final de las construcciones cuya ineficiencia, muchas veces, está vinculada con el no seguimiento a pie juntillas de las especificaciones establecidas por los organismos especializados, y en el caso de las personas naturales, su desconocimiento al respecto, la mayoría de las veces.

El primer responsable por la calidad de una estructura es quien la está ejecutando; en manos de la nueva dirección, está solo fiscalizar un correcto cumplimiento de lo establecido, con especialistas que evalúan el trabajo desde su comienzo.

Destaca Valle Valle que el conocimiento de las normas es esencial, pero también lo es haber realizado un estudio acucioso de cuánto se debe hacer y cuánto no, además del cómo. El expediente de obra significa así un documento de altísimo valor en pos de buen resultado. Por otro lado, para los inversionistas esta también es una información neurálgica pues avala los materiales y recursos empleados, teniéndolos como aprobados por los especialistas para el contexto nacional.

Remarcan los expertos que proyectistas, constructores, supervisores, directores, responsables de obra y ejecutores o licitadores de ejecuciones públicas no pueden eludir la responsabilidad de emplear productos que obedezcan a las especificidades técnicas establecidas y aprobadas, ni dejar de requerir a sus proveedores sobre las pruebas pertinentes.

Abunda el Ingeniero que Cuba es miembro de organizaciones internacionales de Normalización, Metrología y Calidad. No obstante, también hay un importante trabajo de adaptación de esas reglamentaciones a las condiciones geográficas, climatológicas y sociales de este país, en una suerte de tropicalización que las adecua a las particularidades de la Isla, o en otros casos las actualiza a los cambios que en estos aspectos se van dando.

Según refieren las fuentes consultadas, se reconoce como Norma Cubana "al producto del trabajo normalizativo que se establece por consenso y es aprobado por la Oficina Nacional de Normalización (ONN), que ofrece para uso común y repetido reglas, lineamientos o características de las actividades o sus resultados, destinado al logro de un grado óptimo de orden en un contexto dado. Debe basarse en resultados consolidados de la ciencia, la tecnología y la experiencia, y están destinadas a la promoción de beneficios para la comunidad".

Así, en cuanto a la construcción se refiere, el cuidado de dichas directrices es esencial, sobre todo en Investigaciones ingeniero-geológicas y Ensayos de materiales y productos aplicados; Elaboración de diseños, Construcción civil y montaje industrial de nuevas obras y urbanizaciones; Demolición, desmontaje, remodelación, restauración, reconstrucción y rehabilitación de edificaciones, instalaciones y otros existentes; Reparación y mantenimiento constructivo; Producción de materiales y productos para el sector así como la Producción y montaje de elementos prefabricados de hormigón.

Por tanto, el desarrollo y cuidado de las normas de diseño estructural y de materiales de construcción ha de ir ligado a un mejor control de la construcción donde los aspectos técnicos permitan a fabricantes, proveedores, trabajadores, y posteriores usuarios acceder a disimiles ventajas: de un lado una elección de los productos más adecuados para sus necesidades, tanto técnicas como económicas, y del otro una mayor garantía en los niveles de calidad y seguridad de los inmuebles que redunde en verdaderos beneficios.

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