Por Liz Moyer
Sus finanzas personales podrían estar andando bien. Pero ¿podrían soportar una cuenta médica inesperada o una reducción sorpresiva en su salario? ¿Qué tal si pierde su empleo o recibe una auditoría fiscal no programada?
La Reserva Federal llevó a cabo una serie de pruebas hipotéticas a los bancos que buscaban medir qué tan preparados están en caso de una debacle financiera. En ese mismo espíritu, presentamos cinco pruebas de resistencia para sus finanzas.
1) Proporción de ingresos a deuda
Divida sus ganancias antes de impuestos entre sus deudas, incluyendo tarjetas de crédito, préstamos automotrices y su hipoteca. Eso le dará su proporción de ingresos a deuda. Sheryl Garrett, fundadora de Garrett Planning Network, asegura que una buena regla es tener una proporción de ingresos a deuda personales de menos de 28%, sin contar la hipoteca o de 36% incluyendo la hipoteca y contabilizando a todos los miembros de su hogar. Un porcentaje alto es una advertencia de que tiene demasiada deuda con relación a sus ingresos y que por lo tanto debe reducir su deuda, aumentar sus ingresos o ambos.
2) Gastos discrecionales
Es importante saber cuáles son sus gastos discrecionales y qué tan rápido puede recortarlos cuando pase por momentos difíciles.
Comience por distribuir todos sus gastos en tres categorías: fijos, que son los pagos que debe hacer sin importar las circunstancias; variables no discrecionales, que son los gastos como alimentos y la cuenta del aire acondicionado sobre las que puede ejercer cierto nivel de control y los puramente discrecionales como la membresía del gimnasio y las vacaciones.
Los gastos discrecionales deberían representar un porcentaje más alto de sus gastos generales que sus gastos físicos, dice Eleanor Blayney, defensora de los consumidores de CFP Board en Washington, lo que le da margen para posponer, reducir o eliminar esos gastos. “Decida qué es lo que no necesita para vivir o reduzca sus gastos rápidamente” dijo.
3) Ahorros de emergencia
Los planificadores financieros le dicen a sus clientes que reserven suficiente efectivo en ahorros o activos fáciles de liquidar para cubrir entre tres y nueve meses de gastos, con tres meses siendo el mínimo.
Este ahorro será el primer lugar al que acudirá por su disponibilidad. Usarlo no debería requerir la venta de valores o el recibir una multa por retiro anticipado de sus cuentas de jubilación o de un certificado de depósito.
Entre más grandes sean sus obligaciones, más efectivo de emergencia debería guardar, dicen los planificadores. Una madre soltera con una hipoteca podría necesitar varios meses e incluso más de un año en efectivo para cubrir sus gastos, por ejemplo. Un soltero recién graduado sin deuda estudiantil y que renta un apartamento sólo podría necesitar tres meses.
4) Ingresos adicionales
Considere sus opciones para generar ingresos adicionales durante las épocas difíciles, dice Bruce McClary, portavoz de la Fundación Nacional para el Asesoramiento de Crédito.
Los salarios o propinas de un segundo empleo a medio tiempo o lo recaudado con la venta de objetos personales podría generar lo suficiente para mantenerlo a flote durante un período de pocos ingresos sin drenar rápidamente sus fondos de emergencia.
5) Activos totales
Si los bancos son evaluados por la liquidez y calidad de sus balances y su habilidad para soportar una corrida sobre sus depósitos, los consumidores podrían ser evaluados por la liquidez y calidad de sus activos y qué sucedería si todos sus acreedores los llamaran al mismo tiempo, asegura Blayney.
Sume sus ahorros de emergencia, el patrimonio de su vivienda y el saldo en sus cuentas de ahorro para la jubilación para obtener sus activos totales. Después divida esa cifra por sus gastos mensuales para descubrir por cuántos meses puede vivir sin una apreciación de sus inversiones ni ingresos hasta que haya agotado por completo esos activos.
Considere a dos personas, cada una con un valor neto de US$1 millón. La primera tiene cuenta de valores y cuenta corriente, la segunda tiene su dinero en bienes raíces. ¿Cuál de las dos puede pagar sus facturas con mayor rapidez con un menor descuento al convertir activos en efectivo?
“Uno tiene evaluar la liquidez y calidad del patrimonio neto”, señala.
Sus finanzas personales podrían estar andando bien. Pero ¿podrían soportar una cuenta médica inesperada o una reducción sorpresiva en su salario? ¿Qué tal si pierde su empleo o recibe una auditoría fiscal no programada?
La Reserva Federal llevó a cabo una serie de pruebas hipotéticas a los bancos que buscaban medir qué tan preparados están en caso de una debacle financiera. En ese mismo espíritu, presentamos cinco pruebas de resistencia para sus finanzas.
1) Proporción de ingresos a deuda
Divida sus ganancias antes de impuestos entre sus deudas, incluyendo tarjetas de crédito, préstamos automotrices y su hipoteca. Eso le dará su proporción de ingresos a deuda. Sheryl Garrett, fundadora de Garrett Planning Network, asegura que una buena regla es tener una proporción de ingresos a deuda personales de menos de 28%, sin contar la hipoteca o de 36% incluyendo la hipoteca y contabilizando a todos los miembros de su hogar. Un porcentaje alto es una advertencia de que tiene demasiada deuda con relación a sus ingresos y que por lo tanto debe reducir su deuda, aumentar sus ingresos o ambos.
2) Gastos discrecionales
Es importante saber cuáles son sus gastos discrecionales y qué tan rápido puede recortarlos cuando pase por momentos difíciles.
Comience por distribuir todos sus gastos en tres categorías: fijos, que son los pagos que debe hacer sin importar las circunstancias; variables no discrecionales, que son los gastos como alimentos y la cuenta del aire acondicionado sobre las que puede ejercer cierto nivel de control y los puramente discrecionales como la membresía del gimnasio y las vacaciones.
Los gastos discrecionales deberían representar un porcentaje más alto de sus gastos generales que sus gastos físicos, dice Eleanor Blayney, defensora de los consumidores de CFP Board en Washington, lo que le da margen para posponer, reducir o eliminar esos gastos. “Decida qué es lo que no necesita para vivir o reduzca sus gastos rápidamente” dijo.
3) Ahorros de emergencia
Los planificadores financieros le dicen a sus clientes que reserven suficiente efectivo en ahorros o activos fáciles de liquidar para cubrir entre tres y nueve meses de gastos, con tres meses siendo el mínimo.
Este ahorro será el primer lugar al que acudirá por su disponibilidad. Usarlo no debería requerir la venta de valores o el recibir una multa por retiro anticipado de sus cuentas de jubilación o de un certificado de depósito.
Entre más grandes sean sus obligaciones, más efectivo de emergencia debería guardar, dicen los planificadores. Una madre soltera con una hipoteca podría necesitar varios meses e incluso más de un año en efectivo para cubrir sus gastos, por ejemplo. Un soltero recién graduado sin deuda estudiantil y que renta un apartamento sólo podría necesitar tres meses.
4) Ingresos adicionales
Considere sus opciones para generar ingresos adicionales durante las épocas difíciles, dice Bruce McClary, portavoz de la Fundación Nacional para el Asesoramiento de Crédito.
Los salarios o propinas de un segundo empleo a medio tiempo o lo recaudado con la venta de objetos personales podría generar lo suficiente para mantenerlo a flote durante un período de pocos ingresos sin drenar rápidamente sus fondos de emergencia.
5) Activos totales
Si los bancos son evaluados por la liquidez y calidad de sus balances y su habilidad para soportar una corrida sobre sus depósitos, los consumidores podrían ser evaluados por la liquidez y calidad de sus activos y qué sucedería si todos sus acreedores los llamaran al mismo tiempo, asegura Blayney.
Sume sus ahorros de emergencia, el patrimonio de su vivienda y el saldo en sus cuentas de ahorro para la jubilación para obtener sus activos totales. Después divida esa cifra por sus gastos mensuales para descubrir por cuántos meses puede vivir sin una apreciación de sus inversiones ni ingresos hasta que haya agotado por completo esos activos.
Considere a dos personas, cada una con un valor neto de US$1 millón. La primera tiene cuenta de valores y cuenta corriente, la segunda tiene su dinero en bienes raíces. ¿Cuál de las dos puede pagar sus facturas con mayor rapidez con un menor descuento al convertir activos en efectivo?
“Uno tiene evaluar la liquidez y calidad del patrimonio neto”, señala.
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