La sede en la capital fue el Palacio Central de Computación.Foto: Jorge Luis Baños
La Habana, 26 abr.- La creciente comunidad de usuarios de software libre en Cuba intercambió experiencias y conocimientos la víspera en la edición cubana del Festival Latinoamericano de Instalación de Software Libre (Flisol), realizada al unísono en varias plazas del país.
La Habana, Pinar del Río, Ciego de Ávila, Santiago de Cuba, Holguín, Manzanillo (en la provincia oriental de Granma) y el municipio especial Isla de la Juventud acogieron a un público diverso, fundamentalmente joven, en una jornada que incluyó conferencias, interacción con computadoras que funcionan con Debian, Ubuntu, Nova, Kaos, Linux, y descargas a dispositivos móviles de aplicaciones, programas y distribuciones basadas en la filosofía del software libre mediante una red wifi.
La sede en la capital fue el Palacio Central de Computación.
Pablo Mestre, técnico en informática e integrante del Grupo de Usuarios de Tecnologías Libres (GUTL), principal organizador del encuentro, informó a la Redacción IPS Cuba que asistieron a Flisol en La Habana un centenar de jóvenes procedentes de espacios como los Joven Club de Computación, la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), y estudiantes de enseñanza técnica y universitaria.
“Este encuentro se celebra en toda Latinoamérica -y por tercera ocasión en Cuba- el último sábado de abril con el fin de promover todo lo que se realiza en materia de software libre en nuestro continente para que un público general pueda conocer cuál es su filosofía, alcance, avances y desarrollo”, destacó Mestre.
Las ventajas de la utilización del software libre han atrapado a no pocos jóvenes cubanos. Ariel Hernandez, de GUTL, quien emplea esta tecnología desde hace cinco años, opinó que le permite hacer lo mismo que las de código cerrado y constituye una alternativa abierta, válida y funcional.
“No es quitar una para poner otra, creo que pueden coexistir”, valoró.
Añadió que actividades de esta naturaleza contribuyen a multiplicar el número de personas interesadas y usuarios. Aunque estimó que en esta ocasión hubo menos participantes que en las ediciones precedentes.
Raúl Hernández, instructor de uno de los Joven Club de La Habana, consideró que el software libre tiene mucha potencia, pues les permite a todos colaborar con él. “Puede revisarse, aprender de él o modificarlo a nuestro antojo”, amplió.
Hernández presentó en Flisol una “cubanización” o cambio de apariencia del sistema Ubuntu.
De esta manera, aspira a que las personas con computadoras personales muy modestas y centros de trabajo con obsolescencia tecnológica, puedan disponer de una herramienta informática más o menos moderna, sin necesidad de violar licencias ni acudir a programas piratas.
“Si para ello hubiese tomado un software privativo, hubiera tenido problemas con el tema de la licencia, pues eso está diseñado por una compañía que tiene un derecho de autor, no así con Ubuntu, de Canonical Ltd., cuya licencia permite usarlo y modificarlo”, explicó.
La actividad incluyó un amplio programa en la capital con conferencias de especialistas así como intercambios de experiencias, la presentación de productos y los logros relacionados con el empuje del software libre en la isla.
En la conferencia “Software libre en la educación para ser mejores revolucionarios”, Joaquín Pina señaló que la generalización en Cuba del software propietario fue posible gracias a la globalización y al bloqueo estadounidense (en vigor desde 1962).
Sus consecuencias evidencian la necesidad de hacer cambios, alertó.
A su juicio, el fomento del paradigma del software libre en la educación puede revertir esa situación, por lo que la promoción y desarrollo de proyectos conjuntos constituyen una cantera para germinar esa solución.
Celebrado desde 2005, Flisol es la actividad de mayor difusión en materia de software libre a nivel del continente latinoamericano.
Diferentes comunidades locales de software libre (país-estado-ciudad-localidad) organizan de manera simultánea eventos en los que se instala, de manera gratuita y totalmente legal, distribuciones y programas de software libre en las computadoras de las y los asistentes.
La iniciativa está dirigida a todo tipo de público estudiantes, académicos, empresarios, trabajadores, funcionarios públicos, entusiastas y personas que no poseen mucho conocimiento informático. (2015)
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