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miércoles, 22 de abril de 2015

Relaciones Cuba-Estados Unidos , ¿cómo miran los académicos?

Disamis Arcia Muñoz

LA HABANA. A partir de los anuncios realizados por los presidentes Raúl Castro y Barack Obama el 17 de diciembre de 2014 en torno al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, un torrente de opiniones, preocupaciones, esperanzas, deseos, preguntas, inquietudes ha circulado a través de correos, declaraciones, reportajes, artículos de opinión, carteles , entrevistas… Los círculos académicos de ambos países han sido, quizás, quienes con mayor profundidad y sistematicidad se han propuesto indagar en torno a los desafíos que implica para nuestras naciones la intención de caminar hacia un proceso de normalización de las relaciones, a pesar de, y debido a, la larga historia de confrontación, conflicto y desmesura que ha caracterizado la convivencia cubano-norteamericana.

No es de extrañar entonces que desde Cuba, apenas unos días después del 17D –como ya se le conoce- la revista cubana Temas comenzara a publicar en su blog Catalejo las respuestas brindadas por un grupo de investigadores cubanos y norteamericanos a partir de un cuestionario elaborado por el consejo editorial; distribuidas en tres entregas que comenzaron a aparecer el 5 de enero de 2015, primero en español y luego en inglés.

Hace pocas semanas, American University se sumó a esta labor de brindar, desde la experiencia de años de investigación, una visión compleja y hasta cierto punto global del fenómeno. En su sitio web comenzaron a publicar un grupo de ensayos elaborados por investigadores cubanos y norteamericanos que, desde diferentes tendencias políticas y diversas aristas temáticas dentro de las ciencias sociales, se propusieron abordar algunos de los múltiples aspectos que han influido e influirán tanto en el pasado, como en el presente y el futuro de las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba. Agrupados bajo el título de Implicaciones de la normalización, perpectivas académicas en torno a las relaciones Estados Unidos-Cuba, la coordinación, selección y edición de los trabajos estuvo a cargo de Eric Hershberg y William Leogrande, apoyados por el Center for Latin American and Latino Studies en American University y el Cuba Program del Social Science Research Council.

En lo que ya parece ser una tendencia sostenida en torno a la necesidad de volver sobre el tema, hoy miércoles 22 de abril, el Centro de Estudios Hemisféricos y sobre los Estados Unidos (CEHSEU) de Cuba, como parte del trabajo investigativo que viene desarrollando desde hace décadas, dará inicio a una serie de encuentros teóricos que tendrán como sede la casa del ALBA en La Habana, con el panel “El Conflicto Cuba-Estados Unidos y la dinámica hemisférica: De Playa Girón a la VII Cumbre de las Américas”.

Esperemos que esta necesidad de “mirar” y visibilizar el largo camino que todavía queda por delante para los dos países, sea mucho más que un esfuerzo coyuntural de la academia.


Estos son algunos de los trabajos que aparecen publicados en el sitio web de American University:


Los anuncios realizados por los presidentes Castro y Obama el 17 de diciembre produjeron un torrente de coberturas mediáticas y análisis académicos que, comprensiblemente, se centraron en las negociaciones diplomáticas. Este artículo examina un aspecto menos estudiado pero igualmente importante: la reconciliación entre los cubanos…


Cuando el presidente Dwight D. Eisenhower rompió las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos el 3 de enero de 1961, pocos imaginaban que deberían transcurrir 54 años antes de que esta decisión fuera revocada. Sin embargo, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas no debe confundirse con el restablecimiento de relaciones normales entre los dos países. De hecho, ninguno de los dos presidentes puede restablecer una relación normal, porque nunca ha existido. Este artículo ofrece un pequeño sumario de la conflictiva relación cubano-estadounidense a lo largo de los últimos doscientos años, y entonces, examina aquellos aspectos que deben cambiar para que por primera vez Cuba y Estados Unidos estén en capacidad de establecer una relación “normal”.


El 17 de diciembre de 2014, los presidentes Barack Obama y Raúl Castro acordaron normalizar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. El 1ro. de enero de 2015, Vietnam comenzó las celebraciones por el vigésimo aniversario (1995-2015) de la normalización de relaciones políticas con los Estados Unidos. Este ensayo se centra en el proceso de normalización de las relaciones Estados Unidos-Vietnam. Ofrece un breve esbozo de las diferencias –y similitudes- del proceso de normalización entre Cuba y Vietnam.


La distancia en el tiempo no lo permitió, pero una serie de partidas entre el gran maestro cubano y el genial jugador norteamericano hubiese acaparado la atención mundial y seguramente pasado a la historia como uno de los grandes acontecimientos del mundo de los trebejos.

En términos políticos algo similar está ocurriendo entre Estados Unidos y Cuba desde el 17 de diciembre del pasado año cuando los primeros, jugando con las blancas, iniciaron el cotejo con unas muy interesantes y complejas apertura y primeras movidas. El norteamericano se destaca por un juego muy agresivo y su fuerte es el ataque. El cubano es considerado uno de los mejores del mundo en defensa, y también es bueno aprovechando las debilidades del contrario y embistiendo oportunamente con el vigor requerido. Las primeras movidas adelantan que será una partida larga y compleja. Algunos ya piensan en la posibilidad de unas tablas, pero el juego sólo ha comenzado. El mundo observa con interés.


Aunque la normalización de las relaciones con los Estados Unidos se encuentra todavía en su fase más tempranas, la reacción jubilosa de los cubanos a los anuncios del 17 de diciembre indica claramente que ellos interpretan que esta nueva apertura ha puesto fin a la Guerra fría en el Caribe. ¿Sin la amenaza de los Estados Unidos, será más difícil de mantener la unidad nacional? ¿Estará el público menos dispuesto a aceptar las restricciones de las libertades políticas en nombre de la seguridad nacional?


La disparidad es el rasgo definitorio de la relación entre Cuba y EE.UU. Una discusión de la historia de las relaciones entre Cuba y EE.UU., y de las actitudes y percepciones de los gobiernos respectivos desde la fundación de la república cubana en 1902, rebasa el objetivo de este artículo. Baste aquí con afirmar que la asimetría no es un rasgo transicional, y que ha tendido a consolidarse al aumentar simultáneamente la disparidad de poder a favor de EE.UU. y la proyección nacionalista de Cuba en su política exterior…


El anuncio pudo haber sido una sorpresa para los más cercanos aliados de Cuba en la región, pero era algo largamente anhelado por los países del hemisferio. Incluso a pesar de que las conversaciones bilaterales Cuba-Estados Unidos comenzaron en diciembre de 2014 después de un año de intercambios secretos, un asunto clave que sigue pendiente en el estudio de este proceso es la contribución que los gobiernos latinoamericanos hicieron al mismo, a partir de la creciente autonomía que han venido alcanzando de los Estados Unidos y el cambiante ámbito de las relaciones hemisféricas.


La brusca ruptura después de 1959 eliminó en muy pocos años una relación estrecha de larga data; no obstante, esta era muy asimétrica y en muchos casos limitaba las posibilidades efectivas de un desarrollo económico autóctono, debido a la penetración del mercado doméstico por grandes empresas de ese país, las cuales desde el punto de vista comercial y de inversiones disfrutaban de amplias ventajas. Ahora sobreviene este momento de cauteloso acercamiento entre dos estados que compartían una profunda relación que se interrumpió abruptamente, y que han permanecido distantes durante más de medio siglo. Este trabajo trata de establecer paralelos y distancias con lo acontecido en otros contextos a la vez que indaga en los efectos potenciales para Cuba.

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