La experiencia podría convertirse en un programa nacional, de resultar efectiva.
SALUD Y CIENCIA Redacción IPS Cuba 10 agosto, 2015
La idea es que estos cursos los impartan los educadores ubicados en los policlínicos, con el apoyo y la asesoría del psicólogo. Foto: Jorge Luis Baños
La Habana, 10.- Aprender a conocer el cuerpo propio y cuidar de él, es el propósito de una experiencia de la escuela popular de salud que se desarrolla en una barriada de esta capital, con perspectivas de extenderse a otros territorios del país.
El proyecto consiste en que, de conjunto con los médicos de familia y las enfermeras de los consultorios, se imparten talleres y clases a la población sobre algunos aspectos de educación para la salud, abundó Rosaida Ochoa, directora de la Unidad Nacional de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades.
Todo comenzó con un grupo de personas diabéticas adscritas a un consultorio, a quienes durante dos meses se les dio un curso conformado por varios módulos temáticos. Para empezar, aprendieron sobre la diabetes y cómo convivir con esa condición.
Otros temas tratados fueron la alimentación saludable, cómo preparar los alimentos que tenemos a mano, la necesidad de consumir menos azúcar, sal y grasas; los beneficios de la actividad física para la salud, la medicación y los servicios preventivos que se brindan en el nivel de atención primaria de acuerdo con la edad de las personas.
“Al concluir el curso, si los participantes necesitan exámenes preventivos, el médico de la familia lo orienta, aunque su función en el proyecto se limita a convocar a la población meta en cada una de las etapas. El trabajo lo desarrolla mayormente la enfermera”, apuntó Ochoa.
Coordinado de conjunto con el estatal Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos, involucra también al representante de actividad física que radica en cada uno de los consejos populares y la Dirección Municipal de Salud del Cerro.
Además del primer ciclo sobre diabetes, se iniciará una segunda fase con las personas con hipertensión, luego la tercera edad, y posteriormente, con jóvenes y adolescentes, para trabajar los estilos de vida.
La idea es que estos cursos los impartan los educadores ubicados en los policlínicos, con el apoyo y la asesoría del psicólogo.
“Comenzamos en el Cerro porque se nos acercó una médico con este interés. El pilotaje lo vamos a extender en septiembre, primeramente, a todo el municipio; con posterioridad lo llevaremos a otras provincias del país para proponerle luego al Ministerio de Salud Pública institucionalizarlo como programas del sector”, amplió.
A juicio de la médica, la experiencia piloto puede convertirse en un proyecto nacional porque las personas acuden ávidas de conocimientos y constituye otra manera de llevar educación para la salud a la gente.
En el país, destacó, contamos con todos los elementos y los recursos humanos especializados en actividad física, nutrición, entre otros, para emprender esta idea.
Esos criterios coinciden con los expresados por las personas beneficiadas en este primer paso.
Según Idolia Morera, de 69 años, diabética, la experiencia fue positiva y por su utilidad debe extenderse a otros lugares.
“Aunque no es la primera vez que se nos habla de nuestra condición, a veces una tiene esas ideas dormidas. Nos ayudó a comprender que muchas personas pasan por lo mismo porque en ocasiones una se siente deprimida”, compartió esta mujer, que lidia con la diabetes desde hace 12 años.
También de la iniciativa, donde participaron 16 personas, surgió un grupo de ayuda mutua, que se reúne cada quince días.
Magalys Castañeda, devenida coordinadora, indicó que se siente contenta “con el intercambio y los encuentros, pero por encima de todo con el apoyo que podemos brindarle a quienes por alguna razón de salud no pueden acudir”.
La población cubana vive un acelerado proceso de envejecimiento, además de que la diabetes y la hipertensión son comunes entre las personas adultas cubanas. (2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por opinar