Sus acciones no respondieron a afán de lucro, ni odio, ni inclinaciones
perversas, solo respondieron a un acto de amor, ese que "engendra la
maravilla" como dijera el poeta. Me sumo a este poema de Omar Pérez Aroche,
que canta al amor y a Ana, recluida ya por 16 años en el hospital prisión de
Carswell, Estados Unidos.
Carlos Benet.
Canto de paz.
(Para Ana por recordarnos que no hay muros al amor)
Ayer amanecí viendo que el “DIA”
no era tan claro como lo pensé
lanzaba oscuridades a la fe
y a la nocturnidad apología.
Me movió el corazón a la porfía
de limpiarle las lentes al futuro
no se debe eludir porque sea duro
repartir del amor la profecía.
Una sola es mi casa amén los mares
dijeron cara al sol tantos poetas
en cantos de igualdad como profetas
de la unión sin destiempo ni dispares.
Valga siempre la luz, aunque la noche
que siempre valga el canto, aunque el silencio
prodigar el amor no es un derroche.
No hay canto al egoísmo que perdure
si es un canto de paz el que me agencio
que sea mi canción quien me depure.
Omar Pérez Aroche.
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