¿Tendrá cura el Alzheimer? ¿Cuál es el comportamiento de la enfermedad en Cuba y en el mundo? ¿Dónde y cómo invertir para aliviar sus costos humanos, económicos y sociales?
Fotos: Roberto Garaicoa
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Uno de los principales desafíos que tiene planteada la humanidad es el reacomodo social frente alenvejecimiento, lo cual implica también nuevos derroteros para la comunidad científica.
“Es mucho mejor tener una población que ha vivido una vida larga y feliz, y que además de envejecer lo haga de una forma saludable”, aseveró el Doctor Pedro Valdés, subdirector del Centro de Neurociencias de Cuba, al referirse a la causa que unió a científicos de varios países en la Isla preocupados por esta realidad.
Sostuvo, además, que el evento es un esfuerzo de la sociedad científica y hacerlo en Cuba es un reconocimiento a su sistema de salud.
“En el encuentro han ocurrido intensas discusiones acerca de la ciencia y la sociedad, en función de cómo se puede contribuir a la salud mental durante el envejecimiento, ya que una condición que no es muy reconocida en muchos países es la demencia”.
Insistió en que el asunto cardinal no es enfrentar el envejecimiento y el aumento de los problemas vinculados con la demencia, sino un cambio radical en la forma de atender a estas personas, que exige cambiar la forma de pensar no solo del personal médico y paramédicos, sino una formación generacional para cambiar las formas de interacción con la sociedad. Porque hablamos de una situación nueva para la humanidad. Hay que pensar en cómo preparar a los que van a tener que enfrentarse más con esta situación.
El Doctor Juan de Jesús Llibre se detuvo en que la demencia es una condición que se caracteriza por la pérdida de conciencia y de las facultades mentales. “Hay más de 100 causas de demencia, y la más conocida es el Alzheimer, porque afecta a un 60 por ciento de los pacientes con esta condición de salud.
“A veces se confunde con el envejecimiento, o se asume que el Alzheimer no es demencia senil, cuando ambos son sinónimo, porque los cambios que acontecen en el cerebro son los mismos. El Parkinson, en tanto, se asocia, pero no es igual, porque un tercio de quienes lo sufren pueden desarrollar una demencia.
“Si se piensa en un deterioro cognitivo debe ir al médico. Nosotros lo tipificamos como un trastorno neurocognitivo”.
Para el Doctor Bruce Miller, director de la Universidad de California, uno de los 10 centros de este tipo que existen en el estado norteamericano de San Francisco, existen grandes esperanzas asociadas con la biología de estas enfermedades, que comienzan a entenderse ahora.
“Tenemos formas para ver cómo podemos tener los medicamentos. Por ejemplo, se han observado los cambios moleculares que produce el Alzheimer. Se han comprobado las neurofibrilaciones que causa una proteína al matar a las neuronas del cerebro. Cuando estas se desintegran impactan nuestro funcionamiento”.
Compartió que uno de los riesgos para el Alzheimer son los traumas. “Eso lo comprobamos en un jugador de fútbol que sufrió un desorden cognitivo. Y se ha demostrado que pasan muchos años antes de que se desarrolle la enfermedad, por ello existe la esperanza de que podemos influir sobre esa proteína.
“Hay depósitos de amiloide en el cerebro muchos años antes de los primeros síntomas. Esto lo lleva a uno a considerar que se puede tratar la enfermedad en su fase inicial. Ahora se están realizando transferencias al ratón de las placas de beta-amiloide, con lo cual podemos ver lo que afecta al ser humano y cómo desarrolla los mismos síntomas, y esto nos ayuda a descubrir cómo prevenir que el amiloide se expanda por todo el cerebro. Si encontramos cura para los ratones, eventualmente lo podemos hacer para los seres humanos”.
El Doctor Shekhar Salcena, director de Salud Mental de la OMS, se detuvo en que el mundo está envejeciendo y muy rápido. Lo cual es algo bueno, porque eso quiere decir que hemos podido evitar muertes por enfermedades cardiovasculares, cáncer y otras enfermedades infecciosas. Pero aparecen otras dolencias.
“La población mundial de la tercera edad se ha triplicado en los últimos 60 años y la demencia será un problema frecuente. Unos 47 millones de personas en el mundo padecen o pueden padecerla. Esas cifras se duplicarán en los próximos 20 años, a un ritmo acelerado que va a afectar a todos los países. Y el 7 por ciento de los que la padecen viven en países de nivel de renta medio o bajo.
“Un por ciento del PIB internacional sufrirá pérdidas por el costo médico y social del cuidado de personas con estos problemas mentales. Por ello es una razón para priorizar esta asistencia. También los familiares tienen que cuidar a las personas con demencias y no pueden trabajar, lo cual se suma al costo alto que tiene esta enfermedad para los países. Todo ello nos conduce a afirmar que es un problema global, es un problema de salud, es económico y afecta a un gran número de países en el mundo, especialmente los de renta media y baja”.
Este evento, coincidió, es muy apropiado que se haga en Cuba, no solo por el grado de envejecimiento poblacional que tiene sino porque está a la vanguardia en las investigaciones cerebrales. “Queremos aprender más, y queremos ver cómo este conocimiento puede ser útil para otros países. Ese es uno de los proyectos de la OMS y por lo cual estamos acá”.
Alegó que es fundamental tener un enfoque multisectorial para enfrentar este problema. “Debemos, además, involucrar a muchas personas para hacer una estrategia a lo interno de cada país. Hasta las personas con demencia deben participar de la solución, porque hay que preocuparse por la calidad de vida de los que tienen la enfermedad y de quienes los cuidan.
“Aproximadamente el 30 por ciento de todas las demencias también están asociadas a malos hábitos de vida. De hecho, los mismos factores para prevenir las afecciones cardiovasculares están muy relacionados con los problemas de la salud mental”.
El Doctor Llibre argumentó que el impacto en la familia es considerable, porque el 40 por ciento de los cuidadores deben abandonar su trabajo y esto da la medida de las afectaciones.
En Cuba, refirió, el 1,4 por ciento de la población padece de demencia. Son unos 160 mil casos, y el 20 por ciento de los que la padecen tienen más de 65 años.
Cuba, dijo, se encuentra entre los 4 países de las Américas para enfrentar la demencia. Entre los pasos de la estrategia que tiene la Isla está capacitar al sector de la salud y a la sociedad para enfrentar este problema, incrementar la promoción y la información, y trabajar en la importancia de la prevención temprana.
“Se ha demostrado que cuando la familia se ha preparado de forma adecuada, con hábitos de vida saludables, la calidad de vida es otra.
“También se ha previsto desarrollar la investigación biomédica, el estudio de factores de riesgo, y una mejor calidad de vida con el desarrollo de servicios y de ambientes favorables”.
En los minutos finales de la Mesa Redonda, el Doctor Pedro Valdés se detuvo en que Cuba tiene pasos a su favor con el programa del Adulto Mayor, lo cual no desconoce la estrategia de demencia. Así como se lanzó el programa nacional de investigación de envejecimiento, con una línea de envejecimiento cerebral que va a agrupar a todas las fuerzas.
“Es importante tener un programa de investigaciones, porque el desarrollo de vacunas contra las enfermedades infecciosas ha demostrado nuestra capacidad de integrar la investigación con los tratamientos. Igualmente hay que procurar tener tecnologías y medicamentos escalables, que no solo resuelvan problemas en países con una alta economía, sino que sean soluciones que sirvan a todos los pueblos”.
En Cuba se lanzó un programa de mapeo cerebral en personas jóvenes que demostró que el 78 por ciento de las personas con hipertensión tenían anomalías de resonancia magnética correlacionadas con un deterioro cognitivo muy ligero. Esto nos demostró cómo hay que aumentar la vigilancia de las personas que tienen riesgo.
“Es muy difícil de predecir cuándo habrá algún medicamento. Los estimados de gastos para una cura del Alzheimer están en los miles de millones. El énfasis ha ido hacia la prevención. Es muy relativo lo de los 25 años para que se descubra la cura, porque estoy seguro que tardaría en llegar a los países menos favorecidos económicamente”.
“Es mucho mejor tener una población que ha vivido una vida larga y feliz, y que además de envejecer lo haga de una forma saludable”, aseveró el Doctor Pedro Valdés, subdirector del Centro de Neurociencias de Cuba.
El Doctor Juan de Jesús Llibre se detuvo en que la demencia es una condición que se caracteriza por la pérdida de conciencia y de las facultades mentales.
Para el Doctor Bruce Miller, director de la Universidad de California, uno de los 10 centros de este tipo que existen en el estado norteamericano de San Francisco, existen grandes esperanzas asociadas con la biología de estas enfermedades, que comienzan a entenderse ahora.
El Doctor Shekhar Salcena, director de Salud Mental de la OMS, se detuvo en que el mundo está envejeciendo y muy rápido.
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