Compuesta por fotografías de grandes dimensiones, la muestra busca llegar a un gran número de personas para crear conciencia medioambiental.
MEDIO AMBIENTE Redacción IPS Cuba 22 diciembre, 2015
Fuentes científicas ven al territorio marino como la última frontera para la conservación de la naturaleza del planeta.Foto: Archivo IPS
La Habana, 22 dic.- Los mundos secretos y desconocidos de los mares cubanos ahora están más cercanos a las personas que transitan por el casco histórico de esta capital, gracias a la exposición al aire libre La última frontera, en la verja del Castillo de la Real Fuerza.
Así dijo la directora de Mundo Latino, Marta Carvajal, en la inauguración de esta muestra de 40 gigantografías, producida por la serie Naturaleza Secreta de esos estudios estatales y el Centro Nacional de Áreas Protegidas, con el apoyo de la organización no gubernamental estadounidense Fondo para la Defensa del Medio Ambiente.
Tres fotógrafos cubanos, Noel López Fernández, Daniel Pérez Hernández y Vicente González Díaz, y el estadounidense Ian James Shive participan con su trabajo en esta exhibición, disponible al público hasta inicios de 2016.
A juicio de Carvajal, la contribución del norteamericano resulta también una especie de ventana para visualizar cuánto pueden hacer juntos ambos países en la preservación del ecosistema común entre Cuba y Estados Unidos.
La mayoría de las instantáneas fueron tomadas en el parque natural Jardines de la Reina y descubren la riqueza de la flora y fauna de los fondos marinos en esta isla, además de varias especies protegidas o en peligro de extinción.
La vida submarina está también afectada por las variaciones del clima.Foto: Carlos Otero
“Queremos contribuir así a generar una cultura a favor de la preservación de la vida en el planeta”, apuntó.
La última frontera también podría ayudar a promover un turismo responsable en la zona costera. Además de aportar a la educación ambiental de la población, consideró la directora de Mundo Latino.
Para Eusebio Leal, director de la Oficina del Historiador de La Habana, esta exhibición devela el esplendor de una Cuba sumergida y es un ardoroso llamado a la preservación del medio ambiente, en particular el marino.
En su intervención, el historiador se dirigió también a “todo lo que flote y descanse en los mares, a todo lo que allí florece y nos es desconocido”.
Según el director del Castillo de la Real Fuerza, Antonio Rivero, por esa edificación de inicios del siglo XVI, han pasado diferentes exposiciones en las “galerías al aire libre” que se ubican en las rejas.
Tales exhibiciones tienen un impacto inmediato en la numerosa población que transita o vive en el centro histórico de La Habana, incluso el proceso de montaje visible para el público resulta también una atracción, señaló.
“Hace poco veía a un señor de los que recoge laticas para materia prima mirando detenidamente las fotos, y así otras muchas personas que no suelen entrar al museo o a una galería pueden disfrutar de estas imágenes del mundo secreto alrededor de Cuba”, aportó.
Este tipo de muestras en las afueras de la fortaleza fue una idea de Leal y ya se cuentan varias como “Las 100 obras más valiosas del Louvre” y “La obra de los Antonelli en La Habana”, recordó Rivero. Y el año pasado realizaron la primera hecha en Cuba:
Expedición al Toa, de la Fundación Antonio Núñez Jiménez y Mundo Latino.
En junio de 2016 está programada otra gran exposición para celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente, anunció.
Tamara González, quien vive en Centro Habana y recorre el lugar casi diariamente, comentó que “espacios públicos como este llaman mucho la atención y es una muy buena idea sacar el arte a la calle”.
Y el mexicano Jorge Morales, de visita por estos días en La Habana, hizo un alto en su camino para observar las gigantografías. “Cuba es privilegiada por tener una naturaleza tan linda”, comentó. (2015)
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