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jueves, 11 de febrero de 2016

En Miami, Joe García contra Ileana Ros-Lehtinen

Edmundo García
(www.latardesemueve.com / @edmundogarcia65)

Joe García tratará de ganar nuevamente el asiento del
Distrito 26 de la Florida en el Congreso de Estados Unidos, mientras Ileana Ros-Lehtinen buscará reelegirse en el Distrito 27. No se enfrentan entre sí electoralmente, pero toman posturas distintas en la definición de sus líneas políticas.

Joe García, con el que he tenido algunos recientes intercambios a propósito de su decisión de regresar a la política activa en Miami, me ha dicho personalmente que en cuanto a Cuba su posición es la del Presidente Barack Obama: seguir un camino difícil, aunque posible, hacia la normalización de relaciones.

Ileana Ros-Lehtinen, que en el tema cubano no tiene proyecto positivo que defender, solo sabe ponerse a la defensiva: Su posición es ir en contra de la posición del Presidente Obama; en consecuencia, de la de Joe García.

El ex congresista federal Joe García estuvo en Cuba como parte de la delegación que acompañó al Secretario de Estado John Kerry a la inauguración de la Embajada de Estados Unidos en La Habana. En los archivos del programa “La tarde se mueve” se pueden encontrar varios artículos que he dedicado a exponer diferencias con Joe García; diferencias que no impiden, por vislumbrar intereses comunes de mayor envergadura, que existan condiciones (sobre todo después de su derrota ante Carlos Curbelo, una figura tutelada por Ros-Lehtinen) para considerar la posibilidad de que García realice una labor positiva, de acercamiento entre los pueblos de Cuba y Estados Unidos. Y sobre todo, que con su “moderación” Joe pueda balancear el trío Republicano y anticubano que, incluyendo a Mario Díaz-Balart, habla en nombre de Miami y los cayos en el Capitolio de Washington DC.

Que Joe García defienda una política hacia Cuba en la línea del Presidente Obama, mientras Ileana Ros-Lehtinen representa la reacción, tiene implicaciones específicas.

Implica que Joe García, de ser electo, entendería de forma semejante al Presidente Obama la necesidad de cerrar o al menos transformar las emisiones de radio y televisión contra Cuba, como las que realizan las mal llamadas Radio y Televisión Martí. Se deduce que Joe García apoyaría la decisión de la Oficina de Radiodifusión del gobierno de Estados Unidos de encontrar un mejor destino a lo que ha sido durante demasiados años un proyecto injerencista; con menos sentido ahora entre países que tienen relaciones diplomáticas.

Por otra parte implica que Ileana estaría a favor de prolongar indefinidamente el obsoleto proyecto de Radio y Televisión Martí, tanto por los votos que le reporta esta demagógica defensa, como por la función de aparato gratuito de propaganda con que sirve a sus intereses personales.

Joe García, de ser electo en el Distrito 26, significaría la defensa de una emigración legal y ordenada; un proceso pensado según los mejores intereses de Estados Unidos, del sur de la Florida y de los países donde se origina esa emigración; como es el caso de Cuba. Frente a esto, Ros-Lehtinen representa la politización del problema migratorio, la manipulación chantajista de la llamada Ley de Ajuste Cubano y de los beneficios que durante unos meses reciben quienes llegan a Estados Unidos.

En este mismo momento, bajo la lupa de Ros-Lehtinen, el Rep. Carlos Curbelo trata de implementar un proyecto destinado a obligar a los cubanos que llegan a Estados Unidos a declararse “exiliados políticos” como requisito para recibir alguna ayuda; declaración que les convertiría en “rehenes” al no poder regresar a Cuba hasta que se hagan ciudadanos, con el pretexto de que un “perseguido” estaría renunciando a su estatus legal si vuelve al país donde presuntamente le perseguían; persecución que ellos mismos declaran no haber experimentado.

Joe García estaría comprometido con una solución ordenada, gradual y transparente del atasco migratorio que se ha producido en Centroamérica. Un problema sobre el que Ros-Lehtinen ha preferido no comentar, en primer lugar porque el tipo de cubano que se encuentra estacionado en Costa Rica no es de su gusto. Ese cubano, mayoritariamente joven y formado en la Revolución Cubana, solo quiere mejorar económicamente y regresar a Cuba cuando tenga la primera oportunidad.

El uso político de las dificultades de esta emigración, llena de irregularidades, se puso de manifiesto ayer cuando se dieron a conocer unas declaraciones del Canciller de Costa Rica Manuel González donde decía que una prensa manipuladora ha estado recomendando a los cubanos usar soluciones no pactadas y recurrir a “coyotes” supuestamente más baratos y rápidos, lo que ha provocado que los vuelos organizados por los gobiernos no se estén completando. Según el Canciller González, si el vuelo de hoy miércoles y el del jueves no se completan, sería muy probable que se suspendieran, creándose un problema que puede conducir al caos.

Joe García, aunque no pueda evitarlo, por lo menos mostraría una mejor comprensión de la necesidad de eliminar los planes de difamación y subversión respecto a Cuba. Nadie mejor que Joe, que vivió la época de mayor fama de la “turoposición” o “disentur” cubana para saber lo poco que significa políticamente. Si alguien tiene experiencia para no hacerse falsas expectativas y desalentar con realismo los planes contra Cuba es Joe García. Cabe esperar que en eso sea un poco más racional que Ros-Lehtinen, que ya anunció que está preparada para prolongar el absurdo de una “primavera árabe” o un “golpe suave” en Cuba por el tiempo que sea necesario; o por el tiempo tan corto que le queda hasta que su partido político y sus consejeros le digan claramente que es hora de dejar la política.

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