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lunes, 4 de julio de 2016

Leo Brouwer rescata en Cuba los conciertos de beneficencia


Las presentaciones promovidas por la Oficina Leo Brouwer van dirigidas a recaudar fondos para ayudar a las poblaciones más desfavorecidas. 


La Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús del Vedado acogió el ciclo de conciertos solidarios durante los meses de febrero, abril, mayo y junio. 

Foto: Tomada de www.diariodecuba.com 

La Habana, 4 jul.- Con un ciclo de cuatro conciertos realizados este año con fines benéficos, el maestro Leo Brouwer se propuso rescatar una vieja tradición casi olvidada en Cuba, para brindar amor y música a los grupos más vulnerables de la sociedad.

Así dijo a la Redacción IPS Cuba ese prestigioso músico cubano, quien considera que con las presentaciones realizadas los últimos sábados de febrero, abril, mayo y junio pasados, en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en el Vedado, vuelve “a retomar el hilo” de acciones detenidas desde hace más de 50 años.

“Fue una idea de la directora de la Oficina Leo Brouwer, Isabelle Hernández, a lo largo de nuestra amistad y de nuestra relación de tantos años hemos hablado de lo que nos gustaría hacer y, en una de esas charlas, surgió este proyecto”, explicó.

“Nosotros hemos conversamos mucho de las necesidad culturales, de lo que nos gustaría que se escuchase, de por qué no se oyen obras contemporáneas, o por qué se han abandonado las presentaciones didácticas o los conciertos encaminados a brindar ayuda social en cualquier sentido”, precisó.

Brouwer también habló de la selección cuidadosa del repertorio, que incluyó composiciones que no fueran las usualmente escuchadas en los conciertos de música clásica.

La primera presentación de Conciertos Solidarios, bajo el título Alemania barroca, estuvo dedicada a la infancia con discapacidad y en riesgo de exclusión social.

Con el nombre de Terra ignota, la actuación de abril la destinaron a favor de las personas con discapacidad y su familia. El de mayo, Austria clásica, fue para los adultos mayores con desventaja social.

Por último, la presentación del 25 de junio, denominada Collage, estuvo destinada a niñas, niños y adolescentes en riesgo de exclusión social.

La flautista Niurka González, Ensemble Solistas de La Habana, Quinteto Ventus Habana y el Cuarteto de Cuerdas Amadeo Roldán, fueron algunos de los implicados en los espectáculos.

“La respuesta de los músicos ha sido muy generosa y muy hermosa, porque saben que hacemos esto simplemente por amor”, manifestó Brouwer.

Algunos fueron conciertos monográficos, otros históricos y, el de cierre, lo dedicamos a América Latina, para concluir el ciclo con alegría y un repertorio más popular, detalló.

Como enfrentamos dificultades con los teatros o con las programaciones de esos lugares, entonces acudimos a la Parroquia del Vedado que es estupenda, aunque en estos veranos el calor es muy grande y la climatización no es la mejor. Para Brouwer, el amor del público y el párroco compensa con creces las dificultades.

En el 2017 realizaremos un ciclo semejante, siempre a principios de años, adelantó.

Según la directora de la entidad benéfica Cáritas Habana, Migdalia Dopico, la Oficina de Leo Brouwer los contactó con la idea de hacer los conciertos solidarios y que esta organización religiosa canalizara las donaciones.

La iniciativa del maestro Leo Brouwer retoma una antigua tradición en Cuba: ofrecer conciertos benéficos o solidarios con el fin de ayudar a la población más desfavorecida, añadió.

“Pero la intención no es solo que se colabore de forma material, que es importante para sostener los proyectos, sino también que se acerquen un poco al mundo de esas personas, que estén presentes y se integren”, valoró.

A su juicio, “lo más importante es sensibilizar respecto a la situación de los grupos más vulnerables como ancianos y ancianas que viven solos, tristes… personas con discapacidad y otros padecimientos, niños y niñas con familias disfuncionales, o aquellas con riegos de ser excluidas, marginadas por la sociedad”.

Cáritas Habana es una institución de la Iglesia católica para la acción social y la ayuda caritativa. Hace 25 años, esta confederación internacional con sede en el Vaticano llegó a Cuba, justo en los años iniciales de la actual crisis económica, explicó Dopico.

“La organización sintió que ese era el momento en que el pueblo cubano más lo necesitaba y por eso se acercó a él en un momento difícil, no solo con ayuda material, también con ayuda afectiva”, indicó. (2016)

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