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miércoles, 24 de agosto de 2016

En cifras: el armamento nuclear en el mundo


¿Cuál es el estado de las armas nucleares en el mundo y cuál es su futuro?

La Cumbre de Seguridad Nuclear celebrada en Washington el pasado mes de abril demostró que el mundo aún tiene mucho trabajo pendiente en este ámbito. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró que había riesgo de que grupos terroristas como el autoproclamado Estado Islámico se hicieran con armamento atómico. Pero también quedan cuestiones pendientes en materia de disuasión y desarme entre los Estados con este potencial.

Rusia y China no acudieron a la cumbre. Pekín está incrementando sus arsenales nucleares, mientras que Moscú, pese a reducir el número de cabezas, apuesta por modernizar su armamento. Estados Unidos también actualiza sus sistemas, pese a que el presidente Obama llegara a la Casa Blanca con un discurso antinuclear. Corea del Norte siempre es una incógnita; qué hará. Pakistán también aumenta su capacidad.

¿Qué países tienen armas atómicas?

Nueve Estados cuentan con capacidad nuclear: Rusia, Estados Unidos, Francia, China, Reino Unido, Pakistán, India, Israel y Corea del Norte. Mientras que Bélgica, Alemania, Holanda, Italia y Turquía tienen armas estadounidenses en su territorio, tal y como estipulan una serie de acuerdos en el marco de la OTAN.

Sudáfrica ha sido el único país que ha desmantelado su arsenal nuclear. Lo desarrolló entre los años 60 y 80, aparentemente con ayuda de Israel. En 1991 en el marco del final del régimen del apartheid, firmó el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y eliminó sus cabezas. Kazajstán, Ucrania y Bielorrusia “heredaron” armas atómicas en sus territorios cuando cayó la URSS en 1991. Pero estas fueron devueltas a Rusia a lo largo de los 90.


© Manuel Alejandro Beigveder

¿Cuántas armas nucleares hay?

El número exacto no se conoce por la opacidad que algunos países ponen en práctica sobre sus arsenales atómicos. Una fuente fiable para aproximarse es la Federación de Científicos Estadounidenses (FAS, por las siglas en inglés de Federation of American Scientists), que a principios de 2016 cuantifica en 15.350 las armas nucleares en el mundo.

Los principales arsenales corresponden a Rusia con 7.300 y a Estados Unidos con 6.970. Les siguen Francia (con 300), China (260), Reino Unido (215), Pakistán (130) e India (120). Es decir, y según los cálculos de Bulletin of the Atomic Scientists (publicación de referencia sobre el rol de este tipo de armamento), Moscú y Washington cuentan con el 93% del total de cabezas atómicas.

Israel y Corea del Norte son menos transparentes en sus cifras, o, como en el caso del Estado hebreo, ni siquiera reconocen abiertamente su existencia. FAS estima que los israelíes cuentan con unas 80 cabezas. Mientras que SIPRI cifró los dispositivos atómicos en manos de Pyongyang entre seis y ocho.

Pese a estas cifras, el punto álgido de los arsenales nucleares fue en 1986 cuando había 70.300 armas, según datos de FAS y del Bulletin of Atomic Scientists. Evidentemente, la URSS (con más de 39.000) y Estados Unidos (por encima de las 21.000) eran las potencias atómicas dominantes en el planeta.

¿Cuántas veces se han utilizado?

Es bien sabido que Estados Unidos ha sido el único país que ha usado estas armas en un conflicto. Fue en los tristemente célebres bombardeos sobre Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945. Causaron entre 130.000 y 250.000 muertos (la cifra bascula dependiendo de si la fuente cuenta o no a las personas que fallecieron tiempo después por la radiación).

Desde entonces no se han vuelto a utilizar contra seres humanos, pero sí que se han producido centenares de ensayos. Según datos de Naciones Unidas, y sumando las pruebas coreanas más recientes, se han producido 2.056 pruebas nucleares desde el 10 de julio de 1945, fecha en la que Estados Unidos probó la primera bomba atómica de la Historia en Alamogordo (Nuevo México).

Según estas cifras, EE UU ha realizado 1.032 ensayos, seguido por la URSS (715), Francia (210), Reino Unido y China (con 45 cada uno), India (3), Pakistán y Corea del Norte (con 4 cada uno). El año de mayor actividad fue 1962 con 178 pruebas (96 a cargo de los estadounidenses, 79 de los soviéticos, dos de los británicos y uno francés). Justamente coincide con uno de los puntos álgidos de la guerra fría: la Crisis de los Misiles de Cuba.

La proliferación de estas pruebas a principios de los 60 propició que en 1963 se firmara el Tratado de Prohibición Parcial de los Ensayos Nucleares. Los Estados se comprometían a no realizar más pruebas ni en la atmósfera, ni bajo el agua ni el espacio.

Las potencias nucleares (salvo India y China) contemplan el uso de este armamento en respuesta a un ataque directo en su territorio (nuclear o no) o contra sus aliados. Es decir, apuestan claramente por la disuasión para mantenerse libres de cualquier amenaza. Mientras que Nueva Delhi y Pekín establecen su empleo solo para responder a una agresión atómica.

En la prensa estadounidense ha comenzado un intenso debate sobre la doctrina nuclear del país, así lo han recogido medios como Washington Post o Foreign Policy. Según estas informaciones, el presidente Barack Obama estaría planteándose en el final de su mandato cambiar la política atómica, y limitarla para solo responder en caso de un ataque con armamento de destrucción masiva.

© Manuel Alejandro Beigveder

¿Qué poder destructivo tienen?

El poder de las bombas nucleares se mide en kilotones (kt) y megatones (Mt). Un kt equivale a 1.000 toneladas de explosivo TNT, y, por lo tanto, un Mt son 1.000 kt. Little Boy, la bomba que arrasó Hiroshima, tenía una potencia de 15 kt, y Fat Man, la que se lanzó sobre Nagasaki, liberó un poder destructivo de 21 kt.

Hoy el arsenal nuclear es mucho más destructivo. Por ejemplo, el misil balístico intercontinental ruso SS-18 Satan puede transportar tres cabezas nucleares que sumarían un poder destructivo de 20 Mt, es decir, 1.300 veces más potentes que la bomba que destruyó Hiroshima.

Mientras que los mísiles Trident estadounidenses pueden lanzarse con hasta 12 cabezas W88 (las más modernas de su arsenal) con un poder total de 5,7 Mt. Con todo, el artilugio nuclear más poderoso jamás probado ha sido la conocida como Bomba del Zar, detonada en un ensayo de la URSS en 1961 con una potencia de 50 Mt.


© Manuel Alejandro Beigveder

¿Cuántos tratados en vigor hay para su control y desmantelamiento?

Destacan tres tratados multilaterales, y luego también hay que tener en cuenta los cinco tratados (dos SALT y tres START) bilaterales que han firmado las dos grandes potencias atómicas del planeta, Rusia y Estados Unidos.

Entre los pactos multinaciones, al mencionado TPPEN, le siguió en septiembre de 1996 el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares. Fue resultado de un largo proceso negociador. Sus integrantes se comprometen a no realizar ningún tipo de prueba con estas armas. Actualmente, lo han ratificado 144 países (China y EE UU aún no lo han hecho) de los 178 que lo han firmado.

El acuerdo más importante entre naciones es el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), firmado en 1968. En la actualidad, ya se han incorporado la inmensa mayoría de los países del mundo (190). Contempla que solo cinco naciones pueden tener este tipo de armamento: Estados Unidos, Rusia (la URSS en su momento), Francia, China y Reino Unido. Este selecto grupo recibe la categoría de Estado nuclearmente armado.

Además, el TNP también contempla que los países firmantes se comprometen a impulsar medidas en tres ámbitos: el uso pacífico de la energía nuclear, la no proliferación y el desarme.

Tras la vorágine de pruebas nucleares en los 50 y los 60, la URSS y EE UU firmaron los dos acuerdos SALT (Strategic Arms Limitation Talks) en 1972 que contemplaba la reducción de su armamento estratégico, aunque su aplicación se vio afectada por la tensión entre bloques.

Con la guerra fría finalizada, rusos y estadounidenses también han negociado una serie de tratadossobre desarme atómico y convencional. En el terreno nuclear destacan los acuerdos START (Strategic Arms Reduction Treaty). Están en vigor desde 2010, y contempla reducir a 1.550 cabezas nucleares el arsenal de cada una de las potencias.

¿Cómo serán los arsenales del futuro?

Parece que las grandes potencias nucleares apuestan por la modernización. Según el vigente acuerdo START, EE UU y Rusia deberán disponer cada uno de 1.550 cabezas nucleares operativas en 2018. Pese a la reducción, ambos Estados están apostando claramente por modernizar sus dispositivos, con mejoras en cuanto a alcance, poder destructivo o dificultad para su interceptación. Por ejemplo, Washington invertirá 1.000 millones de dólares en los próximos treinta años, y Moscú se habrá gastado en 2020 unos 20 billones de rublos (unos 266.000 millones de euros) en modernizar sus misiles de época soviética.

Por su parte, China, cuenta con un arsenal más modesto. En la actualidad, dispondría de unas 75 armas con capacidad intercontinental, pero, según datos del Pentágono, hacia 2020, tendrá un centenar de armas capaces de alcanzar territorio norteamericano. Estas cifras implican que Pekín es el único Estado nuclearmente armado del TNP que aumenta su cantidad de armamento atómico.

Entre el resto de potencias nucleares, destaca el fuerte auge de Pakistán. Según un estudio de Carnegie Endowment, A Normal Nuclear Pakistan, Islamabad desarrolla su arsenal a un ritmo muy rápido, 20 cabezas al año (por las cinco de India). Con estas proyecciones, en la próxima década, llegará a las 350 cabezas, lo que la situaría como la tercera potencia atómica mundial.

India mantiene un perfil más bajo, pese a contar con un potencia industrial mayor que el de su enemigo. Según otro trabajo de Carnegie, la estrategia nuclear de Nueva Delhi se centra en contar con una capacidad de disuasión adecuada frente a Pakistán sin caer en una carrera de armamentos. Además, prefiere apostar por mísiles de mayor alcance para también disuadir a China, antes de aumentar el número de cabezas.

Reino Unido espera pasar de las 225 cabezas actuales a 180 en 2020, según datos del Bulletin of the Atomic Scientists. También quiere sistemas de armas más avanzados, como los nuevos submarinos Vanguard, y misiles Trident de EE UU. Por su parte, Francia e Israel apuestan por mantener sus arsenales en las cifras actuales, aunque también incorporarán sistemas más sofisticados como los misíles Jericho-III o los submarinos Triumphant, respectivamente.

Finalmente, Corea del Norte siempre constituye una incógnita. Pese a sus recientes ensayos, se sigue dudando de si cuenta con cabezas miniaturizadas para instalarse en misíles de largo alcance.


© Manuel Alejandro Beigveder

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