Mi blog sobre Economía

martes, 5 de abril de 2016

Voluntariado cubano apoya la inclusión de discapacitados intelectuales

El Grupo de padres, familiares y amigos de las personas con discapacidad intelectual lucha por ser registrado como asociación.



Distintas generaciones reciben atención en el Centro Médico Psicopedagógico La Castellana, en La Habana. Foto: IPS-Cuba

La Habana, 5 abr.- Grupos voluntarios de apoyo e instituciones educativas crean nuevas estrategias para incluir en la sociedad a las personas con discapacidad intelectual, como el proyecto Solo el amor engendra la maravilladel estatal Centro Médico Psicopedagógico La Castellana, de esta capital.

La institución impulsa la inserción de 307 personas mediante esa iniciativa, que mira de otra manera el problema.

“Queremos cambiar la visión del término personas con discapacidad intelectual, pues son discapacitados quienes no las aceptan”, dijo Yaíma González, madre de una adolescente de 14 años beneficiada con el proyecto.

Otra madrede un niño con síndrome de Down, Mayelín Oliva, también defiende y aplica ese enfoque en la iniciativa que coordina, La edad de oro, donde une diferentes experiencias de esta naturaleza para lograr una mejor calidad de vida y eliminar las barreras psicológicas excluyentes a través de la capacitación familiar y social.

Para Oliva, “en un asunto tan complejo, es esencial enseñarles a las familias las herramientas para el acompañamiento que requieran sus hijos”.

A su juicio, la inclusión debe hacerse desde la familia y debe ser intersectorial, es decir, con participación del ramo educativo, sanitario, cultural y deportivo. Y otorga un rol importante en esa meta a los grupos de apoyo.

Esta mujer integra el Grupo de padres, familiares y amigos de las personas con discapacidad intelectual, un colectivo que lucha por ser registrado como asociación para tener un funcionamiento legal.

Mientras tanto, señaló Oliva, “continuaremos trabajando con instituciones y organizaciones que quieran sumarse a actividades y acciones que mejoren la calidad de vida y la inclusión social”.

La Castellana

Emelia Ivar, rectora de La Castellana, con una experiencia profesional de 38 años, explicó que algunas veces las propias familias, en el afán de protegerlos de la sociedad y eventuales burlas, limitan a estos niños y niñas.


Consideró que “creando espacios especiales no vamos a lograr la inclusión social, por ello debemos continuar trabajando con los familiares para ayudar a romper escrúpulos que impiden la participación”.

La Castellana cuenta con personal médico y pedagógico y tiene en su currículo diez programas dirigidos a esferas fundamentales de la vida, desde la autonomía personal hasta la inserción socio laboral en los casos donde sea posible.

“Algunos llegan de meses y tienen su espacio especial. Otros tienen ya más de 60 años”, indicó la experta.

El centro tiene además una escuela para la instrucción y formación pre laboral, que ayuda al desarrollo de habilidades en diferentes labores manuales como artesanía y carpintería, la agricultura y algunos servicios.

Según Yvar, once jóvenes trabajan en la entidad en actividades de servicio, huerto, carpintería y artesanía, por lo que perciben un salario.

“Son personas con capacidades excepcionales porque tienen habilidades, sobre todo en el área de los valores. Todos los días aprendemos de ellos”, contó.

Por esa razón defiende que “la sociedad puede desarrollar los apoyos que se requieren para convivir como personas plenas”.

El propósito fundamental es que estas personas sean felices, participen, sientan y sufran también, “porque eso es parte de la vida”, enumeró la pedagoga. “No podemos crearles un mundo artificial, inexistente. Vivir es reír, tener éxito y decepciones. Debemos prepararlos para superar lo malo y disfrutar lo bueno”, sentenció.

El pasado mes de marzo, el centro acogió el III Encuentro de familias de personas con discapacidad intelectual, que incluyó la presentación de trabajos científicos sobre esa condición, con lenguaje explícito y sencillo asequible a las familias; paneles de madres y padres y experiencias personales; y actividades deportivas y recreativas.(2016)

💃La Habana Magazine -The Dance Issue - April 2016




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The Dance Issue

april 2016

In this Issue

The week that was
Obama came and saw
Rock’n’rolling with The Rolling Stones
“It´s only Rock and Roll, but I Like it”
Dance
21 Festival Internacional de Danza en Paisajes Urbanos: Habana Vieja Ciudad en Movimiento
Isabel Bustos Dancing with Retazos
Havana Queens Party
Miguel Iglesias: swimmer turned dancer
Rumba in Havana’s Cayo Hueso district
Conjunto Folklórico Nacional de Cuba
Ritmo Cuba Salsa Festival: a springtime showcase
Dancing in the Night in Cuba
An Army of Little Girls in long skirts
Irene Rodríguez and her Spanish Dance Company
Dance and the Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso
Alicia Alonso: The Grand Dame of Cuba
Cuban Ballet Dancers go International
Carlos Acosta presents his new company: Acosta Danza
Acosta Danza Premiere Season 
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El sireno Obama en su gran tournée en La Habana

5 de abril de 2016
Andrés Gómez, director de Areítodigital

Miami.- Fui a La Habana a cubrir la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, la cual como muchos sabemos ocurrió entre los días 20 y 23 de marzo pasados. Fue un hecho histórico extraordinario por numerosas e intensas razones. 

Entre estas y en primer lugar, porque por más de medio siglo, 57 años y unos meses exactamente, los gobiernos de Estados Unidos, han mantenido una política de agresión permanente en contra del pueblo y el gobierno revolucionario cubanos, políticas que en nada substancial han sido cambiadas y menos aún abrogadas. No obstante, es muy positivo que los gobiernos de Estados Unidos y Cuba hayan decidido restablecer relaciones diplomáticas a nivel de embajadas; que se estén dando muy cautelosos pasos por parte de Washington, para ir modificando la política genocida de Bloqueo; y que ambos gobiernos en muchos niveles estén conversando importantes asuntos, inclusive se puede entender que estén negociando algunos aspectos de sus diferencias dada sus nuevos vínculos en el proceso de normalización de sus relaciones.

Y en este contexto, más insólito que inusual, se da la visita del presidente Obama a La Habana, donde fue recibido con mucha cordialidad y a la misma vez firmeza. Aunque el cielo, el hermoso cielo cubano, no se mostró amigable con el presidente estadounidense, manteniéndose encapotado y así invisible el refulgente sol de Cuba durante su corta visita, desde el momento que aterrizó el gigantesco avión presidencial donde viaja el mandatario, a las 4:18 de la tarde del domingo 20 de marzo, cuando empezó a lloviznar, hasta casi exactamente a la misma hora de la tarde cuando su avión cogió vuelo el miércoles 23 de marzo.

Todos los interesados, en Cuba, en Estados Unidos y en otros lugares en el mundo, pudieron ver a través de trasmisiones televisivas y en las redes sociales sus comparecencias oficiales y sus discursos sin ningún problema. De manera transparente, como fueron las recientes visitas del Papa Francisco a Cuba y del Patriarca de Moscú y de Toda Rusia, Kirill, a La Habana.

En La Habana, donde ocurrió toda la fanfarria presidencial, la gente estaba interesada en lo que estaba pasando; extrañada sobre lo que todo eso podría significar para las relaciones entre los dos países; esperanzada que lo que se desarrollaba resultara en el fin del Bloqueo que lo asocian a una mejoría notable para sus estándares de vida, que tanto su mantenimiento lo afecta. 

En una nota más ligera, también la gente estaba preocupada en saber cómo les afectaría cómo llegar y regresar del trabajo, dado el número de calles y avenidas cerradas al tráfico vehicular y el desvío de las rutas de las guaguas por razones de seguridad. Resultó no ser una gran incomodidad para la población ya que muchos se convencieron que todo eso quería decir que podían faltar al trabajo y así muchos lo hicieron el lunes 21 y el martes 22 de marzo. En ese mismo sentido se puede decir que la inmensa mayoría de la población está deseosa que Obama, o cualquier otro presidente estadounidense, o el Papa, cualquier Papa, regrese a La Habana, lo antes posible, para que se siga la costumbre gubernamental de arreglar las calles, previo a esas visitas, comenzada con la visita del Papa Juan Pablo II en 1998.

¿A quiénes convenció el presidente Obama con sus cantos de sirena, o de sireno? Supongo que a los cubanos que ya estaban convencidos o los que querían que los convenciera de sus propuestas capitalistas para Cuba. A otros, gente buena, sencilla pero firme, y que en realidad no entendían que hacía ese hombre ahí cuando el Bloqueo sigue en pie, pero mantuvieron una actitud cordial, les lució muy bonitos sus discursos y muy agradables sus gestos y su comportamiento, les lució un hombre educado y respetuoso. A otros, muchos de estos, jóvenes, no les interesó en absoluto, como tampoco les interesa las cuestiones políticas nacionales. Y a otros, las cubanas y cubanos mucho más politizados, comprometidos en el bregar político profundo del proceso revolucionario, les confirma, sin lugar a dudas, que el proceso de la normalización de las relaciones entre ambos países se mantiene siendo un largo, controvertido y áspero proceso. Y que como durante los últimos 57 años, en este proceso, la nación cubana se juega su vida misma.

Sea casualidad o no, el discurso del presidente Obama al gobierno y pueblo cubanos, el 22 de marzo pasado, tuvo lugar en el mismo teatro –entonces llamado Teatro Nacional—en el que diera su discurso durante la sesión inaugural de la VI Conferencia Pan Americana, el 16 de enero de 1928, Calvin Coolidge, el otro presidente estadounidense en funciones que visitara a La Habana.

Con la Enmienda Platt todavía impuesta por Estados Unidos como Apéndice a la Constitución política de la República, con el legado de la otra intervención militar de Estados Unidos en Cuba, la segunda, debida a ese Apéndice constitucional y de las innumerables y escandalosas intromisiones de Washington en la gobernabilidad de Cuba, con el desvergonzado apoyo estadounidense a la sangrienta dictadura de Gerardo Machado entonces en el poder, el presidente Coolidge cínicamente afirmó en su discurso en el que hoy es el Gran Teatro de La Habana: “Hace treinta años Cuba era una posesión extranjera [de España] desgarrada por fuerzas hostiles. Hoy Cuba es soberana. Su pueblo es independiente y libre, próspero, en paz y disfrutando las ventajas de la auto determinación. […] Las cualidades intelectuales del pueblo cubano le ha asegurado un sitio permanente en las ciencias, las artes y la literatura […] Se ha ganado una posición en la estabilidad de su gobierno como genuina expresión de su opinión pública a través de elecciones limpias”.

El canto de sirenas (sireno) del presidente Obama en su gala en el Gran Teatro de La Habana corrobora lo que actualmente está en juego para Cuba dada las intenciones del gobierno de Estados Unidos. La frase ‘canto de sirenas’, “se utiliza para señalar un discurso elaborado con palabras agradables y convincentes, pero que esconden alguna seducción o engaño”.

Señalo a continuación algunas de las afirmaciones del presidente de Estados Unidos ese día: “[…] Muchas personas en ambos lados de este debate se han preguntado, ¿Por qué ahora?, ¿por qué ahora? La respuesta es simple: lo que Estados Unidos estaba haciendo no estaba funcionando. Tenemos el valor de reconocer esa verdad. Una política diseñada para la Guerra Fría tenía poco sentido en el siglo XXI. El embargo sólo estaba perjudicando al pueblo cubano en vez de ayudarlo” […]

“Esto me conduce a una razón mayor y más importante de estos cambios, creo en el pueblo cubano, creo en el pueblo cubano [dramáticamente dicho las dos veces en español]. Esto no es sólo una política de normalización de las relaciones con el gobierno cubano. Estados Unidos de América está normalizando sus relaciones con el pueblo cubano”. […]

“Y hoy, quiero compartir con ustedes mi visión de lo que puede ser nuestro futuro. Quiero que el pueblo cubano –especialmente los jóvenes—entienda por qué creo que ustedes deben ver el futuro con esperanza. En Estados Unidos, tenemos un claro monumento a lo que el pueblo cubano es capaz de construir: se llama Miami”…

Esa antigua atribución imperial de Estados Unidos hacia Cuba, como quedó plasmado en la Enmienda Platt y en la Ley Helms Burton, de arrogarse el derecho de hablar en nombre del pueblo cubano, desconociendo el derecho soberano del pueblo cubano de hablar y dejar manifiesto su condición de libre a través de su gobierno, no solamente lo deja claro el presidente estadounidense en esta ocasión sino que lo expresó también en su declaración pública el 19 de diciembre de 2011, cuando afirmó: “El futuro de Cuba tiene que ser decidido por el pueblo cubano. Esto no ha ocurrido por décadas, y tampoco ocurre hoy. El pueblo de Cuba merece los mismos derechos, libertades y oportunidades, como cualquier otro pueblo. Es por eso que Estados Unidos seguirá apoyando los derechos fundamentales del pueblo cubano.”

El presidente de Estados Unidos, como le corresponde, insiste en un futuro capitalista para el pueblo cubano, como si lo que determinara el proceso revolucionario de Cuba no hubiese sido el capitalismo y su consustancial dependencia y control económico y político por Estados Unidos. Y si algunos mantuvieran que ese capitalismo era el de hace medio siglo y no el de ahora –aunque claro, no hay peor ciego que el que no quiera ver—al preguntársele por un periodista argentino, en la conferencia de prensa en Buenos Aires sostenida por los presidentes de Estados Unidos y Argentina, el 24 de marzo pasado, sobre la labor del presidente argentino en los primeros tres meses de gobierno (que ha dejado desempleados a más de 100,000 trabajadores), Obama afirmó: ¨Quedamos impresionados por el trabajo hecho en estos 100 días, él está fijando un ejemplo para otros países en este hemisferio”. 

Ese es el futuro capitalista que el presidente de Estados Unidos también quiere para el pueblo cubano.//