Por Max Lesnik
El diario norteamericano Washington Post publicó esta semana la transcripción completa y exacta de una conversación telefónica sostenida por el Presidente de Estados Unidos Donald Trump con el Presidente mejicano Enrique Peña Nieto, lo que ha dado motivo para un nuevo escándalo internacional que como otros tantos anteriores afecta la imagen pública del impredecible y temperamental mandatario norteamericano.
“No puedes decir que no pagarás por el muro. Si vas a decir que México no va a pagar por el muro, entonces no quiero reunirme contigo. No estoy dispuesto a aguantarlo. No puedes decir eso a la prensa”. El que así hablaba era el Presidente de Estados Unidos. El que escuchaba sumiso, era el Presidente de la república mexicana, un país supuestamente soberano del cual una vez dijo otro presidente azteca que su patria tenía una doble desgracia, estar muy lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos.
Las palabras de Trump fueron humillantes. Ningún jefe de Estado le habla así a un jefe de gobierno extranjero y mucho menos al de una nación que se considera amiga y como tal merecer el respeto y la consideración que marcan las relaciones entre dos naciones igualmente soberanas.
¿ Se imaginan Uds. al Presidente Trump llamando por teléfono al Presidente cubano Raúl Castro para decirle que “no puede decir públicamente que Cuba es hoy por hoy un país soberano con el cual las relaciones entre Washington y La Habana han de ser de respeto mutuo y de igual a igual, independientemente de la diferencia en tamaño y poderío de una y otra nación?
No creo yo que el Presidente Trump se atreva a tanto por mucho que se lo pida la extrema derecha cubana de Miami, siempre dispuesta a alentar los peores instintos del imperio americano contra su patria de origen que los desprecia por cobardes y traidores.
Pero si a eso llegara la insensatez del Presidente norteamericano el silencio sumiso y vergonzoso no será la respuesta.
Les habló para Réplica de Radio-Miami su director Max Lesnik.
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