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miércoles, 4 de octubre de 2017

Más preguntas en la misteriosa trama de las “armas sónicas”


¿Tendrá que ver todo esta maniobra de distracción con la investigación del fiscal especial Robert Mueller contra Trump?

Arma sónica utilizada para dispersar multitudes en New York, en el 2014. Foto: Wikipedia
Un
lector me escribe a Cubadebate, y es tan acertado su punto de vista que he decidido replicarlo en el blog. Por supuesto, Adrián Martínez -que así se llama- aborda el surrealista tema de los ataques con “armas sónicas” a personal de las embajadas de Estados Unidos y Canadá, en La Habana:

Leí tu artículo sobre la sordera que aqueja a los funcionarios de la 
 CIA que estaban radicados en la embajada de Estados Unidos en Cuba. Me parece bien argumentado y con razones suficientes para demostrar la inocencia de las autoridades cubanas en la extraña agresión que afecta solo a norteamericanos y a dos ciudadanos canadienses.
Por otra parte, parece que aún no se ha inventado el arma capaz de personalizar el disparo directo a la membrana auditiva del objetivo o víctima, como demuestra la investigación de Snopes.
No soy de los que cree ciegamente que es un montaje la enfermedad o malestar que aqueja a los agentes (parece que todos sin excepción trabajan para los servicios especiales, incluyo los dos canadienses) y puede ser real que padezcan de sordera, migraña, dolores de cabeza u otras dolencias neurológicas.
Descarto que las agresiones sean ejecutadas por los servicios especiales de Cuba, así como que provengan de los iraníes, los rusos y mucho menos los coreanos. No tendría ningún sentido convertir en sordos a un grupo de personas. Eso provoca risa.
Pero me llama la atención que las causas del ataque se tratan de localizar en los locales de trabajo, residencias u otros sitios que visitan las víctimas.
¿Qué nos queda? Me extraña que no se mencione la posibilidad de un ataque auto infligido, incluso sin intenciones provocativas, a causa de deficiencias en sus sistemas de telefonía celular, dotados con artificios para enmascarar el contenido de las conversaciones entre ellos y sus centros de control, incluyendo los canadienses. No sería raro que los canadienses dispongan de esos medios porque no es la primera vez que funcionarios de un servicio de inteligencia colaboran o son asalariados de otros.
El artículo de AP señala que los afectados eran miembros de los servicios de inteligencia de Estados Unidos y estaban radicados en la Embajada con fachada diplomática. Y son generalmente estos personajes los que disponen de equipos sofisticados para las comunicaciones seguras, de ahí me hipótesis. Podemos estar en presencia de una colosal pifia de las que cometen con frecuencia los genios del imperio.
Ahora vi que acaban de expulsar más funcionarios diplomáticos cubanos de los Estados Unidos. Vale la pena acudir al imprescindible recurso que emplean los escritores de ficción, los científicos y hasta algunos analistas políticos, el manido “y si...”
¿Y si las gestiones del fiscal especial Robert Mueller están avanzando en el proceso investigativo que puede conducir al enjuiciamiento de Trump, y este necesita desesperadamente a Marcos Rubio? Esa pudiera ser la causa de su agresividad aparentemente caprichosa y atropellada para castigar a Cuba. Recuerda que la administración Trump ha hecho todo lo posible para distraer la investigación del fiscal.

Robert Mueller. Trump parece termerle a este hombre más que a cualquier otra cosa.
E
fectivamente, a fines de junio, Bloomberg.com develó que la investigación del fiscal ha sido torpedeada continuamente por la Casa Blanca:

Mueller ha estado buscando documentos de la Casa Blanca durante meses en una serie de asuntos, incluyendo aquellos relaciones con los despidos, a cargo del Presidente, del Asesor de Seguridad Nacional Michael Flynn y el director del FBI James Comey, así como la preparación de una declaración pública relacionada con una reunión entre Donald Trump Jr y un abogado ruso.
La respuesta a las solicitudes de Mueller se ralentizó porque pocos empleados fueron asignados a la tarea, dijo otra persona familiarizada con el proceso, que al igual que los demás comentaron el asunto bajo condición de anonimato. Ty Cobb, un abogado contratado para concentrarse en las investigaciones, inicialmente no recibió ayuda de la oficina del abogado de la Casa Blanca, Don McGahn, que se espera sea un testigo en la investigación de Mueller. Después de presionar al jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, Cobb eventualmente recibió ayuda de la oficina de McGahn y un presupuesto para contratar a su propio personal, dijo una fuente de Bloomberg.
Una firma grande tendría por lo general docenas de abogados y personal de apoyo trabajando para responder a una investigación de alcance similar, pero Cobb tiene solo siete personas, incluyendo dos trabajando a tiempo parcial y otras dos enfocadas sólo en temas de tecnología de la información.
Mueller ha reunido un equipo de al menos 16 abogados, aunque no todos se concentran en la investigación dentro de la Casa Blanca.

Y
otro detalle: Fox News, medio de ralea derechista que ni por asomo se le puede acusar de procubano, reprodujo las declaraciones de Dr. Jürgen Altmann, profesor de física en la Universidad Técnica de Dortmund en Alemania, que respondió vía correo electrónico preguntas de la televisora:

Altmann añadió que no tiene conocimiento de armas sónicas (del tipo que causen los síntomas descritos). “Lo único que podría acercarse es el llamado LRAD, un gran altavoz para un ruido audible”, explicó.
La tecnología de dispositivos acústicos de largo alcance (LRAD) ha sido utilizada por la policía estadounidense como un “cañón sónico” para dispersar grandes grupos de personas. Gizmodo informa que el LRAD fue utilizado para emitir un estridente sonido que obligó a los manifestantes a cubrir sus oídos durante las protestas del G20 en Pittsburgh, en 2009.
Un juez federal dictaminó recientemente que una demanda relativa al uso de estos cañones sónicos por el Departamento de Policía de Nueva York puede avanzar, y reconoció que puede considerarse una forma de fuerza excesiva.
La demanda fue presentada por seis personas que dijeron que experimentaron migrañas y daños auditivos después de que la policía de Nueva York utilizó los cañones de sonido durante las protestas de 2014, tras la muerte del Eric Garner, afroamericano estrangulado en plena calle por un policía.


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Rosa Miriam Elizalde
Oct 4 

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