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miércoles, 17 de julio de 2013

¿Qué países crecieron y aumentaron más su riqueza en los últimos cincuenta años?

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Por Jesús González Fonseca
 
¿Qué países y regiones del planeta han tenido mayores progresos en su renta per cápita comparados con el promedio mundial en los últimos cincuenta años?, ¿cuáles en cambio han tenido mayores retrocesos o estancamientos?. Si bien la mayoría de países ricos en 1960 siguen siéndolo en la actualidad se pueden observar cambios importantes que merece la pena destacar.

Explorando los datos históricos de evolución de la renta per cápita mundial y estableciendo una comparativa respecto al percentil de riqueza sobre la economía mundial vemos como ha habido una serie de países que no formaban parte del primer mundo en 1960 que en cambio hoy sí ostentan ese rango. Como podemos ver en el siguiente gráfico resumen los casos más destacables serían los de Corea del Sur, Japón, Irlanda, España y Portugal. También tenemos otros casos como los de China o Brasil, que pese a estar todavía bastante lejos de poder considerarse países ricos sí que están haciendo considerables progresos y están logrando que millones de personas abandonen la pobreza. En el plano negativo los países de relevancia económica mundial que más han variado de forma negativa su percentil de riqueza respecto al promedio serían Argentina, Venezuela, Sudáfrica y Turquía.

Países con mayor variación en su percentil de riqueza respecto al promedio mundial (1960 - 2010)

El crecimiento asiático
Pero veamos los datos con mayor precisión aportando gráficos comparativos y detallando algunos de los casos más notables. En ese sentido es obligatorio pararse a explicar el caso de Corea del Sur, el mayor milagro económico de la última mitad de siglo. Es el ejemplo de cómo un país que en 1960 se equiparaba en términos de nivel de vida a Marruecos, Bolivia o Zambia ha pasado a formar parte con pleno derecho del primer mundo y a ser una referencia mundial a nivel tecnológico y de innovación. 



Corea del Sur es un territorio con muy escasos recursos naturales y materias primas. Hasta la década de 1960 tuvo una economía básica de subsistencia, principalmente agricultura y pesca. Era un país muy diferente del actual, uno de los más pobres del mundo, con una base agrícola muy fuerte y un mercado interior pequeño y poco activo. El 40% de la población era analfabeta y el 80% de la población activa se dedicaba al sector primario. 

Durante los años 70 el país se enfocó en mejorar la competitividad de los productos coreanos en el exterior, principalmente a través de productos intensivos en mano de obra (competitiva en relación con los países del entorno). El enfoque de innovación se orientó a la copia de bajo coste, pero también de bajo valor añadido. 

El país se dio cuenta de la importancia de impulsar la educación (actualmente su sistema educativo está considerado como uno de los mejores del mundo) y de formar personal especializado. El desarrollo científico-tecnológico fue la base sobre la que se cimentó el progreso coreano y los resultados pronto comenzaron a dar sus frutos.

                        
Es a partir de los 80 cuando se comienza a desarrollar una infraestructura científica, que sería acompañada de importantes estímulos fiscales a los grandes conglomerados de empresas como Hyundai, LG o Samsung, a las que el Estado subvencionó mediante la eliminación de determinados impuestos. Desde los años 90 el sistema coreano está evolucionando desde un modelo controlado por el estado y planificado de forma centralizada a uno más orientado en el mercado. A raíz de la crisis asiática del año 1997 se plantearon profundas reformas que incentivaron a que las empresas privadas cogieran el testigo de la innovación (en 2003 representaban algo más del 76% del esfuerzo innovador).

El país se ha centrado en potenciar sectores considerados como estratégicos: tecnologías de la información y telecomunicación, biotecnología, ciencias de la vida, nanotecnología, tecnología medioambiental y nuevos materiales. Corea del Sur es hoy el mayor fabricante de tablets, teléfonos móviles, pantallas de cristal líquido y barcos, ocupa el tercer lugar en semiconductores -ordenadores- y el quinto en automóviles. 

Evolución de la riqueza relativa de naciones relevantes no europeas o latinoamericanas

Variación de los percentiles de riqueza de otras naciones relevantes no europeas o latinoamericanas entre 1960 y 2010

Otro ejemplo digno de mención en Asia lo tenemos en Japón. En los años sesenta el nivel de vida de Japón era la mitad del de Europa del Norte y la quinta parte del de Estados Unidos. En tan solo tres décadas la economía nipona logró expandirse hasta llegar a ser la segunda potencia económica mundial. Entre 1950 y 1970 los índices de producción manufacturera e industrial se duplicaron cada cinco años, mientras que la economía se expandió 55 veces. Durante la década del 60 las tasas anuales de crecimiento económico de Japón fueron del 10-14%. En poco más de dos décadas Japón se convirtió en una potencia industrial, siendo el primer país del mundo en construcción naval, producción de motos, aparatos fotográficos y televisores y el segundo en automóviles, acero y fibras sintéticas. La agricultura que ocupaba a la mitad de la población en los años cincuenta tan sólo llegaba al 14% en 1972. 

El crecimiento redujo su marcha notablemente a finales de los ochenta y durante la década de los noventa, en lo que se ha conocido como la década perdida. Pero incluso pese a que actualmente se podría decir que Japón lleva ya 20 años en crisis sigue manteniendo altos sus estándares de vida. Se trata de un país en el que la riqueza está muy bien repartida (Japón es un país con pocos ricos y pocos pobres, casi todos pertenecen a la clase media), su tasa de desempleo no ha superado el 6% desde hace más de 50 años, es además el tercer país con mayor porcentaje de población con estudios universitarios finalizados y está entre los cinco países del mundo con mayor inversión en I+D per cápita . 

En las dos últimas décadas China está también comenzando a crecer con gran fuerza (ver imagen) y logrando que muchos millones de personas salgan de la pobreza. Igualmente todavía le queda lo más complejo, China sigue siendo un país pobre con un nivel de riqueza per cápita inferior a la media mundial (un factor a menudo olvidado cuando solo se dan datos absolutos). Además también deberá afrontar pronto la llamada trampa de la renta media, es decir, estaría llegando a un nivel de desarrollo que le impediría competir a la vez con los países de alto nivel tecnológico (como Alemania) y con los de bajos salarios (como Bangladesh).

América latina, el desarrollo inestable

Al contrario de lo sucedido en Asia, en el polo opuesto vemos países que en cambio no han seguido una senda equilibrada ni estable de desarrollo económico, el caso de Sudamérica es el más paradójico, a excepción de Brasil (que está creciendo por encima del promedio) la mayoría de los países del subcontinente no han evolucionado positivamente en los últimos 50 años. 

Evolución desde 1960 de la riqueza relativa en América Latina

Variación de los percentiles de riqueza en América Latina respecto al promedio mundial entre 1960 y 2010

Destaca especialmente lo acontecido en Venezuela y Argentina. De Argentina podría decirse que ostenta el dudoso honor de ser el único país que ha dejado la élite económica del planeta en el último siglo. A comienzos del Siglo XX Argentina y EEUU competían por ser potencias mundiales. En 1950 y se codeaba con los países más ricos del planeta, superando en renta per cápita a Francia, Noruega o Alemania. Sesenta años después ha visto como su crecimiento se ha visto muy ralentizado perdiendo el tren respecto a otras regiones ricas del planeta. Por ejemplo España no pudo superar en PIB per cápita a Argentina hasta 1970, pero actualmente lo dobla.



Europa: el ingreso de Irlanda, España y Portugal en el primer mundo

En Europa las mayores variaciones en el plano positivo las encontramos en Irlanda y en la Península Ibérica. Paradójicamente los tres países europeos citados (Irlanda, España y Portugal) están sufriendo de forma bastante severa la última crisis económica mundial, pero incluso con ese frenazo en su tasa de crecimiento estamos ante los tres países europeos que han tenido mayor incremento relativo de renta per cápita en la última mitad de siglo.

Irlanda es un caso atípico de un país septentrional que consigue una tardía, aunque espectacular, expansión. Por ejemplo el promedio de ingresos personales en Irlanda pasó de estar un 40% debajo del promedio europeo en 1973, cuando el país se incorporó a la Unión Europea, al 36% por encima de la media europea en 2003. Pasó de ser un país agrícola empobrecido a ser uno de los mayores centros tecnológicos del mundo. Irlanda se ha convertido en la plataforma de exportación de la principales multinacionales de la industria informática y farmacéutica (es el mayor exportador de software del mundo, sobrepasando incluso a Estados Unidos), incluidas Intel, Microsoft, Oracle, Lotus, Pfizer, Merck, American Home Products e IBM. Unas mil cien empresas multinacionales se instalaron en el país en los últimos años. Las causas del “milagro celta” serían la combinación de ayuda europea, eliminación de obstáculos a la creación de nuevas empresas, la desregulación de la industria de telecomunicaciones, rebaja del impuesto a las sociedades de 40% a 12.5% (que otros países de la UE hoy califican como de “dumping fiscal”) y una fuerte inversión en educación produciendo capital humano con capacitación técnica, indispensable para los intereses del país.

Evolución desde 1960 de la riqueza relativa en Europa
 (Nota: puesto que la riqueza media en Europa se sitúa en rangos altos para facilitar  la visualización del gráfico el punto mínimo del eje de los percentiles se ha fijado en el 0.4 en vez de en 0.0)


Variación de los percentiles de riqueza en Europa respecto al promedio mundial entre 1960 y 2010
En relación al crecimiento de España hay que comentar que a mediados del siglo XX la renta per cápita española era la quinta parte de la sueca o la tercera parte de la francesa. Incluso Italia prácticamente duplicaba la riqueza española. La economía española arranca tardíamente, pero tras el Plan de Estabilización de 1958 y la posterior apertura de la economía crece con fuerza en el periodo 1960-74, permitiéndole así acortar distancias con los países más avanzados de Europa. En la década de los 60 España tuvo la segunda mayor tasa de crecimiento en el mundo, un poco por detrás de Japón. La recuperación se basó principalmente en la apertura al exterior, la inversión pública, el desarrollo de infraestructuras y en la apertura de España como destino turístico. La apertura de España al turismo masivo atrajo al país un gran número de divisas que se utilizaron para pagar las importaciones de capital (maquinaria, etc) necesarias para una rápida expansión de las infraestructuras y de la industria. Esta mano de obra intensiva de la industria también proporcionó mucho empleo. En el crecimiento económico se registraron mejoras notables en el nivel de vida y el desarrollo de las clases medias. España dejó poco a poco de ser un país agrario para transformarse en un país industrial y urbano, alcanzando los estándares de país desarrollado y próspero. En estos años, la industria gana importancia en España, así como el sector terciario, los ciudadanos de las zonas rurales emigran a las ciudades. Las principales producciones industriales se convirtieron en la fabricación de automóviles, maquinarias y la construcción naval. 

Evolución del litoral costero de la Manga del Mar Menor (Murcia)

La crisis del petróleo de 1973 y 1979, terminó este crecimiento "milagroso" y a partir de entonces, la economía siguió una trayectoria ascendente más leve. Al unirse a Europa en 1986 España se incorpora definitivamente en el mundo industrializado, la entrada requirió que el país abriera su economía, con un fuerte incremento de la inversión extranjera en España y un impulso modernizador de la empresa española ante la competencia exterior.

España se unió así a los países industrializados, dejando atrás la pobreza y el subdesarrollo endémico que había experimentado hasta la primera mitad del siglo XX, convirtiéndose en la quinta economía más grande de la UE y, en términos absolutos, la duodécima del mundo. Por otra parte los cambios sociales, económicos y culturales de los años 60 y 70, y el crecimiento en dichos años de la población escolarizada, harían por fin posible que el país alcanzara los porcentajes de alfabetización (en torno al 95 %) que los países europeos más avanzados ya habían alcanzado treinta o cuarenta años antes.


Fuentes: Wikipedia, World BankJavier Megias, www.mcabezas.com, Kirainet, Artehistoria, El País, economy.blogs.ie

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