Mi blog sobre Economía

lunes, 23 de septiembre de 2013

La desregulación de las empresas cubanas en la actualidad

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DR. OMAR EVERLENY PÉREZ VILLANUEVA
No es posible mirar los últimos 50 años de la actividad económica cubana sin una mirada crítica. Lo cierto es que lo que se puede intentar accionar, es el futuro, que por supuesto está lleno de desafíos, pero saber los escollos, los errores y las incomprensiones de todo ese periodo, puede ayudar a corregir la mira.
Cuba está inmersa en cambios que tienen entre sus postulados que se logren incrementos de eficiencia y productividad en la empresa estatal (el plan), donde la eficiencia depende, entre otros factores, de la produc­tividad. Los incrementos de productividad pueden generarse desde diferentes fuentes, pero lo importante es que la empresa posea una actitud proactiva en la búsqueda de las soluciones, pero no se puede ser proactiva si la misma está atada a fuertes regulaciones.
Diversos análisis académicos han reflejado que en la mayoría de los sectores estatales en los últimos 20 años entre principios de los 90 y el 2010, y en prácticamente todos los sectores bajó la productividad, con la excepción de algunos casos, especialmente en telecomunicaciones, minería y construcción, pero estos están asociados a la fuerte inyección de capitales extranjeros a partir de comienzos de los años 90.
Otro estudio realizado sobre la fuerza de trabajo calificada muestra bajos niveles de motivación, debido a los salarios insatisfactorios, los pocos incentivos morales y materiales de los mismo, a los problemas organizativos, a la sobre calificación y por supuesto a los problemas técnico – materiales.1
En un riguroso estudio del economista Pavel Vidal, sobre los salarios reales y nominales, el destaca que en los últimos 24 años el salario nominal se mantuvo creciendo, aunque el real cayó fuertemente, ya que los precios por la crisis de comienzos de los 90 se incrementaron entre ocho y diez veces.2 Por lo que el salario de un trabajador estatal cubano no es un elemento motivador de un incremento de productividad laboral.
La economista cubana Ileana Diaz en un interesante estudio plantea lo siguiente:
                        El marco regulatorio de la empresa cubana, no estimula a los colectivos a ser más eficientes y eficaces. ¿Para qué, si el plan baja y regula hasta el más mínimo detalle?
                        Un empresario cubano no puede manejar recursos propios para solucionar problemas de su empresa y tiene que esperar a que el plan asigne lo necesario, esto lleva a una cultura de la disciplina y no de la cre­atividad, de ser reactivos ante los problemas y no proactivos.
                        Se define el plan solo por las restricciones y no mediante el estímulo a la demanda.
                        Las regulaciones existentes hacen que se incrementen los costos de transacción o bien que las organizacio­nes se verticalicen (como una forma de suplir la ineficacia del cumplimiento de otros), lo que incrementa los costos.3

La empresa estatal conoce perfectamente sus reservas internas y sus debilidades, sabe que tiene plantillas infladas, es decir exceso de trabajadores, que tiene baja dotación de capital para la labor que desempeña, que existe obsolescencia tecnológica y alto consumo material. Pero también sabe que no tiene margen de maniobra para intentar aminorar esos factores negativos, ya que entre otros elementos, la empresa requiere de manejar recursos financieros, y eso le está restringido ya que solo es decisión de niveles superiores, por la elevada centralización de las decisiones económicas.
Las organizaciones productivas operan bajo un esquema rígido tanto en lo estructural como en lo económico, lo que conlleva a la preferencia por la disciplina y el cumplimiento de planes o tareas, antes que alentar espacios de autonomía y maniobra que estimulen la iniciativa creadora individual de los trabajadores, ya que ello representa, ante todo, tiempo. La estructura organizativa es jerárquica-funcional, totalmente centralizada y de aplicación vertical y se utilizan por lo general métodos autocráticos de dirección. Por lo que los directivos cubanos responden, en última instancia, a un marco regulatorio que los agobia.
El plan, parte importante de ese marco regulatorio, adopta un estilo que confunde disciplina con rigidez, es decir todo debe venir en el plan. El plan deja de ser el facilitador, el vaso comunicante de la economía, para convertirse en la traba y desestimulo al desempeño empresarial.
Los volúmenes de producción no se deciden a nivel empresarial, ya que en la generalidad de los casos, dependen de insumos importados o nacionales (que dependen de los importados). Con la restricción finan­ciera existente, la importación es una categoría definida al más alto nivel. También la empresa no tiene capacidad para micro inversiones que pudieran, en algunos casos, elevar la producción, incluso, de productos exportables.
En un estudio realizado por la comisión de implementación de los lineamientos económicos y sociales a más de 2.697 empresas estatales, que abarcaba el 44% de los trabajadores empleados, se comprobó que muchas empresas estatales tenían pérdidas, que el subsidio por pérdidas en el 2011 superaba los 1.500 millones de pesos; y que el 70% de las utilidades se agrupaban en solo el 4% de las empresas del país.
Las principales conclusiones de ese estudio fueron:
1.       El entorno regulatorio de la empresa es excesivo, administrativo y burocrático.
2.       Las empresas no tienen respaldo de políticas macroeconómicas.
3.       Limitaciones para el despliegue de sus potencialidades.

Por lo tanto la decisión adoptada por el grupo del área de perfeccionamiento empresarial era: “Dar los pasos necesarios para el cambio.”

DESREGULACIÓN DE LA EMPRESA
La realidad descrita llevo a la decisión de realizar experimentos empresariales en más de 100 empresas en el 2013, eliminándoles parte de las trabas ya descritas, aplicándose nuevos principios de funcionamiento pero de forma gradual, rescatándose conceptos como producción seleccionado o encargo estatal, colocar fondos temporalmente libres en productos financieros, se le aprobó ventas de activos fijos tangibles, podían retener la depreciación en la empresa, entre otras.
En consonancia con la necesidad de aliviar y modificar el entorno regulatorio, se emprendió una restruc­turación institucional (fusión de ministerios ramales y creación de Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial (OSDE) y traspaso de funciones empresariales de los ministerios. El mayor volumen de empresas estatales deben quedar agrupadas entre 25 y 30 OSDE.
Otro de las trabas del pasado a superar, fue la aprobación de las directivas para la ampliación de objetos socia­les de las empresas, que la tenían constreñidas a realizar solo la producción autorizada a la empresa.
En el mes de julio del 2013, se expuso en la Asamblea Nacional de Poder Popular los elementos de flexibili­zación que tendrá la empresa cubana en el 2014.
Ejemplos de desregulación:
·                     Las empresas pueden vender inventarios ociosos o de lento movimiento a cualquier forma de propiedad.
·                     La depreciación y amortización de los Activos Fijos Tangibles e Intangibles no se aportaran al presupuesto del estado.
·                     Aportar como mínimo el 50 % de la utilidad a distribuir como rendimiento de la inversión estatal.
·                     Una vez cumplido el aporte estatal, la utilidad restante se puede utilizar para incrementar pagos de salarios, inversiones, capacitación, investigaciones, incremento del capital de trabajo, pagar créditos, etc.
·                     Se les aprueba incremento de importaciones si es para cumplir exportaciones.
·                     Se flexibilizan los objetos sociales, a partir de un encargo estatal, el resto de las producciones pueden procesarla y venderla.

Por supuesto que no son los únicos cambios necesarios para que la empresa cubana se enrumbe por un camino de sostenibilidad, crecimiento, y calidad en sus producciones, pero los mismos dan un matiz diferente para intentar superar el lastre del pasado.
Otro paso audaz, aunque lento e insuficiente es la autorización para el funcionamiento de las cooperativas llamadas urbanas, para diferenciarla de las agrícolas, que en todo el periodo transcurrido no tuvieron el éxito que se esperaba de ellas.
Se trata, de que el Estado se vaya desprendiendo de aquellos asuntos que no son trascendentales en el desar­rollo de la economía y a los que le es casi imposible mantener bajo su mira.
En un Primer grupo fueron aprobadas 124 cooperativas. De este grupo 112 surgen del sector estatal y 12 del no estatal.
                        Noventa y nueve son en mercados agropecuarios radicados en las provincias nuevas de Artemisa, Mayabeque y la Habana.
                        Dos de materias primas y reciclaje.
                        Doce relacionados con la construcción, una de ellas en reparación de equipos de refrigeración.
                        Seis dedicadas a servicios auxiliares de transporte, tales como chapistería, pintura, tapicería, servicios de grúa y auxilio en la vía, fregado de autos y ponches de neumáticos.
                        Cinco para transporte de pasajeros, de ellas 2 de taxis ruteros, 1 de transporte escolar, y 2 de semiómnibus en Artemisa y Mayabeque.

Se aprobaron 71 cooperativas en un Segundo Grupo, incluyendo:
                        Veintidós cooperativas de comercio, gastronomía y servicios.
                        Dieciséis de pequeñas industrias.
                        Doce de la construcción.
                        Dos de producción de alimentos.
                        Dos de transporte.
                        Diecisiete de ornitología.

En general se necesita que se propongan y aprueben más empresas cooperativas en el área de la producción industrial, en construcciones, etc, que permitan el incremento de producciones demandadas por la población, pero que permitan el crecimiento económico del país en su conjunto.
A tono con la desregulación que se está implementando, y dado una de las exigencias de todas las formas de producción, pero especialmente las formas privadas y cooperativas, el gobierno ha comenzado un reorde­namiento del comercio mayorista.

Así el diagnostico presentado para la necesidad del reordenamiento del comercio mayorista era lo siguiente: 
1.                   Mercado ha estado durante varios años desabastecido,
2.                   Altos niveles de inventarios ociosos en un gran número de entidades.
3.                   No existe reaprovisionamiento oportuno para garantizar un abas­tecimiento estable de los productos.
4.                   Se realizan inversiones innecesarias, sin considerar la infraestruc­tura que posee el país.
5.                   La actividad comercial, no conoce las características del mercado, tampoco atiende suficientemente al cliente y su satisfacción.
6.                   Variedad de precios para un mismo producto, en muchas ocasiones hasta de un mismo proveedor.
7.                   Falta de seguimiento y continuidad al aseguramiento de partes, piezas y accesorios (PPA) de los equipos que se importan.
8.                   A partir de los nuevos escenarios, la transformación del comercio mayorista es necesaria.

En un intento para solucionar elementos de ese diagnóstico se aprobó la resolución 242/2013 de la Ministra de Comercio Interior para la implementación de la política para el comercio mayorista que establece entre otros elementos lo siguiente:
1.                   La comercialización mayorista se realiza por personas jurídicas y naturales autorizadas.
2.                   Se establece y nominaliza un grupo de comercializadoras para compartir el mercado especializando su comercialización, incorporando el Grupo Industrial de la Siderurgia (ACINOX) del Ministerio de Industrias, como circuladora nacional especializada en metales. Se incorpora la División de Equipos y Partes (DIVEP) del Ministerio de Industrias en la circulación de mercancías con destino al aseguramiento de las industrias.
3.                   Se incorpora el Grupo Empresarial PALCO del Consejo de Ministros para atender las solicitudes del sector diplomático y todas aquellas personas jurídicas y naturales que sean autorizadas a recibir estos servicios.
4.                   Las empresas comercializadoras mayoristas deben garantizar la presencia de los productos sobre la base de una cartera de proveedores diversificada, conformada por productores y distribuidores representativos.
5.                   Las empresas comercializadoras mayoristas consideraran como primera opción las producciones naciona­les, siempre que sean competitivas en calidad, precio y oportunidad, aspecto que será regulado desde el proceso de conciliación de la demanda.
6.                   Las empresas comercializadoras mayoristas planificaran y establecen en los contratos con los sumin­istradores las coberturas de mercancía necesarias para que no se produzcan rupturas en los ciclos de reaprovisionamiento a sus clientes.
Las empresas comercializadoras mayoristas podrán comprar a precios por acuerdo a los productores nacio­nales, formas productivas de la agricultura (Cooperativas de Producción Agropecuaria, Cooperativa de Crédito y Servicios, Unidades Básicas de Producción Cooperativa y Granjas Estatales), las empresas que están en el experimento y otras que se aprueben, después de cumplido por estos el encargo estatal y los compromisos previstos en el Plan, aquellas producciones y servicios excedentes o que resulten de las inejecuciones contractuales.

1.                   Las entidades que actualmente suministran o prestan servicios a actividades económicas que pasen a gestionarse de forma cooperativa, continuarán suministrándolo o prestándolos, de acuerdo con la política comercial, a precios sin subsidios. Es el caso de las cooperativas de servicios de transporte. Que para adquirir los insumos necesarios como el combustible, neumáti­cos, partes, piezas y otros, se trabaja en lo que se llama un mercado mayorista monetario, buscándose una formulación de un multiplicador 1 CUC X 10 CUP, en vez de lo aplicado para la población de 1 CUC X 25 CUP, con el objetivo de no incrementar el precio a la población de 5.00 pesos en los ómnibus ruteros, en este caso tal como se ha explicado.
2.                   Las empresas comercializadoras podrán vender a las formas productivas agropecuarias y a las cooperativas no agropecuarias insumos y otros productos que se aprueben, atendiendo a la nomenclatura autorizada. La venta se efectúa a precios minoristas sin subsidios, menos descuento comercial, en las tiendas habilitadas de los canales de distribución correspondientes.

Los trabajadores por cuenta propia hoy se reaprovisionan en el mercado minorista en CUC y en CUP, por lo tanto lo urgente es que en este proceso del ordenamiento del comercio mayorista que comienza a evaluarse a partir del 2014, se tenga en cuenta a los mismos.
Sería más que beneficioso que se apruebe la presencia de entidades comerciales extranjeras en los mercados mayoristas, la consignación, las franquicias y otras formas de comercialización, pudieran contribuir al desa­bastecimiento aun existente en el mercado nacional.
En el plan 2014 en el cual se cifran muchas esperanzas, se debe resaltar que el plan de la economía identifica claramente el encargo estatal que le corresponde a las empresas, para lo cual se dice que se aseguraran los recursos financieros y materiales imprescindibles. Se suprime el enmarcamiento para las entidades estatales de las capacidades de compras en las empresas mayoristas para el 2014, lo que representa un importante tránsito de gestión a adminis­tración financiera.
Raul Castro, en el año 2012 en la clausura de la primera conferencia nacional del Partido del día 29 de enero expresó:
“Lo único que puede conducir a la derrota de la Revolución y el Socialismo en Cuba seria nuestra incapa­cidad para erradicar los errores cometidos en los más de 50 años transcurridos desde el 1ro de enero de 1959 y los nuevos que pudiéramos incurrir en el futuro.”
7.       Siguiendo este pensamiento, entonces queda evidenciado de los retos que supone transformar en un mediano plazo las deformaciones estructurales existentes en la economía cubana. Si se quiere que Cuba sea un país de oportunidades y de bienestar, es decir que se logre un incremento sostenido del nivel de vida de todos los cubanos, entonces el tiempo para la toma de decisiones no puede ser muy largo, y las medidas a tomar tienen que ser más pragmáticas que las tomadas bajo el actual gobierno. Aunque no se puede dejar de tener en cuenta el acoso a que está sometida el país en sus transacciones externas por parte del gobierno de Estados Unidos.

OMAR EVERLENY PEREZ VILLANUEVA
Ex-director del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de la Habana. Doctor en Ciencias Económicas en la Universidad de la Habana desde 1998. Master en Economía y Política Internacional realizado en el CIDE, AC México, Distrito Federal, desde 1990. Licenciado en Economía en la Universidad de la Habana en 1984. Profesor Titular de la Universidad de la Habana.
Ha impartido conferencias en distintos centros cubanos y en el extranjero destacándose las ofrecidas en Estados Unidos, Japón, Francia, Canadá, España, Brasil, Puerto Rico, México, República Dominicana, Venezuela, China, Malasia, Argentina, Perú, Jamaica, Barbados, Trinidad y Tobago y Noruega. Ha sido profe­sor invitado en Universidades de USA, Japón y Francia. Ha realizado más de 70 trabajos de Investigación en distintas áreas de la economía cubana y en la economía internacional.
Ha publicado más de 75 artículos en revistas y ha sido coautor de varios libros, tanto en Cuba como en el extranjero, destacándose el libro “Cuban Economy at the Start of the Twenty-First Century” cuyos autores son Jorge Domínguez, Omar Everleny Pérez y Lorena Barberia. Harvard University. ISBN 0-674-01798-6. Año 2004 y la Segunda Edición Ampliada del libro “Reflexiones sobre la economía cubana”. Omar Everleny Pérez Villanueva. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, ISBN 959-06-0839-6, Año 2006. Es coautor del libro “Miradas a la economía cubana I y II” 2009 ISBN 978-959-303-004-5. Su último libro es “Cincuenta años de la economía cubana”. Año 2010. Editorial Ciencias Sociales. La Habana. ISBN 978-959-06-1239-8.

 Notas

    1 Cribeiro, Y: “Contribución de la fuerza de trabajo calificada al crecimiento económico en Cuba. Principales determinantes”, tesis      doctoral, noviembre de 2011, anexo 3,7.
2 Vidal, P.: “La política monetaria cubana frente a los mecanismos de trasmisión de la crisis”, Seminario del CEEC, La Habana, junio de 2010.

       3 Diaz, Ileana. La eficiencia en la empresa estatal cubana. IPS. Jueves 11 de abril del 2013.  

El partido loco

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El Partido Republicano parece haber pasado de ser el partido estúpido a ser el partido loco


El líder republicano John Boehner, con el presidente Barak Obama. / DENNIS BRACK  (EFE)

A principios de este año, Bobby Jindal, el gobernador de Luisiana, saltó a los titulares al decirles a sus compañeros republicanos que tenían que dejar de ser el “partido estúpido”. Por desgracia, Jindal no ofrecía propuestas constructivas sobre el modo de hacerlo. Y durante los meses siguientes, él mismo dijo e hizo una serie de cosas que no eran, por así decirlo, especialmente inteligentes.
No obstante, los republicanos siguieron su consejo. En los últimos meses, el Partido Republicano parece haber pasado de ser el partido estúpido a ser el partido loco.
Lo sé, estoy siendo un poco duro. Pero como resulta cada vez más difícil, teniendo en cuenta la histeria republicana por la reforma sanitaria, encontrar el modo de evitar una paralización gubernamental (y puede que la perspectiva aún más aterradora de un impago de la deuda), no es momento para eufemismos.
Yo creo que puede ser de ayuda entender hasta qué punto el actual ambiente político es algo realmente sin precedentes.
Un Gobierno dividido no es algo raro en sí y, de hecho, es más frecuente de lo normal. Desde la Segunda Guerra Mundial ha habido 35 congresos y solo en 13 de ellos el partido del presidente controlaba plenamente la legislatura.
No obstante, el Gobierno de Estados Unidos ha seguido funcionando. La mayoría de las veces, la división gubernamental ha llevado al compromiso, y algunas veces, a un punto muerto. Nadie se planteaba siquiera la posibilidad de que un partido pudiese tratar de sacar adelante su programa no a través del proceso constitucional, sino mediante el chantaje; amenazando con hundir el Gobierno federal, y quizá toda la economía, si no se satisfacen sus exigencias.
No es momento para eufemismos dada la histeria republicana por la reforma sanitaria
Es cierto que el Gobierno se paralizó en 1995. Pero todo el mundo admitió después que aquello había sido un ultraje y un error. Y ese enfrentamiento se produjo justo después de una victoria aplastante de los republicanos en las elecciones celebradas en la mitad del mandato, lo que permitió al Partido Republicano argumentar que contaba con el apoyo popular para enfrentarse al que imaginaba que era un presidente paralizado que no iba a ser reelegido.
Hoy, por el contrario, los republicanos salen de unas elecciones en las que no consiguieron retomar la presidencia a pesar de la debilidad de la economía, no consiguieron retomar el Senado aun cuando había en peligro muchos más escaños demócratas que republicanos, y solo consiguieron retener la Cámara de Representantes gracias a una mezcla de manipulación y los caprichos de la división en distritos. De hecho, los demócratas ganaron la votación popular de la Cámara por 1,4 millones de votos. No es un partido que, según cualquier criterio concebible de la legitimidad, tenga derecho a plantearle demandas radicales al presidente.
Pero, por el momento, parece muy probable que el Partido Republicano se niegue a financiar al Gobierno, lo que impondrá forzosamente un bloqueo a principios del mes que viene, a menos que el presidente Obama desmantele una reforma sanitaria que es el logro más representativo de su presidencia. Los dirigentes republicanos son conscientes de que es una mala idea, pero hasta hace poco su concepto de moderación a la hora de predicar era instar a los radicales del partido a que no tomasen como rehén a Estados Unidos por el presupuesto federal para así poder esperar unas semanas y tomarlo como rehén por el techo de la deuda. Ahora han abandonado incluso esa táctica de aplazamiento. Lo último que se sabe es que John Boehner, el portavoz de la Cámara, ha cejado en su empeño de elaborar un plan para dar marcha atrás en el tema del presupuesto y guardar las apariencias, lo que significa que estamos abocados a un bloqueo, posiblemente seguido de una crisis de la deuda.
¿Cómo hemos llegado a esta situación?
Es probable que el Partido Republicano se niegue a financiar al Gobierno y eso impondrá un bloqueo
Algunos expertos insisten, incluso a estas alturas, en que esto es culpa de Obama de un modo u otro. ¿Por qué no puede sentarse a dialogar con Boehner como Ronald Reagan se sentaba a dialogar con Tip O’Neill? Pero O’Neill no dirigía un partido cuyas bases exigían que paralizase el Gobierno a menos que Reagan revocase sus bajadas de impuestos, y O’Neill no tenía que enfrentarse a un comité dispuesto a deponerlo como portavoz ante el primer indicio de transigencia.
No, esto solo tiene que ver con el Partido Republicano. Primero fue la estrategia sureña, por la cual la élite republicana explotó cínicamente las reacciones violentas raciales para promover objetivos económicos, principalmente los impuestos bajos para los ricos y la liberalización. Con el tiempo, esto se fue transformando paulatinamente en lo que podríamos llamar la estrategia de la locura, en la que la élite recurre a explotar la paranoia que siempre ha sido un factor en la política estadounidense —¡Hillary mató a Vince Foster! ¡Obama nació en Kenia! ¡Paneles de la muerte!— para promover los mismos objetivos.
Pero ahora estamos en una tercera etapa, en la que la élite ha perdido el control sobre esa especie de monstruo de Frankenstein que ha creado.
Así que somos testigos del divertidísimo espectáculo de Karl Rove enThe Wall Street Journal suplicándoles a los republicanos que admitan el hecho de que no se puede privar de fondos al Obamacare. ¿Por qué es tan divertido? Porque Rove y sus compañeros llevan décadas tratando de asegurarse de que las bases republicanas viven en una realidad alternativa definida por Rush Limbaugh y Fox News. ¿Podemos decir que “les ha salido el tiro por la culata”?
Claro que los enfrentamientos venideros seguramente perjudicarán a Estados Unidos en su conjunto, no solo a la “marca” republicana. Pero saben que tarde o temprano tenía que llegar esta hora de la verdad a la política. Más vale que sea ya mismo.
Paul Krugman es profesor de Economía de Princeton y premio Nobel de 2008.
© New York Times Service 2013.

 

Economía y valores

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Graziella PogolottiGraziella Pogolotti  digital@juventudrebelde.cu
La economía no pertenece al dominio de las ciencias puras. No construye modelos abstractos de asociación universal, aptos para promover panglosianamente «el mejor de los mundos posibles». La economía forma parte del más contaminado y contaminante mundo de las Ciencias Sociales. Su diseño está en función de un proyecto social, inseparable de definiciones políticas sustantivas. La revelación de la estrecha interdependencia entre los factores económicos, políticos y sociales fue una de las contribuciones esenciales de Carlos Marx al desmontar los rasgos del desarrollo capitalista en franca ruptura con el liberalismo dominante de su tiempo.
Casi cinco décadas han transcurrido desde que los «Chicago boys» comenzaran a difundir su doctrina de neoliberalismo milagrero, asociada a la indispensable terapia de shock. Los resultados saltan a la vista. Aplicado a la América Latina, el experimento requirió el baño de sangre impuesto por las dictaduras que tuvieron su paradigma en el tristemente célebre Pinochet y convirtieron la violación sistemática de los derechos humanos en política de Estado con el sacrificio de una generación entera, mientras se agigantaba la brecha social. Antes de asesinarlo, destrozaron las manos de Víctor Jara para que no siguiera floreciendo el canto popular, porque también la cultura debe someterse a los dictados del poder económico.
El dinero no tiene olor aunque se alimente de la sangre de los de abajo y allí el capitalismo corporativo carece de ética.
Al servicio de las grandes corporaciones, la doctrina neoliberal ha promulgado el desmantelamiento de las instituciones forjadas por la democracia burguesa en su fase de ascenso. Así, se anula la capacidad del Estado para lidiar con los conflictos de clase, se adelgaza la capacidad de los sindicatos para defender las conquistas obreras, se desacreditan la política y sus voceros, la identidad de los partidos se reduce a nombres privados de una real plataforma programática.
La acción de los «Chicago boys» junto a la dictadura de Pinochet es, quizá, una de las que ha alcanzado mayor resonancia pública. Pero no se trata del único caso. La instrumentalización de la crisis con el propósito de afianzar el dominio del capital financiero y fracturar las bases de un sistema jurídico conquistado a través de una lucha secular, marcó el derrumbe socialista en la Europa del Este y estremece ahora mismo los fundamentos de la Unión Europea. En todas partes, ha implementado la represión de las fuerzas populares y ha anulado la capacidad de resistencia de los sindicatos. Ante ese espectáculo, no puedo menos que recordar algunos dibujos de mi padre, pertenecientes a la serie Nuestro Tiempo, concebidos entre la euforia de los años en que los Frentes Populares intentaban detener el avance del fascismo.
En la actualidad, la alegre kermesse del capital financiero se reafirma con la tercermundización de la periferia del Viejo Continente. Implacable e inmisericorde, volatiliza la seguridad social de los ancianos, margina a los jóvenes y distribuye cesantías. Bajos los efectos de la terapia de shock, anonadadas por la fuerza arrasadora de lo que parece un destino, las masas desorganizadas y carentes de programa, aletean como mariposas ante un foco luminoso.
La manipulación intencionada de las crisis se sustenta en la capacidad persuasiva de los consorcios mediáticos. Al modo de flautistas de Hamelin, construyen imágenes seductoras, engañosamente despojadas de ideología. En verdad, quienes proclamaron la muerte de las ideologías, estaban edificando sobre esas cenizas su propia retórica. Un pensamiento teórico sofisticado, concebido en centros universitarios prestigiosos, consagrado con la entrega de premios Nobel, se traduce en recetas codificadas para circuitos académicos de segundo y tercer orden, pasa a la prensa para su difusión por analistas de poca monta. Convertido en dogma, el recetario se despliega hasta integrar el consenso trasmutado en sentido común. El necesario desmantelamiento del Estado a favor de la desregulación de los movimientos del gran capital, la apertura de las economías a los tratados de libre comercio aparecen hoy como moneda corriente en órganos de opinión de variadas tendencias. Quienes oponen algún reparo, víctimas de un habilidoso acto de prestidigitación, aparecen como dinosaurios conservadores, mientras las ideas de derecha reciben la calificación de progresistas. Entre tanto fuego de artificio, pocos recuerdan la necesidad de protección ante la amenaza del paro laboral y las crisis agrarias producidas en América Latina, tierra de hombres de maíz, por la irrupción de la trasnacional Monsanto. Madre reverenciada de la cultura occidental, Grecia sucumbe hoy ante las exigencias del FMI y de la Unión Europea, encadenada como lo está al peso de una deuda acrecentada por los rejuegos de una política monetarista que maneja las tasas de interés en beneficio de los dueños del poder hegemónico.
Sísifo seguirá cargando su roca mientras Prometeo, portador del fuego liberador, no logre romper sus cadenas. Continuación de la política por otros medios, la guerra y la represión apuntan hacia la línea dura para la aplicación de estas políticas. Desde la última confrontación mundial, no ha habido paz verdadera en el planeta. Hay otras vías más sutiles. Una de ellas se vale de la corrupción de los políticos, electos para dar cumplimiento a un programa y ejecutores luego de uno bien diferente. Otras, combinan los efectos devastadores de las políticas de shock con la hipótesis hedonista generalizada a través de los medios audiovisuales, cada vez más invasivos gracias al empleo de las nuevas tecnologías. Sorda ante los rumores de la calle y el latir de la vida, la humanidad anda a tientas, sincronizada a sus audífonos. Sobre estas bases, atrapados a un presente sin ayer y sin mañana, se instauran expectativas de vida y de felicidad ajenos al contexto y a las posibilidades al alcance de cada quien. De tal manera, lo hermoso, lo deslumbrante de la existencia se nos escapa entre los dedos. «Avive el seso y despierte contemplando cuán pronto se va la vida y se viene la muerte, tan callando», decía el clásico.
Se trata, en efecto, de avivar el seso, sobre todo la zona frontal, desarrollada por nuestra especie durante millones de años, zona donde se preservan la conciencia y los valores, muro de contención frente a aquella otra, depósito de los instintos primarios. La doctrina de los «Chicago boys» implica una filosofía de la vida y una ideología. De ellas emanan valores derivados de una concepción del éxito. Al modo darwinista, exalta a los triunfadores y condena a los perdedores, materia desechable conformada por ancianos y minusválidos, por hombres y mujeres carentes de las agallas requeridas para desplazar a otros y unirse al carro victorioso. La economía no pertenece al ámbito de las Ciencias Exactas. Entronca sustancialmente con las Ciencias Sociales. Sus logros no pueden erigirse sobre la sangre de las víctimas. Tienen que articularse con un proyecto integral de desarrollo humano.

Revelaciones con “todo incluido”. Turismo Nacional

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Por VLADIA RUBIO y YOHANA LEZCANO (nacionales@bohemia.co.cu)
Fotos: AIXA LÓPEZ (foto@bohemia.co.cu)


Un primer acercamiento a quiénes son los cubanos que se hospedan en Varadero, principal destino turístico al que aspiran los nacionales… y también los extranjeros.  Aunque a los nuestros que llevan manilla a veces les falta información para exigir según el pago, como tendencia se sienten muy satisfechos con el trato, similar al recibido por huéspedes foráneos. No son mayoría los clientes del patio, pero cada año crece su número y es de esperar que continúe aumentando, en correspondencia con los ajustes de la economía.

Bañistas en una piscina
Los cubanos que se alojan en 
Varadero y, en general en los hoteles 
de toda la Isla, conforman, como
norma, un turismo de familia
Sin apuro, relajada, se dio vuelta sobre la tumbona al escuchar la voz de la periodista. No parecía importarle demasiado que el sol de agosto estuviera en el mismísimo cénit fustigándole la piel. 
Eran tres días con dos noches y no podía desaprovechar ni un minuto de aquella reservación en Varadero, cuyo costo resultaba difícil de calcular en ristras de ajo. Pero justamente gracias a esas ventas, ella y su esposo, cooperativista artemiseño, celebraban el décimo aniversario de casados en esa hermosa geografía.
Estos esposos no eran, ni mucho menos, los únicos nacionales que ocupaban habitación en el SolyMar, un Barceló cinco estrellas, cuandoBOHEMIA visitó esa y otras instalaciones hoteleras del famoso balneario.
Ofertas gastronómicas
La presencia de turistas del patio propicia una mayor
visibilidad de la gastronomía tradicional cubana
Las intenciones de este equipo, que se desplazó hasta la Playa Azul bajo el tórrido verano, estaban lejos de averiguar sobre celebraciones por un aniversario de boda. Cinco años después de que los cubanos pudieran acceder sin limitación alguna a hoteles de lujo, el objetivo era indagar sobre cuántos, quiénes y cómo son tratados esos huéspedes.
Varadero resultó el terreno para la investigación periodística porque, según el Ministerio de Turismo, ese es hoy el principal destino elegido por los residentes en esta tierra que tienen la posibilidad financiera de elegir dónde vacacionar.
Práctica de deportes náuticos
Entre otros motivos para vacacionar, está el buen
servicio en los deportes náuticos
De los 339 mil 470 habitantes de esta Isla que se han hospedado en hoteles como turistas durante los primeros siete meses de este año, cerca de 37.5 por ciento lo hizo en Varadero, y entre los hoteles que allí prefirieron punteaban SolyMar-Arenas Blancas, Bella Costa y Mar del Sur.
En esos, como muestra, quedó centrada esta indagación, que incluyó el diálogo con casi un centenar de turistas nacionales, con algunos extranjeros, trabajadores y directivos de las cuatro instalaciones, así como con guías de turismo, turoperadores, y funcionarios del Mintur.

A la caza de hortalizas y de la productividad


Los agricultores cubanos no han respondido de la manera esperada a la posibilidad de vender directamente sus producciones a las instalaciones turísticas, legalizada en diciembre de 2011.
Las autoridades cubanas anunciaron medidas para continuar destrabando las ventas directas de los productores agrícolas a entidades turísticas. Las partes vinculadas con ese nicho mercantil, incluidos los propios organismos gubernamentales, habían expresado insatisfacción con su evolución, desde que recibió luz verde hace casi dos años. Ante la contrariedad, el gobierno decidió abrir más la puerta a partir del próximo mes de octubre.
El primer paso lo dio en diciembre de 2011, fecha en que autorizó dichos negocios entre agricultores y la industria del ocio, sin intermediación de otras empresas. La medida tenía como objetivo favorecer el abastecimiento de frutas, verduras y otros alimentos frescos, muchas veces importados, a pesar de ser factible su cosecha en los campos cubanos.
Sin embargo, los campesinos no se acercaron a los hoteles con el entusiasmo esperado, según reconocieron funcionarios de varios organismos. “Las ventas ejecutadas son inferiores a las potencialidades existentes. Al mismo tiempo, las instalaciones del sector turístico demandan la incorporación de otros productos", declaró al periódico Granma Roberto Pérez Pérez, jefe del grupo agroindustrial de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo de los Lineamientos de la Política Económica y Social.
Al cierre del 2012, un año después de entrar en vigor las resoluciones que legalizaron las ventas directas de campesinos a la industria del ocio, se habían firmado solo 396 contratos entre 236 instalaciones turísticas (124 hoteleras y 112 extrahoteleras) y 199 formas productivas del agro, la mayoría (151) cooperativas de crédito y servicios (CCS), informó a la prensa el director de Comercialización del Ministerio de Agricultura (MINAGRI), José Puente Nápoles.
Frutas Selectas y otras empresas estatales de acopio siguen dominando ese mercado.
Los agricultores vendieron menos hortalizas y otros productos que lo previsto: aunque algunos medios de prensa declaran un incremento del 8 por ciento en el abasto agrícola nacional al sector turístico, las cifras reportadas no satisfacen: más de 12 millones y medio de pesos (CUP) vendidos directamente por los productores al Ministerio de Turismo (MINTUR), la cadena hotelera Gaviota, el Grupo Palco y Habaguanex.
Puente Nápoles cita incumplimientos y afectaciones entre agosto y diciembre del 2012. El país acudió a las importaciones, por no disponer en cantidad suficiente de remolacha, zanahoria y cebolla en el segundo semestre. Igual ocurrió con el limón hasta el mes de mayo. “Son productos que pueden desarrollarse perfectamente en el país, teniendo en cuenta la disponibilidad de tecnología, abundantes tierras y técnicos para lograrlo", dijo a Granma.
Los campesinos se quejan, entretanto, por los enredos burocráticos que se derivan del sistema de contrataciones y otras limitaciones. Pero la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) admitió que no aprovechaba al máximo la nueva oportunidad. En los primeros ocho meses, solo 45 cooperativas mantenían un nexo comercial estable con los nuevos clientes del turismo.El gobierno ha adoptado nuevas medidas para facilitar el contacto comercial directo entre productores independientes y la industria del ocio, a fin de reducir importaciones y abaratar el suministro de hortalizas, frutas y otros alimentos frescoEl gobierno ha adoptado nuevas medidas para facilitar el contacto comercial directo entre productores independientes y la industria del ocio, a fin de reducir importaciones y abaratar el suministro de hortalizas, frutas y otros alimentos fresco
La mala presentación de los productos, la demora o indefinición de plazos de entregas, dificultades con el transporte, carencia de cajas y otros envases y la lejanía de muchos centros obstaculizan el vínculo directo, según reconocen ambas partes. El empleo por las cooperativas de viejos camiones sin cubierta para el traslado de su oferta, muchas veces de una provincia a otra, pone a productos como las hortalizas de hojas bajo el castigo del viento y del sol. Por consiguiente, pierden los estándares de calidad exigidos por el restaurante de un hotel.
Entidades del turismo, como el emblemático hotel Habana Libre, agradecen la posibilidad de un acercamiento más fluido con las fuentes de alimentos frescos. Pero “tuvimos que insistir mucho en el tema calidad y presentación de los productos”, dijo el jefe de compras de ese hotel, Ramón Ramos Ballester. Aún así, aprecia “el considerable ahorro de divisas”. El empleo de productos nacionales, “nos ha permitido hacer pedidos variados, sin grandes cantidades, lo que asegura frutas, viandas y hortalizas más frescas, y eso es calidad en la atención al turista”.
Ante las evidentes ventajas y las también reconocidas lagunas de esa fórmula de abastecimiento, tres organismos gubernamentales (MINAGRI, MINTUR y Ministerio de Finanzas y Precios) recién publicaron en la Gaceta Oficial Extraordinaria no. 24 un grupo de resoluciones para permitir a los agricultores pequeños, incluidos los que trabajan tierras recibidas en usufructo, vender productos directamente a una entidad turística, alternativa a la que tenían acceso antes solo a través de una cooperativa de crédito y servicios.
La lista de productos autorizados en 2011 también crece, al añadirse flores y arreglos florales, plantas ornamentales, especias y condimentos secos, huevos de gallina y codorniz y servicios de jardinería.
Para garantizar el vínculo directo entre entidades turísticas y los agricultores pequeños, de acuerdo con lo legislado por el Banco Central de Cuba, estos podrán abrir cuentas corrientes en pesos cubanos (CUP) en los bancos comerciales. Aunque con cautela, las autoridades se han propuesto normalizar cada vez más las relaciones mercantiles entre empresas, estatales o no, y el emergente sector privado. Andan a la caza de hortalizas y frutas cubanas y de las claves para abonar una mayor productividad.