La carne de cerdo es la principal fuente de proteína de origen animal de la población cubana.
La Habana, 3 mar.- El cerdo, catalogado en una canción de moda como el “mamífero nacional”, tiene la carne más gustada y consumida en Cuba. Por ello, un proyecto con apoyo de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) busca incrementar su producción a través de la inseminación artificial.
La iniciativa “Utilización de dos centros de producción de semen porcino en zonas suburbanas y rurales de La Habana” une a especialistas de la FAO, investigadores del estatal Instituto de Investigaciones Porcinas (IIP), técnicos y productores.
Con un financiamiento de 300.000 dólares, el emprendimiento persigue apoyar la producción nacional de cerdo y así reducir la importación de alimentos, una de las metas más esquivas de la reforma económica encauzada por el presidente, Raúl Castro.
Baldomero Molina, experto de la FAO, dijo a la Redacción de IPS Cuba que el proyecto ha dotado de mejores condiciones para extender a territorios como Artemisa, colindante con La Habana, la técnica de inseminación artificial que se practica desde hace años en el IIP, sito en la periferia de la capital.
“Estamos intentando mejorar el equipamiento, que es hoy un verdadero obstáculo”, detalló el médico veterinario. “Con equipos más modernos e insumos, los colegas cubanos pueden optimar y aumentar la producción de dosis seminales”, amplió.
Ejemplificó que, “desde que el artemiseño Centro de Producción de Semen Porcino La Esperancita aumentó su capacidad de producción de dosis seminales, el IIP pudo dedicarse a elevar la fabricación de varios tipos de diluyentes imprescindibles en el proceso”.
Gracias al programa, ambos centros de producción de semen porcino fueron dotados de microscopios para analizar la calidad espermática. Además está previsto adquirir otro equipo que permitirá medir ese parámetro, del cual depende la preñez de las hembras, especificó Molina.
Según el experto, las mediciones de ese indicador permitirán conservar los sementales más eficientes, a la vez de ahorros económicos porque no habrá que alimentar a machos reproductivamente ineficientes. La comida de los reproductores constituye 70 por ciento del total de gastos para mantener un ejemplar.
“Aunque se está trabajando solo en La Habana y Artemisa, hemos identificado el potencial que tiene la iniciativa para extenderse al resto del país”, destacó.
Otra de las metas del proyecto radica en la capacitación. Se elaboraron manuales para los técnicos y productores de 24 unidades del sector campesino. En tanto, “el IIP realiza los cursos llamados Aprenda a inseminar para que los ganaderos puedan aplicar la técnica”, dijo Molina.
El primer año de implementación de las nuevas medidas cerró con el incremento de la eficiencia técnica, económica y reproductiva de las cerdas por parto en los centros productivos beneficiados.
Asimismo, especialistas internacionales de alto calibre visitaron Cuba. El destacado especialista en reproducción porcina Raúl Sánchez, del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias de España, capacitó en 2013 a técnicos en veterinaria y zootecnia de la nación caribeña.
Los temas impartidos abarcaron la inseminación, reproducción, mejoras genéticas y bioseguridad de los centros de procesamiento de semen porcino, un aspecto “muy importante porque existe el riesgo de transmisión de ciertas enfermedades si carece de buenas condiciones sanitarias”, de acuerdo con Molina.
También en octubre de 2013, dos especialistas del IIP visitaron Andalucía, en el sur de España, donde se acercaron al sector porcino de la región que comparte características similares a las de Cuba en cuanto a la crianza extensiva del cerdo ibérico.
La Habana, 3 mar.- El cerdo, catalogado en una canción de moda como el “mamífero nacional”, tiene la carne más gustada y consumida en Cuba. Por ello, un proyecto con apoyo de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) busca incrementar su producción a través de la inseminación artificial.
La iniciativa “Utilización de dos centros de producción de semen porcino en zonas suburbanas y rurales de La Habana” une a especialistas de la FAO, investigadores del estatal Instituto de Investigaciones Porcinas (IIP), técnicos y productores.
Con un financiamiento de 300.000 dólares, el emprendimiento persigue apoyar la producción nacional de cerdo y así reducir la importación de alimentos, una de las metas más esquivas de la reforma económica encauzada por el presidente, Raúl Castro.
Baldomero Molina, experto de la FAO, dijo a la Redacción de IPS Cuba que el proyecto ha dotado de mejores condiciones para extender a territorios como Artemisa, colindante con La Habana, la técnica de inseminación artificial que se practica desde hace años en el IIP, sito en la periferia de la capital.
“Estamos intentando mejorar el equipamiento, que es hoy un verdadero obstáculo”, detalló el médico veterinario. “Con equipos más modernos e insumos, los colegas cubanos pueden optimar y aumentar la producción de dosis seminales”, amplió.
Ejemplificó que, “desde que el artemiseño Centro de Producción de Semen Porcino La Esperancita aumentó su capacidad de producción de dosis seminales, el IIP pudo dedicarse a elevar la fabricación de varios tipos de diluyentes imprescindibles en el proceso”.
Gracias al programa, ambos centros de producción de semen porcino fueron dotados de microscopios para analizar la calidad espermática. Además está previsto adquirir otro equipo que permitirá medir ese parámetro, del cual depende la preñez de las hembras, especificó Molina.
Según el experto, las mediciones de ese indicador permitirán conservar los sementales más eficientes, a la vez de ahorros económicos porque no habrá que alimentar a machos reproductivamente ineficientes. La comida de los reproductores constituye 70 por ciento del total de gastos para mantener un ejemplar.
“Aunque se está trabajando solo en La Habana y Artemisa, hemos identificado el potencial que tiene la iniciativa para extenderse al resto del país”, destacó.
Otra de las metas del proyecto radica en la capacitación. Se elaboraron manuales para los técnicos y productores de 24 unidades del sector campesino. En tanto, “el IIP realiza los cursos llamados Aprenda a inseminar para que los ganaderos puedan aplicar la técnica”, dijo Molina.
El primer año de implementación de las nuevas medidas cerró con el incremento de la eficiencia técnica, económica y reproductiva de las cerdas por parto en los centros productivos beneficiados.
Asimismo, especialistas internacionales de alto calibre visitaron Cuba. El destacado especialista en reproducción porcina Raúl Sánchez, del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias de España, capacitó en 2013 a técnicos en veterinaria y zootecnia de la nación caribeña.
Los temas impartidos abarcaron la inseminación, reproducción, mejoras genéticas y bioseguridad de los centros de procesamiento de semen porcino, un aspecto “muy importante porque existe el riesgo de transmisión de ciertas enfermedades si carece de buenas condiciones sanitarias”, de acuerdo con Molina.
También en octubre de 2013, dos especialistas del IIP visitaron Andalucía, en el sur de España, donde se acercaron al sector porcino de la región que comparte características similares a las de Cuba en cuanto a la crianza extensiva del cerdo ibérico.
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