Por Mª José Navarro
En la actualidad cada vez más personas saben que la carne puede ser un factor de riesgo en la formación de tumores, gota y diabetes, pero lo que pocos saben es que también puede influir negativamente en la memoria. Hay indicios de que el consumo de carne guarda una relación directa con el riesgo de contraer Alzheimer, al menos se puede afirmar que en el caso de enfermos con demencia se ha demostrado que éstos habían consumido un promedio de carne mucho mayor que quienes se alimentan de forma más saludable. Por lo que desde un punto de vista médico se puede decir que la frase: «La carne es un trozo de fuerza vital» es una afirmación imprudente, y además absurda.
Sin embargo la demanda de carne continúa aumentando exponencialmente. Actualmente se consumen en todo el mundo 250 millones de toneladas al año, y para el año 2050 esta cifra podría llegar a duplicarse, según pronostica la Organización Mundial para la Alimentación. Sin embargo la carne es especialmente inadecuada para alimentar a la creciente población mundial. Al respecto Hennig Steinfeld, director del sector de política ganadera de Alemania, dice: «El aumento de la demanda se cubre con animales que han de ser alimentados principalmente a base de cereal. La transformación de cereal en carne no se hace de forma especialmente eficiente, por lo que se producen grandes pérdidas. Esto ha llevado a que aproximadamente una tercera parte de la cosecha de cereal mundial se emplee como forraje».
Se sabe que para producir una caloría en forma de carne, deben emplearse hasta 30 calorías de alimento vegetal, puesto que la mayor parte de la energía alimenticia se pierde por el metabolismo animal – en los vacunos más del 90%. Lo que es una proporción poco práctica y útil para una población mundial que va en aumento, ya que sin ese desvío a través del estómago del animal y con la misma cantidad de soja y de cereal, podríamos alimentar aproximadamente diez veces más personas. Además, el incremento del consumo de carne hace que los precios se disparen, y debido a esto es difícil para los pobres abastecerse suficientemente de alimentos.
6 ovejas, 8 vacas, 25 conejos, 33 cerdos y 720 gallinas. Este es el promedio de animales que consume un europeo en el curso de su vida. Para alimentar a estos animales se importa cereal y soja de países como Brasil y Argentina, es decir, de países en los que la población lucha contra la pobreza. Jean Ziegler, ex relator de la ONU para el Derecho a la Alimentación, es miembro del comité consultivo del Consejo de Derechos humanos de las Naciones Unidas, y una opinión con peso, y de él escuchamos lo siguiente: «La agricultura mundial podría dar de comer sin problemas a 12 mil millones de personas, por lo que un niño que hoy día muere de hambre, es un niño asesinado».Ecoportal.net
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www.radio-santec.com
Sin embargo la demanda de carne continúa aumentando exponencialmente. Actualmente se consumen en todo el mundo 250 millones de toneladas al año, y para el año 2050 esta cifra podría llegar a duplicarse, según pronostica la Organización Mundial para la Alimentación. Sin embargo la carne es especialmente inadecuada para alimentar a la creciente población mundial. Al respecto Hennig Steinfeld, director del sector de política ganadera de Alemania, dice: «El aumento de la demanda se cubre con animales que han de ser alimentados principalmente a base de cereal. La transformación de cereal en carne no se hace de forma especialmente eficiente, por lo que se producen grandes pérdidas. Esto ha llevado a que aproximadamente una tercera parte de la cosecha de cereal mundial se emplee como forraje».
Se sabe que para producir una caloría en forma de carne, deben emplearse hasta 30 calorías de alimento vegetal, puesto que la mayor parte de la energía alimenticia se pierde por el metabolismo animal – en los vacunos más del 90%. Lo que es una proporción poco práctica y útil para una población mundial que va en aumento, ya que sin ese desvío a través del estómago del animal y con la misma cantidad de soja y de cereal, podríamos alimentar aproximadamente diez veces más personas. Además, el incremento del consumo de carne hace que los precios se disparen, y debido a esto es difícil para los pobres abastecerse suficientemente de alimentos.
6 ovejas, 8 vacas, 25 conejos, 33 cerdos y 720 gallinas. Este es el promedio de animales que consume un europeo en el curso de su vida. Para alimentar a estos animales se importa cereal y soja de países como Brasil y Argentina, es decir, de países en los que la población lucha contra la pobreza. Jean Ziegler, ex relator de la ONU para el Derecho a la Alimentación, es miembro del comité consultivo del Consejo de Derechos humanos de las Naciones Unidas, y una opinión con peso, y de él escuchamos lo siguiente: «La agricultura mundial podría dar de comer sin problemas a 12 mil millones de personas, por lo que un niño que hoy día muere de hambre, es un niño asesinado».Ecoportal.net
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