"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

miércoles, 10 de abril de 2013

La economía de Google

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Por: Premio Nobel Economia

La decisión de Google de cerrar Google Reader ha disgustado a varias personas que conozco y ha provocado muchas discusiones sobre el futuro de los servicios basados en la Red. La discusión más interesante, creo, es la de Ryan Avent en The Economist, que sostenía en un reciente artículo titulado Google’s Google Problem [El problema de Google de Google] que el buscador ha estado proporcionando un servicio público esencial, pero no parece que tenga ningún interés en mantenerlo.
He estado tratando de pensar detenidamente en ello desde el punto de vista de la microeconomía más o menos estándar, y este es el resultado de mi reflexión.
GoogleReader

En primer lugar, es bien conocido, aunque no se mencione con frecuencia, que incluso en un mercado simple, un monopolista con costes fijos elevados y con una capacidad limitada para realizar una discriminación de precios entre los clientes puede no ser capaz de obtener beneficios proporcionando un producto incluso cuando el posible aumento de consumidores de ese producto sea superior a los costes de producción. Básicamente, si el monopolista trata de cobrar un precio correspondiente al valor que los usuarios intensivos otorgan al producto, no atraerá a suficientes usuarios de baja intensidad para cubrir sus costes fijos; si cobra un precio bajo para atraer al usuario de baja intensidad, no logra captar una cantidad suficiente del excedente de usuarios de alta intensidad, y tampoco puede cubrir sus costes fijos.

Lo que Avent añade a esta discusión es una visión sobre el efecto de las externalidades de las redes, en las que el valor del producto para cada usuario individual depende del número de usuarios que lo están usando. Hasta cierto punto, el monopolista puede aprovecharse de estas externalidades, ya que aumentan el precio que la gente está dispuesta a pagar, por lo que no estoy seguro de que cambien la lógica del suministro o del no suministro. Pero lo que significan es que si al monopolista sigue sin parecerle útil proporcionar el producto, las pérdidas para el consumidor son sustancialmente más importantes que en un análisis convencional de fijación de precios en un monopolio.
Entonces, ¿cuál es la respuesta? Como escribe Avent, los ejemplos históricos con estas características –como las redes de transporte urbano– se han resuelto a través de la prestación pública. Parece difícil en este momento considerar que las búsquedas en Internet y sus funciones relacionadas sean servicios públicos, pero se podría mantener que es donde la lógica nos conducirá al final.
Para demostrar mi punto de vista, pueden ver en el gráfico adjunto un caso hipotético en el que la demanda proviene tanto de los usuarios de alta intensidad que están dispuestos a pagar mucho por un servicio como de los usuarios de baja intensidad que no están dispuestos a pagar tanto. Debido a los costes fijos, el coste medio por usuario disminuye con el número de usuarios. Pueden observar por la forma en que está trazado que no existe ningún precio en el que un monopolista pueda cubrir sus costes aquí; sin embargo, las pérdidas generadas por prestar el servicio a un precio que atraiga a los usuarios de baja intensidad serían mucho menores que los beneficios para los usuarios de alta intensidad por tener el servicio disponible.
Grafico

© 2013 The New York Times.
Traducción de News Clips.

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