"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

lunes, 4 de marzo de 2019

FIRME RECHAZO DE CUBA A LA NUEVA ESCALADA AGRESIVA DE EE.UU. DECLARACIÓN DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES

FIRME RECHAZO DE CUBA A LA NUEVA ESCALADA AGRESIVA DE EE.UU.

DECLARACIÓN DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES

El Ministerio de Relaciones Exteriores rechaza en los términos más enérgicos la nueva escalada en la conducta agresiva de los Estados Unidos contra Cuba.

El Departamento de Estado anunció hoy la decisión de permitir que, a partir del próximo 19 de marzo y al amparo del Título III de la Ley Helms-Burton, se presenten demandas judiciales en tribunales de los Estados Unidos únicamente contra empresas cubanas incluidas en la Lista de Entidades Cubanas Restringidas elaborada por ese gobierno en noviembre de 2017 y actualizada un año después. Este listado arbitrario e ilegítimo, dirigido a recrudecer el bloqueo y extender sus efectos extraterritoriales, prohíbe a los ciudadanos estadounidenses realizar transacciones financieras directas con las entidades señaladas.

El anuncio del Departamento de Estado también indicó que suspendería por solo 30 días la posibilidad de iniciar acciones judiciales por igual concepto en contra de otras entidades cubanas o extranjeras con vínculos comerciales o económicos en Cuba.

Desde su entrada en vigor en 1996, la ley Helms-Burton ha procurado universalizar el bloqueo económico, mediante presiones brutales e ilegales de Estados Unidos contra terceros países, sus gobiernos y sus empresas. Persigue asfixiar la economía cubana, y promover o aumentar las carencias de la población con el propósito de imponer en Cuba un gobierno que responda a los intereses de Estados Unidos.

Por sus pretensiones ilegítimas y contrarias el Derecho Internacional, la Ley Helms-Burton y el bloqueo concitan el rechazo universal, reiterado durante casi tres décadas, en los más importantes organismos regionales e internacionales. El ejemplo más reciente fue en la Asamblea General de las Naciones Unidas cuando el pasado 1 de noviembre fue objeto de diez votaciones consecutivas de rechazo, en que el gobierno de los Estados Unidos quedó en absoluto aislamiento.

El título II de la Ley Helms-Burton dispone que el derrocamiento del gobierno revolucionario, la posterior tutela del país a cargo de un interventor estadounidense y el ulterior establecimiento de un gobierno contrarrevolucionario y subordinado a Washington tendrían como tarea inequívoca la devolución o pago a los antiguos propietarios de todas las propiedades que sean reclamadas por antiguos dueños o sus descendientes, hayan sido estadounidenses o no al momento de las nacionalizaciones o de que las abandonaron. En todo ese período, el bloqueo económico permanecería en pleno vigor.

Por consiguiente, los cubanos estarían obligados a devolver, restituir o pagar a reclamantes de los Estados Unidos por la casa donde viven, el terreno donde se edifican sus comunidades, la tierra agrícola donde cultivan y producen, la escuela donde se educan sus hijos, el hospital o el policlínico donde reciben servicios médicos, donde está su centro de trabajo, donde tienen un negocio particular, además de por los servicios de electricidad, agua y comunicaciones subsidiados que disfruta la población. 

Es una pretensión solo concebible en las mentes de quienes identifican a Cuba como una posesión colonial. Según dispone la ley Helms-Burton, el bloqueo económico sólo se podría levantar cuando se haya alcanzado esa ambición.

Esta ley descansa sobre dos mentiras fundamentales: la noción de que las nacionalizaciones llevadas a cabo poco después del triunfo revolucionario fueron ilegítimas o indebidas y que Cuba constituye una amenaza a la seguridad nacional de los Estados Unidos.

Las nacionalizaciones cubanas se llevaron a cabo amparadas por leyes, con estricto apego a la Constitución y en conformidad con el Derecho Internacional. Todas las nacionalizaciones contemplaron procesos de compensación justa y adecuada que el gobierno de los Estados Unidos se negó a considerar. Cuba alcanzó y honró acuerdos globales de compensación con otras naciones que hoy invierten en Cuba como España, Suiza, Canadá, Reino Unido, Alemania y Francia.

La verdadera amenaza a la paz y la seguridad de la región son las declaraciones y acciones irresponsables del gobierno de Estados Unidos y los planes desestabilizadores contra América Latina y el Caribe en el afán declarado de imponer la doctrina Monroe.

La Ley de Reafirmación de la Dignidad y Soberanía Cubanas del 24 de diciembre de 1996, establece que la Ley Helms-Burton es ilícita, inaplicable y sin valor ni efecto jurídico alguno. Considera nula toda reclamación amparada en dicha ley, por cualquier persona natural o jurídica.

Según estipula esa ley, las reclamaciones de compensación por las propiedades nacionalizadas podrán formar parte de un proceso de negociación sobre la base de la igualdad y respeto mutuo entre los gobiernos de Cuba y los Estados Unidos, “examinadas de conjunto con las indemnizaciones a la que el Estado y el pueblo cubanos tienen derecho con motivo de los daños y perjuicios causados por el bloqueo y las agresiones de todo tipo cuya responsabilidad corresponde al gobierno de los Estados Unidos”. Aclara, a la vez, que quedará excluido de futuras posibles negociaciones quien utilice los procedimientos y mecanismos de la Ley Helms-Burton en perjuicio de otros.

El gobierno cubano reitera a los socios económicos y las empresas extranjeras que operan en Cuba todas las garantías para la inversión extranjera y los proyectos conjuntos. La Constitución Cubana, ratificada por amplia mayoría en referendo el pasado 24 de febrero de 2019, en su artículo 28 reconoce también esas garantías, incorporadas en la Ley de Inversión Extranjera No. 118 del 29 de marzo de 2014.

La decisión de hoy impone obstáculos adicionales a nuestros objetivos de desarrollo y progreso económico, pero Estados Unidos continuará fracasando en su objetivo central de someter por la fuerza la voluntad soberana de los cubanos y nuestra determinación de construir el socialismo. Prevalecerá el sentimiento mayoritario de los pueblos de Cuba y Estados Unidos que favorece la mejoría de las relaciones y el desarrollo de una convivencia civilizada y respetuosa.


La Habana, 4 de marzo de 2019.

El pasado de Marco Rubio y el narcotráfico


4 marzo 2019 


El senador por la Florida, Marco Rubio. Foto: AP

Este senador republicano escribió sus memorias en un libro que bautizó con el nombre de An American Son, publicado en el año 2012. En el libro asomó apenas de manera superficial que su cuñado era un comprobado lord del narcotráfico y toda la familia (de origen cubano y radicada en Miami) lo sabía.

En una nota del Washington Post del año 2015, se da a conocer la historia de Orlando Cicilia, esposo de Bárbara, una hermana mayor del senador republicano. Cicilia era un testaferro y operador del circuito de narcóticos, concretamente de la cocaína, en tiempos de su máximo apogeo en EEUU, cuando Miami era considerada la capital de la cocaína en Gringolandia.

Concretamente, Cicilia trabajaba para Mario Tabraue, otro narco de origen cubano, a quien se le allanó una casona llamada por los agentes federales “La mansión Playboy”, donde se encontraron drogas, armas largas y dos leopardos propiedad del capo, quien jugaba a ser Pablo Escobar. Durante el operativo en el que fue detenido Cicilia, fue detenido también Tabraue.

Corrían casi en su ocaso los años 80, cuando Orlando Cicilia fue capturado a partir de un allanamiento a un inmueble adyacente al de la familia de Rubio. El acaudalado “hombre de negocios” que parecía ser Orlando Cicilia y su grupo más cercano, tenían sobre sus espaldas acusaciones, entre las que destacaba el asesinato de Larry Nash, un informante encubierto de lo que entonces era la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego adscrita al FBI, en 1980.

Al momento de caer en manos de la justicia Orlando Cicilia (también de origen cubano), Marco Rubio tenía apenas 16 años. Pero su ambiente familiar ya era bastante “turbio”, señala el tabloide británico Daily Mail.

Las suspicacias de los medios norteamericanos dirigidas hacia Rubio yacen en el rol que tuvo Bárbara Rubio en el auge de esa familia en los años 80, justo en tiempos de la “mayor prosperidad” de su esposo Orlando. El planteamiento es obvio: se trata de una familia que alcanzó privilegios gracias a la venia de su familiar político.

El ascenso político de Rubio tuvo siempre esa nube negra. Reseña Washington Post que en una oportunidad el portavoz de Rubio, Todd Harris, señaló que el senador “tenía sólo 16 años en el momento de la detención y ve esto como una cuestión familiar e íntima privada, siendo estos acontecimientos que tuvieron lugar hace casi 30 años”. En varias entrevistas y durante su ascenso político, Rubio se negó a responder a las preguntas de los medios acerca de si Orlando Cicilia proporcionó apoyo financiero a él o a su familia.
Tráfico de influencia

La polémica de este caso rodea a Rubio, no por tratarse de conducta impropia de un familiar político en tiempos en que Rubio era un adolescente. La polémica recae por los eventos que han tenido lugar luego de despegar la carrera política de Rubio. El senador, integrante de la macolla cubano-mayamera más rancia, ha sido señalado de ayudar a su cuñado con beneficios judiciales empleando para esos fines su ascenso político.

Orlando Cicilia, afamado por ser uno de los operadores más conspicuos del narcotráfico en Miami, recibió mucha atención en su momento y fue condenado a más de 35 años de cárcel. Pero Cicilia cumplió apenas poco más de 12 años, salió en libertad plena justo cuando Marco Rubio ascendió como representante al Congreso de los Estados Unidos en el año 2000. Orlando Cicilia salió de la cárcel apenas cuatro días después de que Rubio tomara el cargo de diputado.

El antiguo jefe de Orlando, Mario Tabraue, sobre quien pesaba una pena de 100 años de cárcel por sus delitos, salió de prisión en el año 2003, con apenas 15 años de pena cumplida.

Marco Rubio en diversas oportunidades ha sido increpado por los grandes favores judiciales que recibió Orlando Cicilia, cuestión que ha negado con vehemencia.

Todd Harris, vocero de Rubio, incluso ha escrito al Washington Post indicando que bajo ninguna circunstancia ese rotativo debe inferir que Cicilia alguna vez ha recibido el favor de su cuñado, pues, Cicilia y Bárbara Rubio permanecieron casados y sentimentalmente unidos durante los 12 años de encarcelamiento del referido narco.

Según el Washington Post en los años que siguieron a la detención del narcotraficante, las familias Cicilia y Rubio “han permanecido profundamente entrelazados personalmente, financiera, política y emocionalmente”. El equipo político de Rubio se quejó con vehemencia cuando el caso “olvidado” de Cicilia fue objeto de un informe en 2011 por la red de televisión en español Univisión, lo que quiere decir que el senador es un practicante abierto de la censura en su propio país. Al día de hoy Orlando Cicilia ha sido visto públicamente como parte del equipo político de su cuñado.
La obsesión con Venezuela

Marco Rubio es el principal promotor, junto a John Bolton, Mike Pompeo y Mike Pence, del asedio y los llamado a la intervención militar contra Venezuela. Todos operan como agentes del caos y promueven una agenda de golpe que se desplaza desde Cuba hasta Bolivia. Sus objetivos son los países del ALBA y actúan con especial énfasis sobre Venezuela.

Es un político turbio, cuyos antecedentes familiares se entretejen con un muy denunciado tráfico de influencias y encubrimiento de factores criminales. Cuestión que lo desdibuja como un desinteresado político en ascenso dedicado a la defensa de la democracia en Venezuela, vía sanciones, bloqueo financiero y llamados a la intervención militar. La publicación de imágenes que rememoran el asesinato de Muamar al Gadafi, en clara amenaza al presidente Nicolás Maduro, confirma su origen narco y criminal.

(Tomado de Misión Verdad)
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