PERCY ALVARADO
– Según describe Miami Diario, la lucha contra el terrorismo centró los discursos de los aspirantes presidenciales en la “Freedom Summit”, un foro conservador celebrado este fin de semana en Carolina del Sur.
Marco Rubio, republicano de extrema derecha, declaró enfáticamente mientras era vitoreado por la crema y nada del conservadurismo: “Estados Unidos debe derrotar a los yihadistas radicales. Los buscaremos, los encontraremos y los mataremos.”
Otro tanto hicieron Ted Cruz, senador por Texas y candidato a las primarias republicanas; el gobernador de Wisconsin Scott Walker, potencial candidato a las primarias de los conservadores; y el exsenador Rick Santorum, que baraja competir de nuevo por la candidatura republicana tras intentarlo en 2012.
Los ausentes de la ultraderecha republicana en este foro fueron el senador por Kentucky, Rand Paul y Jeb Bush. Como entre mafiosos todo vale, el propio Marco Rubio se dedicó a atacar a su principal contrincante, Jeb Bush, poniendo en duda su capacidad como político y su herencia política y familiar.
Lo asombroso del caso es que Marco Rubio trate de erigirse como campeón del antiterrorismo cuando por todos es sabido que mantiene estrechos lazos con connotados terroristas de origen cubano o con otros políticos que los apoyan públicamente.
¿Será que Rubio solo entiende por terroristas a los yihadistas islámicos, en un discurso que ignora deliberadamente a otros terroristas que también matan impunemente a otras naciones?
Además de haber sido puesto en tela de juicio en cuanto su honestidad en más de una oportunidad, cuando en marzo de 2010 fue cuestionado por sus gastos excesivos, supuesta evasión de impuestos y presunto uso del dinero del Partido Republicano para fines privados, se descubrió que el dinero de sus contribuyentes fue usado para comelatas y otros disfrutes por su parte y por su esposa. De hecho, no escapó a las sospechas de ser un corrupto, gastando más de 110 000 USD en vinos, pasajes de avión y otros lujos.
Sin embargo, no son estos defectos los que hacen solamente cuestionable a Marco Rubio dentro de la política norteamericana. Varias fuentes anónimas, nos han hecho llegar que este señorito ha estado vinculado a peligrosas conspiraciones anticubanas, dando luz verde a terroristas de la calaña de Luis Posada Carriles, Santiago Álvarez Fernández-Magriñá, Reynol Rodríguez, Roberto Martín Pérez y otros, en franco espaldarazo, junto a Lincoln Díaz Balart, para preparar acciones terroristas contra Cuba.
Marco Rubio fue uno de los destacados miembros que apoyó al Fondo Legal de Luis Posada Carriles, propiciando grandes sumas de dinero para financiar a la defensa del afamado terrorista. Ese fue el punto de partida de sus estrechas relaciones.
Aunque Rubio ha coincidido públicamente con estos criminales en varios eventos públicos, también han tenido reuniones privadas en más de una oportunidad, guardando una extrema compartimentación. En las mismas han establecido varias formas para apoyar la actividad aparentemente pacífica de varios grupúsculos de la contrarrevolución interna, pero han oído sobre algunos planes terroristas que los mismos están planificando, sin haberlos denunciado al señor John Gillies, jefe del Buró del FBI en Miami. En estos casos, el que calla, otorga, y Posada Carriles lo ha visto como una “luz verde” por parte de los mismos. Esto lo convierte, de hecho, en patrocinador de terroristas.
Marco Rubio aparece también entre los partidarios más fanáticos de la libre venta de armas en Estados Unidos, apoyando a la National Rifle Association (NRA).
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