Por Edmundo García
Hace dos semanas, unos diez días más o menos, grabé un debate con José Daniel Ferrer para el programa de María Elvira Salazar en Mega TV. Sobre el debate había un silencio acordado pues se va a transmitir en este mes de agosto; esperan que tenga una buena teleaudiencia y lo quieren promover. Aún no sé el día, cuando lo sepa lo comunico. Se transmitirá en el horario de las 9:00 de la noche y tendrá aproximadamente una hora de duración. En el encuentro yo dije todo lo que quería decir e imagino que él también dijo lo que tenía que decir.
Sin embargo José Daniel no se pudo aguantar y ya hizo público que se había producido ese encuentro en una entrevista que le dio al Diario las Américas de Miami. Hizo incluso algunos adelantos de los temas que tratamos y reveló que yo le había dicho que él era un mercenario; y es verdad que se lo dije. Y él ripostó que acepta dinero de cualquier gobierno extranjero menos de Rusia, de China, de Venezuela, de Nicaragua y de Arabia Saudita. Es contradictorio entonces que José Daniel acepte dinero de EEUU, que a su vez acepta dinero de China y de Arabia Saudita. También es contradictorio exigir dinero honesto y gastarlo deshonestamente; en proselitismo, en fiestecitas donde se dan golosinas a algunos niños para mostrarse como una persona popular; o afirmar que le siguen centenares de personas cuando en sus videos solo se ven unos pocos.
José Daniel Ferrer hablando con la radio de Miami, años atrás.
Él planteó los argumentos que maneja todos los días desde que llegó a Miami. Está obsesionado con que el gobierno cubano es una dictadura, como el fascismo de Mussolini o como el nazismo de Hitler. Yo le dije que si en esa mesa en que estábamos estuviera sentado Benjamín Netanyahu, una persona tan de derecha que quizás no haya nadie a su derecha, él mismo le diría que no le faltara el respeto al Holocausto. Realmente la experiencia cubana no tiene que ver con Hitler, ni con Mussolini, ni con Stalin, ni con Kim Il Sung, que son los paralelos que a José Daniel le persiguen.
En ese debate le dije que tenía que estudiar un poco de historia; que debía asesorarse mejor con Armando Chaguaceda, que según se comenta en la Calle 8 y Hialeah es su ideológico designado. O en todo caso debiera decirle a Chaguaceda que pida ayuda para él también, que en México, donde reside, hay muy buenos sociólogos e historiadores.
Una cosa tengo que aceptar: Le dije a José Daniel que Luis Posada Carriles era un terrorista y lo negó. Se lo repetí y lo volvió a negar. Le insistí y terminó reconociendo que sí, que Posada Carriles era un terrorista impresentable.
Vuelvo a prometer que cuando ese programa salga les avisaré, es una buena ocasión para observar lo nervioso que se pone ese tipo de persona cuando tiene que interrumpir su monólogo para enfrentar un argumento.
Además de que no estaba previsto que José Daniel Ferrer adelantara el contenido del programa en esa entrevista con Diario Las Américas, mucho menos previsible era que lanzara un golpe bajo cuando la pelea había terminado y el contrincante ya había abandonado el ring. José Daniel llega a Miami a presentar quejas sobre Cuba, y entre lamento y lamento se olvida de jugar limpio.
(www.latardesemueve.com / @edmundogarci65)
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