Nancy Scola • 16 de junio, 2015
Un ejecutivo de Google se dirig[ía] a Cuba este fin de semana para explorar cómo dar mejor acceso a Internet a la Isla, y el gigante de la búsqueda ha hecho una propuesta relacionada al gobierno cubano, según un funcionario del Departamento de Estado.
Es la más reciente señal de que las compañías norteamericanas de tecnología están poniendo a prueba seriamente el interés de Cuba en abrirse a la inversión extranjera después del anuncio del presidente Obama de un histórico deshielo en las relaciones, y el reciente compromiso del gobierno dirigido por Raúl Castro para entregar acceso Internet a todos los cubanos para 2020.
El ejecutivo de Google, Brett Perlmutter, es residente en Nueva York y miembro de la unidad Google Ideas de la compañía, que tiene el objetivo de ayudar a solucionar los mayores problemas tecnológicos del mundo. Él forma parte de un viaje de cinco días a La Habana con aproximadamente una docena de representantes de firmas norteamericanas y “se centrará en ayudar al gobierno cubano a pensar su objetivo declarado públicamente de mejorar el acceso a Internet”, dijo un vocero de la compañía. Google declinó decir mucho más acerca de su trabajo en Cuba. Pero un alto funcionario del Departamento de Estado, dando información solo para ambiente, dijo que el gigante de búsquedas ha hecho una propuesta al gobierno cubano. “No sabemos qué es lo que ha propuesto, pero sí sabemos que ha propuesto algo”, dijo el funcionario.
En la Cuba actual solo como el cinco por ciento de la población tiene acceso a Internet y el servicio de telefonía celular puede ser tan rápido como una tortuga, si es que está disponible. Google es conocido por sus experimentos con formas no tradicionales de extender la Internet, a menudo buscando rutas alrededor de proveedores titulares. Su proyecto Loon utiliza globos a gran altura para llevar el acceso a lugares de difícil conexión y Google Fiber se ha asociado con ciudades norteamericanas para vender servicios de banda ancha a velocidad ultra rápida y a precio moderado.
Las medidas de Obama en diciembre hicieron disminuir considerablemente las restricciones a la exportación de equipos de telecomunicaciones a Cuba. Y analistas del comercio dicen que, aunque hubo un período inicial de confusión precisamente por lo que permitirían las nuevas regulaciones, las compañías de tecnología como Google sienten que están sobre un terreno legal bastante firme.
Según el Departamento de Estado, otras compañías de infraestructuras de red han expresado interés en ayudar a actualizar la cobertura inalámbrica de 2G en la isla.
El viaje a Cuba ha sido organizado por el Consejo de las Américas, un grupo de comercio de 50 años de edad fundado por David Rockefeller. El grupo se alojará en La Habana Vieja, la encantadora pero ruinosa sección de La Habana, y tiene programado el regreso el jueves. La visita coincide con el aniversario de seis meses del anuncio del presidente Obama de un deshielo en las relaciones con Cuba, incluyendo la disminución de las sanciones que, dijo Obama, “han negado a los cubanos el acceso a la tecnología”.
Los que han prestado mucha atención a Cuba desde el deshielo describen una exuberancia debido al rápido florecimiento de la tecnología, atemperada de inmediato por la comprensión de que la Isla de 11 millones de habitantes carece de las redes, tanto fijas como inalámbricas, que se necesitan para sostener los equipos modernos. Sin esas redes, muchas tecnologías son poco más que pisapapeles.
La tecnología norteamericana hasta ahora ha dado pasos muy cautelosos en Cuba, limitadas por la carencia de Internet.
“Netflix hizo un gran anuncio de que se va a instalar en Cuba, pero nadie puede realmente tener acceso”, dice Kellie Meiman, socia ejecutiva de la consultoría internacional de negocios McLarty Associates. “Airbnb ha pensado un poco más acerca de la comprensión de cuáles son las necesidades en el terreno”, dijo ella, porque ha establecido un servicio en Cuba montado a caballo sobre una red existente de alquiler de habitaciones a cuyos propietarios el gobierno ha concedido licencias.
Perlmutter y otros en el viaje asistirán a varias reuniones, incluyendo algunas con funcionarios del ministerio de Relaciones Exteriores, empresarios locales, economistas del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana y representantes de ETECSA, la compañía de telecomunicaciones propiedad del gobierno. Uno de los objetivos es “dar a esas compañías una perspectiva detallada de lo que está sucediendo en la Isla”, dijo Alan Tummino, director de política del Consejo de las Américas, que encabeza el viaje.
Este no será el primer viaje a Cuba de un ejecutivo de Google. Eric Schmidt, el presidente ejecutivo de la compañía, visitó la Isla el verano pasado. Después de eso, Google comenzó a ofrecer a los cubanos su buscador de peso ligero Chrome.
Google Ideas, donde trabaja Perlmutter, está encabezado por Jared Cohen, un ex funcionario del Departamento de Estado que es coautor junto a Schmidt deLa nueva era digital: reformando el futuro de la gente, las naciones y los negocios. El libro estuvo en la lista de los más vendidos de The New York Times.
Hay compañías más pequeñas que también están pidiendo a gritos entrar en Cuba. El funcionario del Departamento de Estado describió una reciente reunión muy nutrida en el norte de Virginia en la que los ejecutivos locales preguntaron ansiosamente acerca del nuevo panorama de negocios allí. Pero el gobierno cubano, que ha sido inundado de ofertas para conversar y solicitudes de visas para visitar la Isla, parece estar priorizando solo a los pesos pesados.
“Los cubanos”, dijo el funcionario del Departamento de Estado, “están pensando en grandes acuerdos: –con los que son como AT&T, Verizon y Google en el mundo”.
El simbolismo de ayudar a interconectar a Cuba, dicen los que están el terreno, es enorme, aunque la oportunidad de negocios no lo sea. La población de Cuba es más o menos la de Ohio y el salario promedio es de menos de $30 dólares al mes. Pero hay un status que se obtiene por conectar a un país que, a pesar de estar tan cerca de Estados Unidos, ha estado ausente de la era de Internet que EE.UU. ha ayudado a liderar.
Muchas compañías están muy interesadas”, dijo Tummino. “Es un mercado fascinante, porque es un mercado virgen para sembrar tecnología de información e infraestructura de telecomunicaciones”.
Pero también hay riesgos. Algunas compañías se preocupan de que trabajar con el gobierno encabezado por Castro, una necesidad cuando se hacen negocios en la Cuba de hoy, sea potencialmente tóxico. “Todo el mundo está verdaderamente nervioso de que les vayan a protestar en Miami”, dijo Jake Colvin, vicepresidente para asuntos de comercio global en el Consejo Nacional de Comercio Exterior. Esa organización está organizando su propio viaje comercial a La Habana para más adelante este mismo mes, un viaje que incluirá a representantes de compañías que se especializan en “Internet o en hardware”,dijo. “Muchas compañías”, dijo Colvin, “solo están comenzando a hacer la debida diligencia.” Eso incluye cómo averiguar cuán serio es el gobierno cubano acerca de abrir a corto plazo el acceso a una Internet libre y abierta.
“La gente tenía grandes expectativas de que se iba a mover muy rápidamente”, dice José Luis Martínez de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba, con sede en Miami, y que dirige un proyecto llamado Conectar a Cuba. “Pero la realidad es que este va ser un proceso larguísimo, no va a suceder de la noche a la mañana, y va a ser según las condiciones del gobierno cubano”.
El funcionario del Departamento de Estado dijo que un gran obstáculo había sido la inclusión del país en una lista de Estados patrocinadores del terrorismo,una designación eliminada en mayo. Sin embargo, en general, los funcionarios gubernamentales cubanos parecen ser receptivos a la idea de que no conviene a Cuba ni a los cubanos mantener a la Isla separada del resto del mundo conectado.
“Es completamente profesional”, dijo el funcionario al hablar de las reuniones con los homólogos cubanos para discutir poner al país en línea. “Tenemos una idea diferente acerca del papel del gobierno y de los mercados, pero es cordial”.
(Tomado de Politico)
Traducción de Germán Piniella para Progreso Semanal.
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