"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

domingo, 5 de julio de 2020

En el 56 Aniversario de la fundación del ELN de Colombia. 1ra parte.


 Por: Tony López R.

Un 4 de julio de 1964 en la vereda Cerro de los Andes, del municipio de San Vidente de Chucurí, en el departamento de Santander, desde un rancho abandonado, cerca de la casa de Pedro Gordillo, (c/p) Parmenio, una pequeña columna de 18 integrantes, bajo el mando del comandante Fabio Vásquez Castaño (c/p) “Carlos” inicia una marcha de entrenamiento en dicha zona la naciente columna guerrillera del Ejército de Liberación Nacional, y su primer bautizo de fuego fue la toma del poblado de Simacota, el 7 de enero de 1965.

Seis meses después de sus prácticas y elementales entrenamientos, Fabio Vásquez, decide la acción de Simacota en esa fecha, en homenaje a Antonio Larrota González, querido líder estudiantil, fundador del “MOEC 7 de enero,” asesinado en los primeros días de mayo de 1961, a manos de un traidor, cuando Larrota se encontraba organizando un destacamento guerrillero en la zona de Corinto, departamento del Cauca. (1)

La toma guerrillera de Simacota, no solo marcó el inicio combativo y exitoso del ELN, también se da a conocer públicamente y para toda Colombia, la existencia de este movimiento guerrillero, sus planteamientos y propuestas revolucionarias, los colores de su bandera, rojo y negro y su consigna, que aún mantienen y levantan con mucha fuerza de “ni un paso atrás, liberación o muerte”. Consigna que lo encierra todo para un revolucionario: lealtad, entrega, confianza, fe, sacrificio, honradez, humanismo y valor.

En esa toma guerrillera participaron 24 combatientes y dos hechos interesantes que quiero destacar, participó la primera mujer que ingresó al ELN, nombrada Mariela González Rojas (La mona Mariela) o Paula y el más joven guerrillero con apenas 13 años de edad Nicolás Rodríguez (c/p) Gabino, actualmente Comandante en Jefe del ELN, cuyos padres de origen liberal gaitanistas, tuvieron y ofrecieron un importante apoyo a Fabio Vásquez y a sus compañeros en la formación y modesta logística del ELN.

Hoy, en una patria mancillada por la bota militar gringa en su territorio, con el beneplácito del gobierno de Uribe-Duque, esa es la misma e histórica consigna que levantan los frentes urbanos y rurales del ELN, en respuesta al gobierno del presidente Duque, que se niega a cumplir el compromiso, de iniciar un proceso de diálogo y negociación, que los conduzcan a lograr un acuerdo de paz con justicia política, económica y social, interpretando el sentir y aspiración  que, en medio de esta horrible Pandemia, desea la gran mayoría del pueblo colombiano.

Simacota, marca para sus combatientes y militantes la primera caída en combate de uno de sus fundadores, Pedro Gordillo, a partir de ese momento, se le conoció como el “capitán Parmenio”, con ese histórico nombre, hoy en las montañas andinas, se le honra al llevar uno de sus frentes de guerra el nombre de “Capitán Parmenio”.

El insurgente Ejército de Liberación Nacional (ELN), ha sido caracterizado por la prensa occidental y especialmente colombiana como un movimiento guevarista y pro-cubano, lo hacen con la mala intención de sembrar una matriz de opinión equivocada. Es cierto que la Revolución Cubana y el triunfo del 1ro de enero de 1959 atrajo a la mayoría de organizaciones políticas latinoamericanas de distintos orientaciones políticas e ideológicas y a brindar solidaridad.

En ese escenario de efervescencia  revolucionaria se  desarrollo en Cuba el Congreso Estudiantil Latinoamericano  en julio de 1960, a él acudieron cientos de jóvenes de diversos países, entre ellos de Colombia, aquí se encontraron jóvenes con ansias de libertad y críticos de lo que acontecía en sus países, algunos sometidos a las criminales dictaduras como las de Somoza, Stroessner, Trujillo, Duvalier y otras bajo supuestas democracia como la de Colombia, sometidos a un Pacto entre liberales y conservadores, de alternarse sus mandatos  bajo el manto del Frente Nacional, en esa época presidido por Alberto Lleras Camargo, el mismo que promovió la expulsión de Cuba de la OEA y que rompió relaciones diplomáticas con Cuba el 9 de diciembre de 1961.

Dentro de esos jóvenes vinieron a Cuba varios de ellos, militantes de diferentes organizaciones de la juventud liberal del MRL, de la JUCO (Juventud Comunistas) Socialistas, jóvenes cristianos, entre otros, de ellos sobresalían algunos dirigentes como Antonio Larrota, Víctor Medina Morón, Manuel Vásquez Castaño y otros. En 1962 viajan a Cuba Ricardo Lara Parada, Fabio y Manuel Vásquez Castaño y otros compañeros, de acuerdo a lo publicado en el libro ya arriba mencionado, “Todos los lideres nacientes de la nueva izquierda latinoamericana que visitaron Cuba se entrevistaron con Fidel, el Che, pero siempre con el comandante Manuel Piñeiro “Barbaroja”, (2) Entre ellos los arriba mencionados. 

Y efectivamente el ELN, tuvo influencia de la Revolución Cubana, pero eso no implicaba que Cuba exportara la revolución, las revoluciones no se exportan y como muy bien dijo el general de ejército Raúl Castro Ruz, respondiendo a dicha campaña dirigida por los medios al servicio del imperialismo yanqui. “Cuba no exporta Revoluciones, pero si es un manantial donde vienen a beber de sus aguas los hombres y mujeres libres”.

La práctica revolucionaria del ELN, sí tiene influencia de los principios que ha mantenido inalterable la Revolución Cubana en todos sus años de existencia. Esa política se expresa en su posiciones internacionalista, antimperialista, de defensa de la justicia social, amplitud en sus posiciones políticas,  contrarias al dogmatismo y al sectarismo, no  ha centrado su  lucha solo en la expresión   armada,  su campo de acción es amplio en sus orgánicas estudiantiles, religiosas, obreras, sindicales, comunales y campesinas, en el respeto y apoyo al trabajo femenino, el diálogo con todo el espectro político y social, pero en un  marco del principio revolucionario.

Por esos principios orgánicos es donde radica la fortaleza del ELN, no en si tiene tal o más cual cantidad de guerrilleros armados o frentes de rurales. No, por eso es  que todos los gobiernos colombianos que han iniciado negociaciones de paz, se han equivocado con el ELN, al que siempre consideraron una organización débil,  uno de los fracasos del gobierno de Andrés Pastrana, fue precisamente no atender el proceso de dialogo y negociación con el ELN y no tomar medidas para  garantizar lo que se llamó la Zona de Encuentro que no se concretó, lo saboteó la V Brigada del Ejército con la Operación Bolívar y  utilizaron  a los paramilitares y a las fuerzas de la derecha en Santa Rosa. Esto provocó el fin del proceso de negociación y dialogo de paz con el gobierno de Andrés Pastrana.

Pero la violencia en Colombia y la lucha armada, no es un fenómeno de esos últimos 56 años, no viene de larga data, como lo recoge la escritora nicaragüense María López Vigil publicado en su libro (3) en la entrevista que le hizo al comandante en jefe del ELN ya fallecido, Manuel “El Cura” Pérez, y que él le refiere:

” La violencia con la que ha actuado la oligarquía para reprimir toda la oposición a sus privilegios es una característica de la historia colombianas. Cuando olían que la gente se unía en contra ellos, ya no importaban colores políticos y se “pacificaba” el país a como diera lugar”. Y, añadía, “en esas “pacificaciones” siempre salía al final una amnistía, que era un solo engaño” “Porque al que creía y entregaba las armas lo mataban. Aquí la oligarquía sólo esta dispuesta a permitir algunas pinceladas de democracia, pero nada que signifique que ellos vayan a perder el poder.”

Y continua el comandante Pérez, “Lo novedoso del ELN no era tanto la lucha armada. Porque la lucha armada ha habido siempre en Colombia. Desde los años 50, después de la Violencia, el mismo Partido Comunista planteo la lucha armada en la forma de la autodefensa campesina y de ahí nacería después las FARC”. “Lo novedoso del ELN, apuntó, era que planteaba la estrategia de tomar el poder por la vía de la lucha armada” “Y eso no era lo común entre los partidos de izquierda” “¿Qué se planeaban esos partidos? Ir llegando por reformas a más conquistas populares y si bien allá a lo último estaba el poder…eso se tenía casi olvidado”.

En esta primera entrega como homenaje a la fundación del Ejercito de Liberación Nacional (ELN) de Colombia y a los hombres y mujeres que han entregado sus vidas, en aras de lograr una Patria para Todos, les daré a conocer parte de la historia de esta organización revolucionaria colombiana.

(*) Periodista, politólogo y analista internacional.
La Habana, Cuba, 4 de julio del 2020.  22.30 hrs.
Bibliografía consultada.
(1Y 2) Las Guerrillas en Colombia. Ed. Penguin Ramdon House. 2017. Pag 206 y 230.

           (3) Manuel “E Cura” Pérez. Camilo camina en Colombia. Ed 1990 . 





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