“Muy atentos, hay un golpe en marcha. Muy atentos compañeros, porque insisto, somos la inmensa mayoría pacífica, pero vamos a defender nuestra revolución y en el momento que quieran tocar al Presidente o al Gobierno Nacional”, ha recalcado este sábado Correa durante la entrega número 429 del programa presidencial en la provincia de Santa Elena (occidente).
El mandatario sudamericano, asimismo, ha hecho hincapié en la necesidad de respetar los logros de la revolución ecuatoriana y ha exigido al pueblo que salga a las calles para defender las instituciones con el fin de derrotar las conspiraciones e intentos golpistas de la oposición.
De igual modo, ha deplorado que la oligarquía ecuatoriana, quienes se oponen a un proyecto de ley, denominado la Ley de Herencias o Redistribución de la Riqueza, no ven con buenos ojos la iniciativa del Gobierno y aspiran volver al pasado.
La derecha, ha reiterado Correa, al perturbar la estabilidad del país tiene como objetivo alcanzar lo que no ha logrado en las urnas.
A su entender, “el mayor pecado social de nuestra América es la inequidad, y nos enfrentamos a una campaña masiva de desinformación, al desgaste, y la manipulación por parte de la oposición”.
Desde el pasado 5 de junio, fecha en la que el Gobierno ecuatoriano presentó el controvertido proyecto de ley a la Asamblea Nacional, diferentes ciudades del país han sido testigos de movilizaciones tanto a favor como en contra del Gobierno de Correa.
Ante la situación convulsionada del país, el jefe de Estado ecuatoriano el pasado lunes anunció el retiro temporal de los dos proyectos, una iniciativa que contó con el apoyo de un 70 % de los ecuatorianos.
Cabe mencionar que según el Gobierno de Quito, el proyecto de la ley, que sirve para cargar la riqueza (herencias) y las ganancias extraordinarias (plusvalía) con nuevos impuestos, ayudará, en un futuro próximo, a combatir los niveles de pobreza extrema.
Sin embargo, sectores opositores de la derecha creen que esa ley profundizará la brecha social, argumentando que afectará a la mayoría de la población.
Correa en reiteradas ocasiones ha afirmado que las nuevas tasas impositivas impactarían a menos del dos por ciento de los ecuatorianos, y que las propuestas buscan alcanzar una mejor redistribución de las riquezas.
(Con información de agencias)
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