Salim Lamrani es periodista, ensayista y profesor encargado de cursos en la Universidad Paris-Descartes y la Universidad Paris-Est Marne-la-Vallée.
El deshielo entre Washington y La Habana impactó de alguna manera en la imagen que los grandes medios transmiten de Cuba, aseguró.Foto: Jorge Luis Baños
La Habana, 9 jun.- A juicio del periodista francés Salim Lamrani, en los últimos meses los grandes medios de comunicación globales reajustaron su agenda sobre Cuba, aunque todavía transmiten una visión sesgada y tendenciosa de la realidad nacional.
El restablecimiento de relaciones entre la isla y los Estados Unidos, el 17 de diciembre pasado, constituyó un parteaguas para que muchos diarios y cadenas de televisión “dejaran de considerar a Raúl Castro dictador” y lo nombren ahora “presidente”, valoró el experto, en una conferencia realizada la víspera en esta capital.
Este es un cambio “meramente formal, aunque menos agresivo”, consideró Lamrani en el Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello.
Sin embargo, las trasnacionales de la información siguen construyendo una imagen ajena a la complejidad de la sociedad cubana, sostuvo.
Ejemplificó que el discurso mediático “pone énfasis en la buena voluntad del presidente Barack Obama para iniciar un diálogo con Cuba”, mientras pasa por alto “las continuas agresiones y sanciones económicas que ha soportado el pueblo como parte de la política de sucesivas administraciones norteamericanas desde 1959”.
En este sentido, indicó, en los análisis apenas se encuentran referencias a legislaciones como la Torricelli (1992) y la Helms-Burton (1996), que junto a un entramado de disposiciones y cláusulas legislativas aprobadas por el Capitolio “son las principales causas de las carencias y la falta de desarrollo del país”.
Aunque consideró positivas las acciones de Obama “para poner fin a una política absurda y aislacionista, en primer término para el propio Washington”, el académico explicó que se omiten las amplias facultades del ejecutivo estadounidense para vaciar el contenido del bloqueo y minimizar sus efectos.
Lamrani recordó que si bien el mandatario no puede autorizar los viajes turísticos -codificados en una ley del Congreso-, sí podría ampliar las categorías para que un mayor número de estadounidenses vengan a la nación caribeña como parte de visitas culturales.
También, dijo, podría permitir el comercio directo entre ambas naciones, por lo que la prohibición para que La Habana efectúe transacciones con subsidiarias de empresas norteamericanas, como ordena la Ley Torricelli, quedaría inservible.
Explicó asimismo que los medios siguen concentrados en dos asuntos fundamentales para atacar al gobierno cubano, la democracia y los derechos humanos.
El académico aseguró que tal panorama constituye un gran reto para quienes intentan reflejar una visión alternativa, matizada y equilibrada de Cuba y su sociedad.
Exhortó a usar las distintas plataformas y posibilidades de Internet para contar la realidad pues, aseguró, “los grandes centros de poder mediático tampoco son infalibles y muchos han perdido credibilidad”.
Salim Lamrani (Clermont-Ferrand, Francia, 1977) es periodista, ensayista y profesor encargado de cursos en la Universidad Paris-Descartes y la Universidad Paris-Est Marne-la-Vallée.
Regularmente escribe artículos sobre las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, la manipulación de los medios, la propaganda, la censura y los derechos humanos.
Es colaborador habitual de publicaciones como Alger Républicain, Red Voltaire, Rebelión Latinoamérica y Znet, entre otros.
Integra la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad y cuenta con diversos libros publicados en francés, inglés, español e italiano.
Entre ellos destacan “Doble Moral. Cuba, la Unión Europea y los derechos humanos” (Hondarriaba: Editorial Hiru, 2008) y “Cuba. Ce que les médias ne vous diront jamais” (París: Editions Estrella, 2009) con prólogo de Nelson Mandela. (2015)
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