Un país constantemente agredido desarrolla síntomas anómalos, sobredimensiona su defensa, se extrema en su autoprotección, de la misma manera que haría cualquiera si el vecino apedreara sus ventanas cada dìa, destruyera las plantas del jardín, envenena al perrito querido de la casa. Tener un enemigo poderoso y voluntario crea tensión y la tensión potencia las pasiones menos edificantes y hasta distorsiona las buenas pasiones sin las cuales no se pueden conseguir los propósitos. ¿ Por què un país 200 veces màs grande que Cuba, como es Estados Unidos, se empeña en destruir el proyecto social de la isla? Cuba no constituye un peligro militar, ni tampoco un competidor de mercado como China, pero es un mal ejemplo, porque a pesar de errores, defectos, de extremos que llegan al absurdo como ese desdichado tèrmino de salidas definitivas, mantiene programas sociales que Estados Unidos ni siquiera se ha propuesto como la cobertura de salud para todos que Obama ha intentando desesperadamente y no ha conseguido, aunque el gobierno estadounidense gasta millones subvencionando a los isleños que llegan, con la Ley de ajuste cubano, los privilegia para estimular el éxodo. Es una pelea inmoral, desigual, como cuando el grandote de la clase o del barrio abusa del màs chico y por elemental sentido de justicia, justicia cristiana incluso, a escala màs esencial humana, nadie minimamente sensible puede estar de acuerdo con la prepotencia del poderoso. Quizás por eso a pesar del desastre del mundo la mayoría de los países apoya la resolución cubana en la ONU contra el bloqueo. 187 países volvieron a dar su apoyo a la ínsula este octubre del 2010 y van 19 veces que Cuba sale invicta de esa contienda. No soy de las que justifica con el bloqueo de Estados Unidos las políticas erradas, las ineficiencias, el acomodamiento a lo mal hecho en la isla pero conozco los efectos nefastos de ese reducto de la guerra fría en el país y estoy convencida que en lo profundo de las causales de muchos desmanes criollos està esa agresión perenne de Estados Unidos, porque el bloqueo genera bloqueo.
Por Soledad Cruz
Por Soledad Cruz