"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

jueves, 10 de noviembre de 2016

¿Por qué fallaron las encuestas en las elecciones de EEUU?


El 90 por ciento de los sondeos durante la jornada electoral en Estados Unidos resultaron equivocados, un fenomenal fracaso en la meca de los pronósticos y encuestas a boca de urna. Pero, ¿fue realmente un error de los encuestadores o los electores de Trump fueron demasiado astutos para obviar los sondeos?, ¿cómo se comportaron las redes sociales esta vez, que usualmente son subestimadas o sometidas a metodologías que no resisten la prueba del tiempo?

Nos hemos hecho estas preguntas en la redacción con el grupo de la Universidad de las Ciencias Informáticas encargado del desarrollo, administración y posicionamiento de Cubadebate, cuya sección de análisis de las tendencias en la web publicamos bajo el crédito colectivo de root@cd. Aquí están algunas posibles explicaciones a la pregunta que muchos se hacen:

¿Por qué fallaron las encuestas en las elecciones de EEUU?

1.- Mientras Hillary Clinton logró casi la unanimidad del periodismo en su país –y también en el exterior–, Trump la superó en las redes sociales en cantidad de seguidores y en interacciones. Para un grupo de expertos -también para el equipo desarrollador de Cubadebate-, este hecho fue clave en los resultados de las elecciones y marca el inicio de una nueva era en la comunicación digital en las campañas políticas.

Si en el pasado Barack Obama fue líder en las redes y basó en ellas una buena parte de sus campañas, tanto en 2008 como en 2012, esta vez Donald Trump fue rey absoluto en ese campo. El sistema de inteligencia artificial MoglA, el cual predijo correctamente las tres últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos, eligió al candidato republicano por delante de su rival demócrata. La máquina explora y analiza la información en sitios como Google, Facebook, Twitter y YouTube para hacer sus predicciones. Según el algoritmo que utiliza, Trump superó en un 25% la popularidad de Obama en las elecciones presidenciales de 2008.

“Si nos fijamos en las primarias, hubo muchos intercambios negativos alrededor de Trump. Sin embargo, cuando estas conversaciones comenzaron a acelerarse en los últimos días, significó una gran apertura de juego para Trump y ganó las primarias con un buen margen”, dijo el desarrollador de MoglA, Sanjiv Rai, en una entrevista telefónica con CNBC. Un comportamiento similar ha ocurrido ahora.

2.- La campaña negativa en medios tradicionales no le hizo el daño esperado al candidato republicano. Mientras que a Hillary Clinton la respaldaron 243 diarios y 148 semanarios, Trump sólo recibió el apoyo de 20 diarios y 1 semanario. La proporción fue de 27 a 1, como se puede ver aquí.

Tan sólo una fracción de esta cobertura negativa hubiera bastado, hace un tiempo atrás, para dañar las posibilidades de un candidato presidencial y tal vez incluso descarrilar la candidatura en su totalidad.

Si embargo, las redes sociales se comportaron de modo muy diferente. El viernes 4 de noviembre, la página de Facebook de Trump acumulaba 11,9 millones de “me gusta” y su cuenta de Twitter contaba con 12,9 millones de seguidores. El número de Clinton fue de 7,8 millones y 10,1 millones. En otras palabras, a partir de ese día, Clinton tenía 53% menos “me gusta” en Facebook y 27% menos seguidores en Twitter.


En total, del 1 de enero al 6 de noviembre, Trump obtuvo 351 millones de seguidores en Facebook, Twitter e Instagram. Hillary Clinton atrajo menos de la mitad del total de Trump: 145 millones. Fuente: Crowdbabble

Aunque es posible que muchos de esos seguidores se hayan sentido atraídos por la extravagancia del candidato o los escándalos, el favoritismo nunca disminuyó, ni siquiera cuando la percepción de ventaja para Clinton era abrumadora. Un post sobre un acto de campaña subido a la página de Facebook de Trump 14 horas antes de la apertura de las urnas, acumulaba 92 000 “me gusta”, 40 000 “me encanta”, lo habían compartido 29 782 veces, y el video incluido lo habían visto 2 100 000 veces.

Para comparar, casi al mismo tiempo, un post en la página de Facebook de Hillary Clinton, también sobre un acto de campaña, tenía 14 000 “me gusta”, 1 300 “me encanta”, lo habían compartido 1 965 veces, y el video incluido había sido visto 218 000 veces.

Es decir que el post de Trump recibió 30 veces más “me gusta” que el de Hillary, lo que marca una gran diferencia de intensidad en la interacción.

3.- En las redes sociales “el votante deprimido, que va a votar por compromiso como explicó Michael Moore, no vibra”. La gente visita las redes sociales varias veces al día y se informan sobre la actualidad, no como una actividad en el centro de su atención, sino como un resultado incidental de consumir Facebook, Twitter o Snapchat, generalmente en las pantallas pequeñas de sus dispositivos móviles. Este votante desmotivado – que Hillary Clinton no terminó de capitalizar – “no comparte, no difunde, no genera discurso porque no está comprometido con el debate…”, reflexionaba uno de los integrantes de nuestro equipo técnico.

Habría que añadir los desplazamientos de los usuarios, que suelen estar simultáneamente en otras redes o hacer búsquedas para completar o contrastar información, generalmente con el objetivo de reforzar la opinión que posee previamente.

El día de las elecciones, The Guardian reconocía que el mundo ha buscado en Google más veces el nombre de Donald Trump que el de Hillary Clinton, excepto durante la Convención Nacional Demócrata, cuando se hizo oficial su candidatura por el Partido Demócrata y la pausa que hizo a la campaña por problemas de salud.

Los usuarios buscaron dos veces más en Google el término “Donald Trump” que el de “Hillary Clinton”.

4.- La investigadora alemana Elisabeth Noelle-Neuman demostró que “la espiral del silencio” existe y hace que los ciudadanos se abstengan de emitir su opinión si ésta es percibida como minoritaria o poco popular. Los expertos coinciden en que este fenómeno incidió fuertemente en el fracaso de las encuestas que pronosticaron la victoria de Clinton, tal como ocurrió durante la votación del “Brexit” en Gran Bretaña.

En las encuestas, generalmente realizadas por teléfono o presencialmente, muchas personas que apoyaban a Trump no hicieron explícito su voto, por vergüenza, por presión social dado el alto repudio a las posiciones no compartidas por los medios tradicionales, o simplemente por desinterés y desconfianza en las encuestas. Durante el “Brexit” la prensa británica acuñó el término de “conservadores tímidos” que identifica al votante oculto, aquel que no manifiesta su preferencia durante el periodo pre-elección y solo se manifiesta a través del voto secreto, en la soledad de la urna.

5.- Los métodos estadísticos de las encuestas utilizan elementos demográficos y geopolíticos para construir la muestra, mientras las redes sociales digitales están logrando una heterogeneidad difícil de estratificar. En el debate con el equipo técnico de Cubadebate, conveníamos en que los medios tradicionales sin duda lograban – en el pasado – homogeneizar matrices de opinión en comunidades cercanas, pero ya no es así.

Las encuestas de salida no reflejan cómo es la gente. Los votantes norteamericanos no son pobres o negros o femeninos o universitarios. En realidad, un individuo encaja en varios grupos diferentes a la vez. Dos hechos son simultáneamente posibles: que los votantes más pobres eligieron a Clinton y que los votantes blancos más pobres eligieron a Trump.

“Me parece que los estudios tradicionales están perdiendo la capacidad de saber qué realmente quiere la gente. Ese conocimiento se está trasladando hacia las grandes concentraciones de personas que funcionan hoy: Google, Facebook y Twitter y sus bases de datos. Ahí no hace falta estratificar para hacer análisis, tiran contra la información primaria”, advertía root@cd.

6.- Hay cada vez más dinero en las redes sociales. Mientras los ingresos de The New York Times Company, por nombrar una empresa líder, que además apuesta a lo digital, están estancados desde hace 5 años, los de Facebook se han cuadruplicado en el mismo período.

En un estudio para Nieman Lab, el profesor de la Northwestern University, Pablo Boczkowski, reconoce que todos los medios de comunicación, los de noticias y las redes sociales compiten por la atención del público en el mismo mercado: “El 65% de los dólares de publicidad digital de pantalla gastados en Estados Unidos se repartió entre cinco empresas, ninguna de las cuales está en el negocio de noticias. Facebook fue la gran ganadora, recibiendo 30 centavos de cada dólar, (…) lo cual representa un incremento del 20% respecto de 2014”.

Son números que permiten comprender “por qué una presencia más fuerte en las redes sociales pudo haber permitido a la campaña Trump contrarrestar su posición abrumadoramente inferior entre los medios de noticias”.

Boczkowski recuerda que las prioridades comerciales de una empresa como Facebook moldean la lógica algorítmica de su “feed” de noticias: dado que cuanto más felices somos, más probabilidades hay de que los anuncios que nos muestran sean efectivos, el algoritmo prioriza elementos de información que son consistentes con nuestros puntos de vista. Por lo tanto, incluso si se nos presentara un gran número de noticias en los medios sociales y nosotros les dedicásemos mucha atención, la probabilidad de obtener información que nos exponga a puntos de vista alternativos y nos ayude a aprender algo nuevo sería relativamente baja.

Esta lógica algorítmica aísla a las personas de la influencia de noticias que podrían alterar sus preferencias de políticas preexistentes.

7.- Clinton no logró ganarse la confianza de los millenials (jóvenes entre 20 y 35 años de edad), que eran votantes de Sanders y terminaron muchos apoyando a Trump, según The New York Times.

Una encuesta a boca de urna después de la votación evidenció que consideraban a Clinton poco confiable y, en definitiva, no tenían planeado votar por ella y un gran número de ellos no lo hizo, a pesar de que la candidata demócrata utilizó todo tipo de recursos muy populares entre este grupo. Desde que se convirtió en la nominada, Clinton cortejó a estos jóvenes con visitas a las empresas de Silicon Valley y sumando a su campaña a un buen número de celebridades

Pero tuvo grandes problemas para emocionar a los votantes jóvenes. “Para que el Partido Demócrata avance y gane, los jóvenes -entre los más críticos del partido- no pueden ser excluidos de lo que será el proceso de reconstrucción… El proceso de asociación con ellos no será fácil. Hoy en día, muchos millenials están más escépticos ante el sistema que nunca, pero los jóvenes son esenciales para la vitalidad del Partido Demócrata. A los jóvenes activistas, manifestantes y hacedores de ruido… es hora de dejarlos entrar y dejarlos hacer”, escribió este miércoles en la página de Opinión del Times, Symone D. Sanders, ex secretaria de prensa de la campaña presidencial de Bernie Sanders.

¿Qué podrá y no podrá hacer el presidente Trump? Se lo explicamos con detalle

Publicado: 10 nov 2016 00:38 GMT | Última actualización: 10 nov 2016 00:39 GMT


RT le cuenta cuándo empezará a ejercer sus funciones el presidente electo, сuáles son los límites de su poder y qué le espera a Estados Unidos en el futuro próximo.


Carlo AllegriReuters


Donald Trump ha ganado las elecciones más inusuales de la historia de Estados Unidos. El republicano se proclamó vencedor de las presidenciales al conseguir superar la cifra clave de 270 votos de miembros del Colegio Electoral frente a los 228 de su rival del Partido Demócrata, Hillary Clinton

¿Cuándo empezará a ejercer sus funciones?

Técnicamente el presidente de EE.UU. es eligido por los 538 miembros del Colegio Electoral (los compromisarios) que representan todos los estados del país y cuyo congreso se celebrará en diciembre. Aunque el candidato republicano consiguió más votos electorales que los 270 necesarios, los compromisarios pueden cambiar su voto en contra de la voluntad de la mayoría de los votantes de sus estados. Sin embargo, a lo largo de la historia se han dado muy pocos de estos casos, de manera que la victoria del multimillonario está casi garantizada, aunque no ha sido formalizada.

El presidente electo no asumirá el cargo inmediatamente después de la reunión de los miembros del Colegio Electoral, sino que la toma de posesión se celebrará en enero de 2017. Hasta este momento, el presidente actual, Barack Obama, continuará ejerciendo sus funciones en calidad de jefe de Estado.

¿Tiene carta blanca para hacer lo que quiera?

No. El principio más importante de la Constitución estadounidense es el llamado mecanismo de pesos y contrapesos, que impide la concentración excesiva de poder en manos de un único organismo o rama del poder. Tanto en la política exterior como en la nacional, Trump se verá obligado a tener en cuenta la opinión del Congreso, ya que ninguna ley puede ser adoptada sin la aprobación de los parlamentarios.

Actualmente los representantes del Partido Republicano mantienen la mayoría en ambas cámaras del Congreso. Sin embargo, muchos de ellos consideraron que Trump es un candidato demasiado radical y no le han apoyado durante la carrera presidencial.

¿Podrá usar las armas nucleares?

Durante la campaña electoral muchos han acusado a Trump de ser demasiado impulsivo para hacerse cargo del 'maletín nuclear'. Sin embargo, el presidente solo autoriza los lanzamientos de misiles nucleares, que en realidad son efectuados por dos oficiales militares desde una habitación secreta.

Aunque la decisión debe ser tomada en unos pocos minutos, en el proceso están involucradas muchas personas, todas ellas con poder para anular el lanzamiento. El presidente de EE.UU. no puede llevarlo a cabo unipersonalmente.

¿Dividirá realmente a la sociedad estadounidense?

Ciudadanos de varios estados han salido a la calle para protestar contra el triunfo de Donald Trump. En el centro de la ciudad de Santa Bárbara (California) varias decenas de personas han celebrado una marcha con la consigna 'Not my president' ('No es mi presidente'). También se han registrado marchas en contra de Trump en las ciudades de Nueva York, Portland (Oregón), Seattle (Washington) y cerca de la propia Casa Blanca.

Aunque la sociedad estadounidense está muy polarizada, es poco probable que estas marchas se conviertan en protestas multitudinarias. Los ciudadanos estadounidenses pueden optar por otra alternativa: después de que el candidato republicano venciera en varios territorios clave del país, aumentaron en Internet las búsquedas de palabras y frases como 'emigrar', 'cómo emigrar a Canadá' y 'fin del mundo'.

A medida que los resultados preliminares de los pasados comicios indicaban una posible victoria de Trump, los dos portales oficiales de Canadá para informar sobre la inmigración a ese país, www.cic.gc.ca y www.immigration.ca, quedaron fuera de servicio.

TRUMP, EL PROTECCIONISTA

Jueves, 10 Noviembre 2016 
COLUMNISTAS

Jorge Núñez Sánchez - Director de la Academia de Historia de Ecuador

Donald Trump, el presidente electo de Estados Unidos, ha sido visto y caracterizado principalmente por sus posiciones racistas, sexistas y xenófobas. Menos conocidas, pero no menos ciertas, son sus posiciones económicas proteccionistas y sus ideas aislacionistas en materia internacional, que implican una vuelta al revés en la tradicional política ejercitada desde la Casa Blanca, tanto por demócratas como por republicanos. 

Trump parte de la idea fuerza de que Estados Unidos se halla en una grave crisis económica y social interna, en parte, a causa de la migración de empresas y capitales estadounidenses hacia otros países, donde pueden pagar salarios más bajos que en su propio país. 

Adicionalmente considera que buena parte de la culpa de esa crisis la tienen las políticas de libre comercio impulsadas por los propios Estados Unidos y cuya mayor expresión son los tratados suscritos con este fin, en especial el Tratado de Libre Comercio para la América del Norte (TLCAN) que mantiene con Canadá y México. Atribuye a este convenio la fuga de empresas estadounidenses hacia el vecino del sur, con ánimo de pagar salarios e impuestos más bajos, lo que, en su opinión, les permite bajar costos y competir deslealmente con las empresas que se quedaron en EE.UU. 

Frente a tal situación, propone varias medidas complementarias. La primera, denunciar y romper el TLCAN, al que califica como “el peor acuerdo comercial de la historia que haya firmado Estados Unidos”. La segunda, poner impuestos del 20 al 25 por ciento a las mercancías de bajo precio que llegan desde China y otros países del mundo, para crear un mercado interno protegido que estimule la recuperación económica y laboral de EE.UU. 

Una tercera idea suya es la de obligar legalmente a las empresas estadounidenses a repatriar capitales e invertir en su propio país, para crear empleo. Y hay una cuarta verdaderamente brutal: deportar masivamente a los trabajadores latinos indocumentados, a los que acusa de ser ‘criminales’ que roban trabajo a los habitantes WASP, es decir, a los blancos, anglosajones y protestantes.

Han sido precisamente estos planteamientos los que le han ganado el voto de muchas gentes pobres de su país y le han permitido triunfar en varios estados afectados por la crisis industrial y el desempleo, en lo que constituye una reacción popular parecida a la que aprobó el Brexit inglés. Pasemos ahora a ver el panorama de la política exterior. Siguiendo esa línea de pensamiento nacionalista y proteccionista, Trump considera que el otro gran causante de la crisis interna de Estados Unidos ha sido el derroche de recursos en aventuras militares en Medio Oriente y Asia, y el sostenimiento del enorme aparato militar de la OTAN. 

Es sabido que el presidente electo se opuso a la guerra de Irak en 2003 y que en la reciente campaña criticó duramente a las acciones intervencionistas de Hillary Clinton en Libia y Siria, mientras ejercía como Secretaria de Estado de Obama.

Ahora hay quienes piensan que Trump buscará sacar a su país de esas ‘guerras inútiles’ que ha heredado de Obama y limitará la creciente confrontación que la OTAN ha creado con Rusia en escenarios como Ucrania, los países bálticos y el mar Negro. Sin duda eso contribuiría a la paz mundial y sería una adecuada respuesta a los ataques del presidente ucraniano Poroshenko a su candidatura y un paso práctico hacia la consolidación de la mutua simpatía que une a Trump con Vladimir Putin. 

Envía Raúl mensaje de felicitación al Presidente electo Trump

Amplia repercusión del inesperado resultado de las elecciones en los Estados Unidos


10 de noviembre de 2016 00:11:40

El General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, envió el miércoles 9 de noviembre un mensaje al Presidente electo de los Es­tados Unidos, Donald J. Trump, en el que expresa «en ocasión de su elección como Presidente de los Estados Unidos de Amé­rica le traslado felicitaciones».

Muchos son los mensajes de felicitación que han emitido jefes de Estado o de Go­bierno de todos los continentes al presidente electo de Estados Unidos. De igual forma organizaciones internacionales como la ONU, Unasur y la Unión Europea, entre otras, extendieron sus mensajes por el resultado que dio ganador al aspirante republicano a la Casa Blanca.

A lo interno de Estados Unidos, la candidata demócrata Hillary Clintón, también congratuló a Trump al tiempo que reconocía su derrota. Y el actual presidente Barack Obama, quien dijo tener serias diferencias con su sucesor, lo invitó a visitarle en la Casa Blanca.

Poco después de su victoria, en una sala del hotel Hilton Midtown de Nueva York, Trump, lanzó un mensaje conciliador, alejado del tono áspero que vistió su campaña. En un momento de esa alocución, expresó: «Vamos a llevarnos bien con todas las de­más naciones que estén dispuestas a llevarse bien con nosotros. Vamos a tener unas relaciones fabulosas». Y a renglón seguido dijo «Quiero decirle a la comunidad internacional que, aunque los intereses de América siempre serán prioritarios, vamos a tratar justamente a todos. A todas las personas, y a todas las naciones. Vamos a buscar terreno común, nada de hostilidades. Aso­cia­cio­nes, no conflictos».

Sin embargo, en varias ciudades estadounidenses como Washington, Chicago, Fila­delfia, Portland (Oregon), Seattle y Nueva York, tuvieron lugar manifestaciones contrarias a la elección de Trump como el presidente 45 de ese país. Los participantes ex­presaron su desaliento sobre el resultado electoral y calificaron al ganador de racista y xenófobo. En Pensilvania, cientos de estudiantes marcharon al grito de «No es mi presidente».

ESTAMPAS DE MIAMI.- Fórmula para ganar relevancia en Miami

Por Arthur González

Quienes deseen ganarse un espacio en Miami, capital de la mafia terrorista anticubana, lo primero que debe hacer es ofrecer declaraciones a la prensa especializada y hablar mal de la Revolución cubana, como fórmula para ser aceptado por sus “capos”, aunque hasta ese momento hayan compartido felizmente su vida con el régimen socialista.

Eso es lo que ha hecho recientemente el director de cine Juan Carlos Cremata, con la finalidad de ganar algún protagonismo que le posibilite obtener trabajo en un terreno ya cubierto por destacadas figuras de la farándula latinoamericana, especialmente la cubana.

En consonancia con esa receta para ser aceptado, Cremata intenta ofrecer una imagen de “víctima perseguida y acosada”, algo difícil de demostrar debido a su larga lista de obras cinematográficas que posee bajo la protección del sistema socialista que ahora reniega y sobre todo de su líder Fidel Castro, quien personalmente se ocupó de evitar que una enfermedad oportunista le quitara la vida.

Cremata gozó en La Habana de facilidades creativas inigualables para desarrollar su talento artístico sin el menor obstáculo, a pesar de tener algunos puntos no aceptados fácilmente por el machismo latinoamericano, presente también en la Isla. 

Pero después de algunas visitas a la Florida y codearse con ciertas personas, aterrizó en La Habana con ideas bien diferentes a las plasmadas en los filmes que dirigió, donde sus posiciones ideológicas no vislumbraban una ruptura con el socialismo.

La proyección más evidente de ese cambio repentino fue la obra de teatro El Rey se Muere, que dirigió en julio del 2015 con el grupo El Ingenio, una versión de la obra del escritor de origen rumano Eugène Ionesco, en la cual le deseaba la muerte a Fidel Castro, ese presidente que ordenó ingresarlo en un hospital parisino cuando visitaba el festival de Cannes, donde enfermó gravemente al carecer de defensas suficientes para enfrentar una complicación pulmonar.

Durante aquella peligrosa enfermedad, el hombre al que Cremata le deseó la muerte en su obra teatral, le envió de inmediato a su madre a París y a uno de sus hermanos, quien se encontraba laborando en Buenos Aires, Argentina, con la encomienda de apoyarlo emocionalmente para que venciera la adversidad de la enfermedad.

No satisfecho con esos gestos, Castro ordenó al entonces ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, a visitarlo en el hospital francés y hablar con la dirección médica para que hicieran todo lo posible para evitar una complicación que pusiera en peligro la vida del cineasta cubano. La factura por su tratamiento y los billetes de avión la sufragó el gobierno de Cuba.

Todo eso fue borrado de la mente de Cremata y para congraciarse con la mafia anticubana de Miami, llevó a cabo la puesta de la obra de marras.

Después que le fuera suspendida tamaña falta de ética contra la misma persona que se preocupó por su vida, Cremata asumió el papel de víctima, algo amplificado por la prensa anticubana y otros que, como él, muerden la mano de quien durante casi 60 años ha llevado a planos internacionales a la cultura cubana, algo sin precedentes en la historia de la República. 

El asunto en sí no es que Cremata tenga consideraciones ideológicas anti socialistas, algo tolerado frecuentemente en Cuba desde los años 90, sino que, sin la menor ética y agradecimiento personal por un ser humano preocupado al máximo por su salud, hizo una puesta teatral para desearle la muerte.

En Estados Unidos, país que se tilda de ser campeón de las libertades, separaron de su empleo a un periodista que comparó a la Primera Dama, Michele Obama, con una mona, algo benévolo con el desearle la muerte a un ser humano. Sin embargo, con ese no hubo campañas de apoyo.

Ahora Juan Carlos Cremata deberá enfrentar una realidad desconocida, pues en Cuba siempre disfrutó de gratuidades para conformar sus ideas artísticas, así como cuidar de su enfermedad incurable.

Tristemente, tendrá que hacer muchas concesiones para agradar a la masa recalcitrante que se reúne alrededor del conocido restaurante Versalles, conformada por viejos testaferros del dictador Fulgencio Batista, e incluso cruzarse en alguna de las calles de la pequeña Habana con Luis Posada Carriles, autor intelectual de la voladura del avión cubano en Barbados, que asesinó cruelmente a todos sus pasajeros, incluida su tripulación de la cual su padre formaba parte.

Cremata podrá difamar y hacer campañas de que “tenía enfrentamiento” con las autoridades cubanas, pero la realidad se encargará de desmentirlo porque quien es reprimido como quiere hacerle creer a los obstinados mafiosos de Miami, no posee una amplia obra fílmica que ahora saca a relucir para buscar un trabajo en Estados Unidos.

Una prueba demoledora de sus falacias, fueron sus declaraciones en Miami de que “poco antes de salir de mi país, filmé, clandestinamente, un largo y un cortometraje sobre la des-construcción del hombre nuevo en Cuba”, algo imposible de creer, para quien en estos momentos afirma que la Revolución lo controla todo y él mismo era considerado un “recalcitrante toxico disidente”.
De cineasta mimado en Cuba, Juan Carlos Cremata se transformó en “refugiado político” del país que tantos muertos, heridos y mutilados le ha causado al pueblo cubano. 
No será el primero ni el último que se deja convencer por cantos de sirena y auto calificarse de “irreverente”, y pasado un tiempo arrepentirse de lo dicho, bajo la manipulación engañosa de aquellos que viven protagonizando el papel de “luchadores por la libertad de Cuba”.

No por gusto José Martí escribió:

“¿Cómo se podrá reclamar un derecho si no se sabe definir su esencia?”
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